Mah Iahdih Nan | 

África , especialmente el África francófona, la maltratada y la que sigue sujeta a la expresión más bárbara del neocolonialismo, vive días convulsos, con masivas muestras populares de rechazo a ese tedioso, abusivo e interminable neocolonialismo que practican la metrópoli francesa y sus lacayos en África como Senegal y Marruecos.

Las fuerzas de ocupación marroquíes arrestaron a cuatro ciudadanos saharauis al mediodía del 7 de septiembre de 2023, mientras se preparaban para reunirse con el enviado personal del Secretario General al Sáhara Occidental, Stéphane De Mistura.

Guadi Calvo | 

Tanto Malí cómo Burkina Faso están pagando un altísimo costo por la decisión de romper de una vez por todas con Francia, la potencia colonial que ha seguido manejando esos países, más allá de la declaración de independencia a comienzos de los años sesenta.

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Hace unos años, un misterioso hacker dispersó en la red miles de documentos confidenciales de algunas instituciones marroquíes, ministerio de Asuntos Exteriores, servicios secretos y diversas personalidades. El objetivo de esta operación era poner al descubierto la diplomacia de Marruecos y cómo se confunde con la corrupción, el engaño y el chantaje.

Mientras no dejan de aparecer cadáveres de entre los escombros, la población de las zonas afectadas se indigna ante una desigualdad sistémica que se ha traducido en cientos de víctimas.

Analistas internacionales apuntan una previsible pérdida de la influencia francesa en el Sahel

Enric Llopis | 

La historia poscolonial africana ha estado plagada de golpes de Estado, la inmensa mayoría de ellos destinados a profundizar los sistemas de dependencia con las viejas metrópolis. Los pocos procesos que aspiraron a un cambio radical en el statu quo establecido por los colonialistas fueron violentamente abortados: Lumumba, Cabral, Sankara, son algunos de los nombres que encabezaron movimientos verdaderamente independentistas y oportunamente fueron ejecutados por Occidente como advertencia para aquéllos que intentaran seguirlos.

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Rubén Ramos |