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Con el nombre de Bolívar y la impronta de Chávez

Fuentes: Rebelión

«Vamos a decirlo: ALCA, ALCA, al carajo… ¿Quién enterró al ALCA? Los pueblos de América enterramos al ALCA, hoy, aquí en Mar del Plata». ..»Hemos venido con una pala, porque en Mar del Plata está la tumba del ALCA»… ¿Cómo no recordar las frases que pronunció Hugo Chávez ante decenas de miles de personas que […]

«Vamos a decirlo: ALCA, ALCA, al carajo… ¿Quién enterró al ALCA? Los pueblos de América enterramos al ALCA, hoy, aquí en Mar del Plata». ..»Hemos venido con una pala, porque en Mar del Plata está la tumba del ALCA»… ¿Cómo no recordar las frases que pronunció Hugo Chávez ante decenas de miles de personas que asistieron al encuentro popular paralelo a la IV Cumbre de las Américas en noviembre del año 2005? 

La condena de Chávez al Área de Libre Comercio de las Américas, el más completo proyecto de sometimiento elaborado en Washington para el resto de América, se expresó en estas consignas, pero también en acciones contundentes.

En diciembre del año 2004, en La Habana, Hugo Chávez y Fidel Castro firmaron el protocolo para la creación de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América, ALBA.

A la propuesta yanqui de extender hacia América Latina los tratados comerciales firmados en Norteamérica, ambos líderes opusieron una plataforma de integración regional.

La XIV Cumbre Extraordinaria del ALBA-TCP, rinde homenaje a Chávez en el cuarto aniversario de su desaparición física, pero está llamada a convertirse en escenario de condena a las pretensiones de la derecha, que hoy pretende retomar el ALCA.

El ALBA-TCP

En abril de 2001, Hugo Chávez firmó la declaración final de la III Cumbre de las Américas, pero dejó constancia de la oposición de Venezuela al ALCA. En diciembre de ese mismo año, en la III Cumbre de Jefes de Estado y Gobierno de la Asociación de Estados del Caribe (Isla Margarita), presentó la idea del ALBA, que se concretó en La Habana en el año 2004.

En abril del año 2006 se incorpora Bolivia y propone los Tratados de Comercio de los Pueblos (TCP), diseñados como instrumentos de intercambio solidario y complementario entre los países. En junio del 2009, se reconoce ALBA-TCP como nombre oficial de la plataforma.

La definición que ofrece Chávez, es elocuente: «El ALBA es un proyecto geopolítico, político, económico, pero el fin último es el fin social».

Después de Cuba, Venezuela y Bolivia, se han unido Nicaragua, Mancomunidad de Dominica, Antigua y Barbuda, Ecuador, San Vicente y Las Granadinas, Santa Lucía, San Cristóbal y Nieves y Granada. La adhesión de Honduras se produjo en agosto del año 2008, pero tras el golpe de Estado en el año 2009 se produjo la separación.

¿Por qué Fidel y Chávez?

Fidel Castro y Hugo Chávez crearon el ALBA porque sustentaban las posiciones más radicales contra el ALCA. Ambos entendieron engañoso el proyecto de desarrollo fundamentado en el mal llamado libre comercio y supieron que era necesario conquistar la autonomía continental.

A principio del año 2004, habían impulsado la Misión Milagro, que sigue vigente y ha beneficiado con cirugías oftalmológicas gratuitas a millones de latinoamericanos.

Estuvieron coordinados en la acción tanto como en el discurso.

En la IV Cumbre de las Américas, Chávez calificó como «un cuento perverso» la esperanza de desarrollo basado en el libre comercio, y llamó a los gobiernos a realizar cambios incluso en la formación de los militares.

Fidel Castro, en su larga trayectoria como estadista, reconoció como necesaria la integración continental. En julio de 1993, en la clausura del IV Encuentro del Foro de Sao Paulo, expresó:

«Hay que admirar la grandeza de Bolívar cuando en época tan temprana planteó la unión de los pueblos de América Latina, en una época en que no existía la aviación, ni los automotores, ni las locomotoras, ni el telégrafo, ni el teléfono, ni la radio, ni la televisión. Hoy en cuestión de segundos se comunica cualquiera desde México con Buenos Aires y las noticias se difunden simultáneamente a todas partes del mundo, hoy en cuestión de horas se recorren miles y miles de kilómetros, hoy hay medios de comunicación fabulosos y ya Bolívar hablaba de la necesidad de la unión de América Latina, cuando nada de eso existía, quizás fuera entonces un imposible; después Martí fue uno de los más fervientes defensores de la unidad de América Latina, 80 años después, ya en otra época, y la planteaba como una necesidad vital de nuestros pueblos. Han pasado casi 170 años desde la independencia y todavía la América Latina está dividida, está balcanizada».

Y a continuación sentenció:

«No es una cuestión sentimental, decía, es una cuestión vital, es una cuestión de supervivencia, estamos viviendo en un mundo de grandes gigantes económicos e industriales, de grandes comunidades económicas y políticas. ¿Qué perspectivas de independencia, de seguridad y de paz, qué perspectivas de desarrollo y de bienestar tendrían nuestros pueblos divididos? Claro que es una tarea dificilísima, basta analizar los esfuerzos aislados de integración para comprender cuán difícil es la tarea de la integración económica, pero es que tenemos necesidad de la integración económica, de la integración política y de vencer todos los obstáculos. No son las transnacionales las que nos van a integrar y las que nos van a unir; pero cuando hablamos de la integración económica y política de América Latina, hablamos, sobre todo, de una cuestión de conciencia, de una conciencia que hay que formar, de un pensamiento que hay que crear. Si no se crea un pensamiento, si no se crea una conciencia, nada será posible.»

Y en la creación de conciencia, en el sector educativo cuyo control por el gran capital se consigna en los documentos definitorios del ALCA, trabajaron los líderes fundadores del ALBA.

Hay que citar no solo la constitución de medios de comunicación de gran alcance, sino también los programas de alfabetización y postalfabetización (en particular el cubano Yo Sí Puedo) que se han aplicado con éxito en Venezuela, Bolivia y Nicaragua.

En el plano político, otras formas de integración surgieron a partir del ALBA, entre ellos, la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) y la Comunidad de Estados Latinoamericanos y del Caribe (CELAC).

La derecha intenta retomar el ALCA

Podrían cambiar el nombre y darle los retoques requeridos en la nueva coyuntura, pero la derecha se propone retomar el ALCA.

Con ese fin, intenta colocar a un banquero en la presidencia de Ecuador y derrocar el gobierno de Venezuela, además de mantener el asedio contra la Revolución Cubana.

Es necesario fortalecer el proceso de avance político, porque el saqueo y la subordinación son grandes obstáculos en el camino hacia el desarrollo autónomo.

En el surgimiento del ALCA hay que citar a George Bush (padre) y en su impulso a George Bush (hijo). Hay que decir que los funcionarios del gobierno de Obama utilizaron sucios recursos para impedir el avance de la integración regional y el fortalecimiento de la CELAC.

El ALBA-CTP debe, pues, continuar y fortalecerse.

Enfrentar a quienes sostienen la guerra económica en Venezuela, denunciar las maniobras de la derecha contra el gobierno de Rafael Correa y condenar el asedio contra Cuba, son tareas ineludibles. Hay que articular la Patria Grande… En homenaje a Chávez y a Fidel, en reconocimiento a la estatura de Bolívar, y porque debemos legar a las nuevas generaciones una América sin injusticia ni exclusión.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso de la autora mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.