Sabino Cuadra Lasarte

Artículos

Es lo que tiene el corcho, que aunque lo sumerjas una y mil veces en agua, siempre vuelve a salir a flote. Obedece así al principio de Arquímedes, ése que habla de la fuerza que empuja a los cuerpos sumergidos a emerger.

Hace ya ocho meses, en septiembre de 2020, el Gobierno aprobó el anteproyecto de Ley de Memoria Democrática. Un mes después, en el Encuentro estatal de Colectivos de Memoria Histórica y Víctimas del Franquismo (un par de cientos de grupos participaron en el mismo) se dio un repaso a su contenido.

Lo que sigue tiene que ver con la afirmación reciente del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, afirmando que “España es una democracia plena”. Contestaba así a Pablo Iglesias, quien, a cuenta de la condena del rapero Pablo Hasel, había puesto en una cierta solfa la calidad de la democracia española.

Y dijo Yahve a Adán y a su fotocopia, Eva: “Procread y multiplicaos y henchid la tierra; sometedla, dominad sobre los peces del mar, sobre las aves del cielo y sobre los ganados y sobre todo cuanto vive y se mueve sobre la tierra”. No mencionó expresamente a los virus, pero yo creo que se pueden dar por incluidos, porque estos bichos moverse, lo que se dice moverse, sí que lo hacen, y mucho.

Nos han mareado con cifras, gráficos y mil y una declaraciones de expertos; con una política de cuarto y mitad de cada que nadie ha acabado de entender; con mucha alabanza propia y mayor culpabilización ciudadana.

Que conste que el título de este artículo es tan solo eso: el título de un artículo. No es un llamamiento a bombardear con fiemo o boñiga la primera instalación militar que se tenga a mano, pues uno sabe del escaso sentido del humor que habita en los ámbitos castrenses.

Cuando la cumbia colombiana “Se va el caimán” llegó a España en los años 50, los censores la tacharon de subversiva, prohibiendo su emisión. Con su mente calenturienta, identificaron al saurio con Franco y entendieron que la canción reclamaba el derrocamiento del dictador. Consiguieron, sin embargo, lo contrario a lo que se perseguía, pues la gente comenzó a cantar el estribillo en cualquier ocasión y lugar.

1 2 3 4 5 6 18