Edgars Martínez Navarrete

Artículos

En Chile, el 18 de octubre de 2019 se abre la coyuntura política de mayor trascendencia social en lo que va del ciclo posdictadura.

De la lucha territorial a la lucha por la libertad.

A la violencia del Estado chileno, la represión policial y el asedio de los terratenientes y las multinacionales, los presos políticos Mapuche utilizan la huelga de hambre sólida y líquida como herramienta de resistencia en sus propios cuerpos. Tratados como “terroristas” y señalados como el “enemigo interno” por los medios del poder económico, los huelguistas entregan su newen (fuerza) para buscar la libertad de su pueblo.

No todos los presos en Chile valen lo mismo. Mientras a un tercio de la población penal del país (13.321 reclusos de un total de 39.677) les fue concedida la modificación de la modalidad cautelar o de cumplimiento de condena, logrando salir a la calle por decreto judicial desde el 18 de marzo del presente año, el Estado ha decidido mantener encarcelados a los más de 30 presos políticos mapuche en distintos centros penitenciarios.