El gobierno de Donald Trump declaró la emergencia nacional el 13 de marzo pero desde febrero aplica un programa de deportación de latinoamericanos residentes en Estados Unidos, algunos de los cuales fueron trasladados compulsivamente a diversos países pese a ser portadores del virus.
Categoría: EE.UU.
Donald Trump es sólo un ingrediente más de una problemática que viene de lejos. El belicismo norteamericano padece de una prolongada insuficiencia en los terrenos de Marte, impropio de una gran potencia que desde hace tiempo ya posee el gasto militar más alto y el aparato bélico más poderoso, en ambos casos, del planeta.
“El racismo estadounidense crudamente expuesto”: una cantidad desproporcionada de afroestadounidenses muere por COVID-19

Desde que la Covid-19 comenzó a golpear Estados Unidos, algunos activistas antivacunas y algunos representantes políticos que los ven con simpatía han participado en protestas contra las órdenes de confinamiento para ralentizar la expansión un virus que en Estados Unidos ya se ha cobrado más de 56.000 vidas.
No es solo EE.UU.: el mundo entero se enfrenta a un descalabro económico de dimensiones desconocidas para cualquiera de las generaciones vivas, y de momento no existe ninguna hoja de ruta que garantice la restauración de la normalidad previa a la pandemia, habida cuenta que este modelo capitalista no sirve ni funciona.
Somos el país más rico de la historia mundial, pero en tiempos de profunda desigualdad de riqueza e ingresos, este hecho poco importa a la mitad de nuestra población que vive al día, a los 40 millones viviendo en la pobreza, a los 87 millones sin seguro médico o con uno insuficiente y al medio millón sin techo.
La pandemia de Covid-19 tuvo un impacto significativo en las campañas electorales de 2020 de los dos partidos capitalistas, el republicano y el demócrata. En cuanto a los demócratas, Bernie Sanders se vio obligado a abandonar su campaña. Su principal fuerza eran los grandes mítines que ya no podían tener lugar. Esperaba ganar unos cuantos […]

Si algo positivo queda de la macabra lección dictada por el coronavirus es la desnudez de la cruda realidad, que con tanto esmero han ocultado los medios de información, y la demostración fehaciente de que la democracia, tal como está estructurada hasta el día de hoy, es la dictadura camuflada de los poderosos sobre toda la sociedad.
El confinamiento decretado en Estados Unidos y en muchos países del mundo para hacer frente a la pandemia de COVID-19 ha paralizado la economía capitalista y, por tanto, ha demolido el proceso de la acumulación de capital.