A pesar de los bombos y platillos que sus promotores hicieron resonar, la reciente Cumbre de los Sistemas Alimentarios de las Naciones Unidas pasó casi desapercibida a nivel internacional. Más de 600 organizaciones rurales del mundo entero la boicotearon. Desenlace lógico de una convocatoria que, desde su inicio, les dio la espalda a prominentes actores sociales.