Juan Torres López es catedrático de Economía Aplicada de la Universidad de Málaga (España).
Página web: www.juantorreslopez.com»
Juan Torres López es catedrático de Economía Aplicada de la Universidad de Málaga (España).
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La historia de la reducción de la jornada laboral viene de muy lejos y quizá tiene su hito más importante en el establecimiento de la de ocho horas diarias. Lo quizá poco sabido es que este máximo tiene su origen en la Edad Media, o que se impuso en 1583 por el rey Felipe II a los trabajadores que construían El Escorial y después a los indígenas americanos, por las Leyes de Indias de Carlos II.
Muchas de las personas que lean estas líneas quizá no hayan oído hablar nunca de los «fondos buitres» o no sepan a qué se dedican y por qué se llaman así.
Uno de los mitos más extendidos en nuestra sociedad es que la economía capitalista en la que vivimos funciona o puede funcionar guiada tan sólo por una mano invisible que, a partir de la simple iniciativa individual, organiza todo el orden económico garantizando -automáticamente y sin necesidad de ninguna otra intervención- estabilidad y plena satisfacción de los intereses generales.
El 19 de octubre del año pasado, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, escribió (con toda la razón) el siguiente mensaje en la red X (antes Twitter): «Los ataques de Rusia contra infraestructura civil, especialmente eléctrica, son crímenes de guerra. Los cortes de agua, electricidad y calefacción cuando llega el invierno a hombres, mujeres y niños son actos de terror».
La cumbre de la Unión Europea en Granada ha vuelto a mostrar que las auténticas avalanchas de personas que tratan de sobrepasar de cualquier forma nuestras fronteras constituye un problema nacional e internacional de primer orden que los gobiernos no son capaces de resolver.