En la gramática social colonial lo indio surgió como un elemento destinado a ser adjetivo: sucio, apestoso, traicionero, ladino, manipulable, salvaje entre otros. En los sintagmas sociales, todo lo nombrado como indio, fue destinado a ser un calificativo. Durante 500 años, esos adjetivos siempre fueron negativos. En el Ecuador de finales del s. XX, tras la irrupción, tan violenta como definitiva, del movimiento indígena, lo indio empezó un camino sin vuelta atrás: un cuestionamiento sustancial a esa gramática social colonial.
Categoría: Racismo y opresión capitalista
El Estado ecuatoriano conserva una estructura socio-política ajena a los indígenas, que no alcanzan igual consideración y derechos que los demás ciudadanos, no digamos ya el reconocimiento de su nacionalidad histórica.
Ecuador: Rechazamos las expresiones de racismo que se han dado en el contexto del Paro Nacional, tanto aquellas que se han manifestado con virulencia a través de disparos, insultos y descalificaciones como otras formas de racismo sutil que han infantilizado a las bases del movimiento indígena. Frases como “vuelvan a las comunidades”, pronunciada por el Presidente Lasso, parecerían propias de un patrón de hacienda incapaz de concebir una noción descolonizada de ser campesino indígena.
Hay diferentes estratos de experiencia histórica que se movilizan en el levantamiento indígena popular. Un estrato anticolonial que lucha contra la persistencia del racismo, que de una u otra forma está ahí, aunque no es lo central ahora. Junto a ello, un estrato antineoliberal central que recuerda los agravios sufridos en los 90.
En Colombia el racismo es una pandemia interiorizada que sus portadores no logran visibilizar.
El año nuevo Andino, Amazónico y del Chaco es el nombre con que se conoce una celebración indígena que también es llamado como Willka kuti, Machaq Mara o Año Nuevo Aymara.
La Coalición Negra por los Derechos, que reúne a los principales grupos del movimiento negro, lanzó 101 precandidaturas para las elecciones de octubre. El objetivo es ampliar la escasa representación institucional de esta población, mayoritaria en el país.
Argentina: Este año hay diez sitios sagrados declarados de forma oficial, recuperando una parte fundamental de la identidad de los pueblos originarios. Desde Viedma a Napalpí y Namuncurá. Historias de sus pasados, la importancia de la restitución de restos y la denuncia por el avance del sector inmobiliario.