Artículos
El último abril de su vida, Virginia Woolf encontró un atisbo de alegría: habían vuelto los vencejos, esas extrañas aves que duermen mientras vuelan. No lo sabía aún, pero no volvería a verlos regresar nunca más.
La India de hoy equivale a la China de 2007, y su potencial económico se sitúa solo por detrás de China, Estados Unidos, Japón y Alemania.
Las guerras son siempre un desastre, la peor expresión del ser humano, y los ciudadanos padecen las consecuencias.
En abril de 1934, Margaret Michaelis recorrió durante cinco días el barrio chino barcelonés. Era el distrito V de la época.
El 23 de marzo de 1942, Primo Levi bajó desde Balangero hasta Turín a toda prisa: su padre estaba muriendo. Cuando llegó a su casa, ya había muerto.
El XX Congreso del Partido Comunista de China se celebró en octubre de 2022, cinco años después del anterior, tras una rigurosa preparación y análisis de los retos que enfrenta el país.
Ha transcurrido ya casi un cuarto de siglo de esta centuria, en la que los neoconservadores (neocon) de Bush, Rumsfeld, Wolfowitz quisieron apoderarse del mundo, lanzando para ello, en 1997, su Project for the New American Century.
En este año que ha visto morir a Mijaíl Gorbachov (y a dos de los tres golpistas de Belavezha: el ucraniano Leonid Kravchuk y el bielorruso Stanislav Shushkévich) y que se conmemora el centenario de la fundación de la Unión Soviética, Rusia se enfrenta a un complejo, dificultoso y preocupante horizonte político.
Las conclusiones del XX Congreso del Partido Comunista de China son muy relevantes para el futuro por tres razones: es la más numerosa organización política del planeta, con noventa y seis millones de militantes; gobierna el país más poblado de la Tierra y su economía es ya la mayor del globo cuantificada en PPA.