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Hace poco más de un año los irlandeses, los únicos ciudadanos europeos llamados a votar el Tratado de Lisboa, rechazaron ese texto. Ahora Dublín anuncia una nueva consulta sobre el mismo documento para el próximo 2 de octubre y para celebrarla el Gobierno ha conseguido un protocolo en el que simplemente se afirma que el contenido del Tratado no interfiere con la legalidad irlandesa, pero no se ofrece ninguna garantía de que eso no vaya a ocurrir.
Nacionalistas y republicanos esperan que el desarme de tres grupos lealistas norirlandeses marque el fin de las actividades paramilitares. Según hicieron público UVF y RHC, todas sus armas y explosivos han sido destruidos, mientras que UDA confirmó el inicio del desarme.
Aún sin confirmación oficial, y cuatro años después de que lo hiciera el IRA, ya se da por hecho que las principales organizaciones paramilitares lealistas, UVF y UDA/RHC, han iniciado el proceso de destrucción de su armamento según los términos del Acuerdo de Viernes Santo. Sin embargo, si en el caso republicano el fin de la campaña armada fue una decisión política, se sospecha que la presión institucional y financiera de Londres y Belfast ha sido esenciales en la decisión lealista.
Pierde elecciones, y con ellas concejales, eurodiputados y ministros, pero el líder del Ejecutivo británico, Gordon Brown, insiste en seguir adelante a pesar de la marea en contra en el seno de su partido, en las filas de la oposición y en el electorado. Ayer pidió unidad a los parlamentarios de su partido. Las elecciones […]
Se afirma que la dimisión de Hazel Blears, secretaria de Estado para Comunidades del Gobierno de Brown, no se debe tanto al escándalo de las finanzas como al deseo de forzar la salida del primer ministro británico en la víspera de las elecciones. Sin embargo, filtraciones sobre los estados financieros de Blears, que algunos sospechan provienen de la oficina de Brown, han minimizado el impacto de su dimisión.
Los resultados de estas elecciones europeas en el norte de Irlanda van a ser analizados por comentaristas políticos que ya vislumbran en las preferencias de los votantes la respuesta a muchas de las incógnitas que plantea el complicado panorama político norirlandés.
Las encuestas auguran un mal resultado para el laborismo, pero los conservadores tampoco las tienen todas consigo. El último escándalo en el Parlamento británico les ha salpicado a todos y un cuarto de los electores se inclina por el voto de castigo en los comicios del 4 de junio.
El IRA Auténtico, grupo disidente del ya inactivo Ejército Republicano Irlandés (IRA) opuesto al proceso de paz, amenaza con atentar en Gran Bretaña cuando lo crea «oportuno» y lanza una advertencia al viceministro principal norirlandés, el republicano Martin McGuinnes.
La manifestación del pasado sábado en Londres, que congregó a 35.000 personas, es sólo un aperitivo de lo que se espera con motivo de la cumbre del G-20, que contará con la presencia de jefes de Estado -incluyendo al presidente de EEUU, Barack Obama-, en la capital británica.
Un gobierno conservador incapaz de responder a la recesión. Una oposición de derecha que magnifica las iniciativas económicas del Ejecutivo. En vísperas de un nuevo incremento de los impuestos, Sinn Féin ofrece su presupuesto diferente y busca una alternativa política.