El gobierno de Antigua y Barbuda está atrapado entre sus necesidades de impulsar la economía, crear empleo, reducir el costo de la electricidad y las críticas por la construcción de una refinería de petróleo. La solución, según especialistas, es promover una mezcla de energías limpias con combustibles fósiles para cubrir la demanda energética. El embajador […]
El gobierno de Antigua y Barbuda está atrapado entre sus necesidades de impulsar la economía, crear empleo, reducir el costo de la electricidad y las críticas por la construcción de una refinería de petróleo. La solución, según especialistas, es promover una mezcla de energías limpias con combustibles fósiles para cubrir la demanda energética.
El embajador de Venezuela en este país insular, Carlos Pérez, anunció este mes que estaban avanzadas las negociaciones entre Caracas y Saint John para construir una refinería de petróleo en este diminuto archipiélago de 279,72 kilómetros cuadrados, situado en el este del Caribe, en las Antillas menores.
«Creo que las negociaciones pendientes sobre la refinería de petróleo están bastante avanzadas y esperamos continuar con el nuevo gobierno del primer ministro (Gaston) Browne hasta concluir el proyecto que será beneficioso tanto para Antigua como para Venezuela», señaló Pérez.
El Partido Laborista de Browne obtuvo la mayoría en las elecciones generales del 12 de junio, tras 10 años de ser oposición.
«En el informe de 2014, el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) presenta evidencias de que no solo es de esperar un aumento de dos grados centígrados en la temperatura global, sino posiblemente de cuatro grados», señaló el activista dominicano Arthurton Martin, quien dijo que este era, quizá, el peor momento para hacer ese anuncio.
Ese pronóstico «implicaría un aumento significativo del daño costero a raíz del aumento del nivel del mar en países como Antigua, relativamente bajos», destacó.
«Eso ocasionará una significativa prolongación de los periodos secos debido a las fluctuaciones de la temperatura. Además, ocurre cuando hay tantas opciones para hacer frente a los desafíos energéticos», añadió.
La refinería no es una buena opción no solo por el movimiento global para evitar un cambio climático catastrófico, sino por las alternativas limpias que están disponibles.
El gobierno debería volcarse a los biocombustibles y a la energía solar y eólica para disminuir la dependencia en el crudo, sugirió. Esas alternativas ya están desarrolladas y hay fondos para explorarlas.
«Esa tecnología ya está lista para usar. Ya se puede comprar», remarcó.
«Esta es la primera vez en la historia que la comunidad internacional de crédito, de hecho, otorga préstamos y fondos para reducir la dependencia en los combustibles fósiles», puntualizó.
Las refinerías de petróleo liberan a la atmósfera metano y óxido nitroso, que son gases de efecto invernadero más potentes que el dióxido de carbono, así como varios contaminantes aéreos que suponen un riesgo para la salud y el ambiente como sulfuro de hidrógeno, dióxido de azufre, óxidos de nitrógeno, partículas y componentes orgánicos volátiles.
Chante Codrington, director de la empresa Wadadli Industrial Renewable Energy Ltd, que negocia con el gobierno de Antigua y Barbuda la construcción de una granja eólica, cree que esta fuente de energía es la más eficiente y asequible para la isla.
«Nada bueno puede salir de una refinería de petróleo. Las preocupaciones ambientales relacionadas con la quema de combustibles fósiles en un país cuya principal industria es el turismo, son muchas», dijo a IPS.
«Sale olor de las refinerías de petróleo, contaminación aérea y del agua, fuego, explosiones, contaminación sonora, tienen consecuencias para la salud, son todas desventajas», detalló.
«El precio del petróleo se disparará», señaló John Burke. «La última vez que chequee, el del sol y el del viento no habían subido», ironizó.
«Actualmente, por cada kilovatio hora que generamos gastamos entre 80 y 90 centavos de dólar en combustible. Deberían implementar un programa para financiar e instalar sistemas de energía solar para la clase media y baja que, de hecho, se financie con lo que ahorraremos al dejar de importar petróleo», explicó.
Según un informe de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe, se prevé que la demanda energética en la región se duplique en los próximos 20 años a un ritmo de 3,7 por ciento anual.
La mayoría de los países del Caribe tienen una fuerte dependencia en la importación de combustibles fósiles. Su consumo de energía se basa prácticamente solo en derivados del petróleo, que representan más de 97 por ciento de la matriz energética.
Trinidad y Tobago es el único país del Caribe insular con significativas reservas probadas de petróleo.
Varios países del Caribe gastan entre 15 y 30 por ciento de los ingresos de las exportaciones, incluidos los que deja el turismo, en derivados del petróleo. Eso hace que el precio de la electricidad se ubique entre 20 y 35 centavos por kilovatio, mucho más que en Estados Unidos y Europa.
Peter Lewis, director de la empresa Carib EnergySolutions, con sede en Bermuda, dijo que el gobierno antiguano debe considerar los factores ambientales relacionados con la refinería de petróleo.
«Si la tendencia mundial a un enfoque mixto es la mejor opción para perseguir una agenda energética, podrás atraer más empresarios al sector y hacer funcionar la economía», dijo a IPS.
«Ninguna fuente única debería poder hacerse cargo de toda la factura de energía. Es un error», coincidió. Martin.
«Ya vivimos la experiencia en Dominica con el banano cuando apostamos todo a un solo cultivo. Ningún país debería apostar todo en ninguna fuente única de energía. Hasta Venezuela lo entiende ahora», remarcó.
«Si la energía solar puede contribuir con tres por ciento, si la eólica puede ofrecer 15 por ciento, si la conversión de biomasa puede dar 20 por ciento, lo que se está haciendo es reducir, de hecho, la dependencia en una de las fuentes de energía más sucias», añadió Martin.
A principios de 2007, el gobierno de Dominica anunció sus planes para que Venezuela construyese una refinería de petróleo en la isla, pero tras una ola de protestas, los grupos ambientalistas lograron frenar la iniciativa un año después.
Fuente original: http://www.ipsnoticias.net/2014/07/antigua-y-barbuda-agobiada-por-necesidades-energeticas/