Traducido para Rebelión por Paco Muñoz de Bustillo
Categoría: EE.UU.
Traducido del inglés para Rebelión por Beatriz Morales Bastos
La tesis de que Estados Unidos había comenzado una lenta pero irreversible declinación como superpotencia fue descalificada por los portavoces de lo «políticamente correcto».
La clase dominante, los magnates financieros y los dueños del gran capital en Estados Unidos controlan ahora como nunca antes el proceso electoral. Y además lo controlan sin ningún recato y con menos subterfugios.
El ex vicepresidente de EE.UU. también se lleva Misisipi, Misuri y Idaho.
Los resultados del último capítulo de las primarias del Partido Demócrata, conocido como Súper Martes, significaron un éxito para los sectores más conservadores de esa agrupación política.
Algunas voces críticas cuestionan que a Sanders le preocupen las formas en las que las personas sufren diferentes opresiones, pero creo que su liderazgo nos ofrece la mejor oportunidad de erradicar estas injusticias específicas.
Más allá del caso Sanders, el enojo del gobierno israelí y del AIPAC es revelador de la inquietud que agita a los partidarios del Estado de Israel a medida que constatan que el apoyo a la política de este último está menguando en EE.UU., en particular en el electorado demócrata, entre otros.
Cunde el pánico en el Estados Unidos de arriba. Bernie Sanders es el competidor a vencer por los otros contendientes, o por lo menos a restarle empuje, en las primarias de Carolina del Sur [del pasado sábado 29], y, sobre todo, en el supermartes 3 de marzo cuando se disputarán 1357 delegados al colegio electoral.
Un virus nos muestra la importancia y la urgencia de una sanidad pública para todas las personas, de una sociedad que cuide a todas las personas. Se le puede llamar socialismo democrático o de cualquier otra manera.