1. De leyes o cosas jurídicas (que poco sé) aparecen a diario en las «conferencias mañaneras» del presidente López Obrador. En mis lecturas históricas acerca de los cambios sociales y las intervenciones de los trabajadores en las luchas por sus derechos, he aprendido -como dijera AMLO en su «mañanera»- que «ley y justicia no son […]
1. De leyes o cosas jurídicas (que poco sé) aparecen a diario en las «conferencias mañaneras» del presidente López Obrador. En mis lecturas históricas acerca de los cambios sociales y las intervenciones de los trabajadores en las luchas por sus derechos, he aprendido -como dijera AMLO en su «mañanera»- que «ley y justicia no son lo mismo». La ley me parece lo pasado, lo estático, lo autoritario, lo que se impone; por el contrario, la justicia es presente, viva, integral, dinámica, que para ser puesta en práctica debe estudiarse en el contexto de los hechos.
2. Me imagino a los abogados pensando, buscando, escogiendo, la ley que corresponde aplicar en casos que se presenten siempre en función de los intereses que correspondan a la institución; por el contrario, la justicia es otra cosa: se busca aplicar en el momento siguiendo reglas muy prácticas. Las leyes son principios «dogmáticos» que buscan aplicarse sin discusión, sin averiguar si son justas, si han envejecido o sin que respondan a una realidad diferente. La justicia es concreta, directa, abierta y puesta a discusión, de preferencia haciendo a un lado los dogmas.
3. Pienso que las leyes pueden ser nefastas, muy dañinas como se aplican sin ton ni son. Personalmente nunca me he dado cuenta si cumplo leyes o las violo. Trato a los seres humanos -especialmente a los explotados y oprimidos- con el mayor respeto, la humildad y la solidaridad posible. Marcho junto a ellos en sus protestas y cuando nos han reprimido he enfrentado a los represores junto a ellos. Allí de plano siempre he repudiado la ley de los poderosos porque siempre he buscado la justicia para los perseguidos.
4. ¿Qué leyes violo cuando digo que no soy patriota, no canto el himno nacional, no saludo a la bandera, no me gusta el servicio militar, tampoco los uniformes; cuando no sigo alguna religión ni creo en dios o dioses; cuando combato el racismo y la acumulación de riquezas producto de la explotación y la corrupción? Luchando por la justicia en mis tiempos juveniles coloqué volantes y carteles en los muros, así como usé la brocha para pintar consignas políticas contra los gobiernos, los empresarios y en apoyo a las luchas sociales. ¿Eso es violar la ley para apoyar la justicia?
5. De plano, pienso que las leyes deben cambiarse permanentemente para no envejecer, o bien siempre deben estar muy abiertas para transformarlas de acuerdo a los cambios sociales. El 99 por ciento de la población no conoce la Constitución de la República, mucho menos otras leyes y reglamentos.; sin embargo, a pesar de esa realidad innegable, esa población actúa con respeto a lo que considera justicia. El pueblo no necesitó conocer leyes para intuir lo que es justicia con los padres, familiares, amigos. Por ello las leyes busco pasármelas por el arco de triunfo; la justicia no. (24/IV/19)
Blog del autor: http://pedroecheverriav.wordpress.com
Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.