Artículos
La República Popular China y los Estados Unidos de América no son socios, no son economías que compitan en un ámbito de libremercado, fuera de tensiones o posibilidades de llegar a enfrentamientos más allá de los comerciales y diplomáticos.
La autodeterminación es un proceso llevado a cabo por muchos países y que refleja anhelos, esperanzas, sueños por desarrollar un camino propio. Un elemento fundamental para la soberanía de los pueblos, con proyección de futuro que se construye en base a necesidades e intereses de los miembros de determinada comunidad.
Resulta absolutamente abominable el curso que está tomando la política internacional y la actuación de las potencias occidentales y sus aliados, magnificada por mass media convertidos en medios de desinformación y manipulación.
Terminada la administración del expresidente estadounidense Donald Trump, en enero del año 2021, el triunfo del demócrata Joe Biden hizo pensar a varios incautos dedicados al análisis internacional, que las deterioradas relaciones entre la República Popular China y Estados Unidos iban a mejorar significativamente.
A la hora de responsabilidades por la tragedia de muerte y destrucción en el Donbás, esta hay que hacerla recaer, fundamentalmente, sobre los países de Europa bajo la guía de Estados Unidos, que han incrementado la provisión de armas al régimen de Kiev desde el golpe de febrero del año 2014 a la fecha.