Juan Torres López es catedrático de Economía Aplicada de la Universidad de Málaga (España).
Página web: www.juantorreslopez.com»
Juan Torres López es catedrático de Economía Aplicada de la Universidad de Málaga (España).
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En 1989, el economista John Williamson habló por primera vez del «Consenso de Washington» para referirse a las ideas o principios de política económica que debían seguir aquellos países que quisieran ser bien acogidos y apoyados por las instituciones que tienen su sede en la capital estadounidense: Fondo Monetario Internacional, Banco Mundial o Tesoro de los Estados Unidos. Tales principios constituían la ortodoxia neoliberal que es bien conocida: privatizaciones, disminución de gastos sociales y de impuestos, plena apertura exterior libertad de movimientos de capital, desregulaciones…
Los grupos de trabajo de Sumar, la plataforma impulsada por la ministra de Trabajo Yolanda Díaz, han propuesto la posibilidad de implantar en España una llamada «herencia universal» de 20.000 euros que recibirían todas las personas al cumplir 18 años, lo que tendría un coste anual de unos 10.000 millones de euros que sería financiado con gravámenes sobre el patrimonio y la riqueza.
Hace un par de semanas el Fondo Monetario Internacional publicó en su último Monitor Fiscal un análisis de la situación económica en el que recomendaba volver a las políticas de austeridad para hacer frente a los rebrotes inflacionarios. Concretamente, decía que «los esfuerzos de las autoridades monetarias para que la inflación vuelva al nivel fijado como meta deben complementarse con una política fiscal más restrictiva».
Las autoridades de Estados Unidos y Europa no paran de repetir en los últimos días que el sistema bancario es sólido y que no hay que preocuparse porque están preparadas para evitar que pueda tener problemas.
«La guerra es la paz; la libertad es la esclavitud; la ignorancia es la fuerza»» (1984, George Orwell)
No sabe qué es peor, un pasado irrecuperable o un presente que lo destruirá si lo observa con demasiada atención. Luego está el futuro. Puro vértigo.