
La memoria colectiva del pueblo cubano cada vez contempla menos los tiempos previos a 1959: las dificultades que enfrentan ya no son «problemas que aún persisten», sino dificultades que se han creado, recreado y actualizado a lo largo de sus vidas. La Revolución, para seguir siendo, necesita ofrecer una nueva noción de futuro, reformular la utopía.