Najib Mikati trata de lograr la cuadratura del círculo formando un gobierno que contente a las fuerzas políticas libanesas y a las potencias regionales y occidentales que fiscalizan el país. Prosirio y perseguido por la justicia por presunta corrupción, el multimillonario suní Mikati ya fue primer ministro en dos ocasiones, pero la tarea de gobernar Líbano es cada día más compleja.