Artículos
La pandemia por el COVID19 está siendo funcional a la ofensiva del capital contra el trabajo, la naturaleza y la sociedad. En efecto, la reestructuración regresiva del orden capitalista, política esencial de la salida de la crisis de los 60/70, nominada como “neoliberalismo”, se profundiza en esta coyuntura de convergencia de crisis sanitaria y económica.
Cuando muchos hablan de pos-pandemia y retorno a la normalidad pre COVID19, nuevas cepas del coronavirus se hacen sentir, además de la discriminación en el acceso a las vacunas.
Concretada la elección legislativa de medio turno (2019-2023) pueden destacarse varias cuestiones para el análisis de la coyuntura en la Argentina.
Mientras repasaba informaciones relativas a las elecciones en Nicaragua, realizadas el 7/11/2021, recibí un mensaje con el interrogante del título. A 104 años de la revolución de octubre y de la expectativa esperanzada generada por décadas sobre la posibilidad del socialismo en el imaginario social mundial, el objetivo aparece desvanecido en la coyuntura.
Coincidieron este fin de semana dos cónclaves mundiales centrados en el debate sobre el “calentamiento global”, la COP 26 en Glasgow, Escocia y el G20 en Roma, Italia.
Ante la escalada de precios minoristas y a menos de un mes de las elecciones legislativas de medio término, el gobierno dispuso controles de precios por 90 días sobre un conjunto de casi 1500 productos. Se trata de una medida que se suma a otros controles o regulaciones sobre el mercado, tal el caso de las divisas y el mercado cambiario, el llamado “cepo”.
El INDEC informó un nuevo salto en los precios al consumidor en septiembre 2021 del 3,5%, que medido de manera interanual alcanza al 52,5% y al 37% acumulado en los 9 meses del año, entre enero y septiembre.[1]
Resulta preocupante confirmar la información provista en la actualización de las perspectivas económicas para el 2021 que presenta en su reunión anual de octubre el FMI.[1]
No sorprende la nueva denuncia de investigación periodística sobre la evasión, el lavado de dinero y el delito financiero explicitado en “paraísos fiscales”[1].