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Paraguay

Federico Franco, al albañal de la historia

Fuentes: Rebelión

Nuestra historia reciente tiene tres protagonistas principales: Fernando Lugo, que pasará a la historia como el líder que derrotó al partido más longevo en el poder, y Horacio Cartes, el que recuperó el paraíso perdido para colorados. En el último peldaño quedará Federico Franco, el hombre que a cambio de unas monedas se complotó contra […]

Nuestra historia reciente tiene tres protagonistas principales: Fernando Lugo, que pasará a la historia como el líder que derrotó al partido más longevo en el poder, y Horacio Cartes, el que recuperó el paraíso perdido para colorados. En el último peldaño quedará Federico Franco, el hombre que a cambio de unas monedas se complotó contra el que fue su compañero en el 2.008. Después del 15 de agosto, Franco será probablemente un poco más rico y podrá disfrutar de una vida hedónica y más lujosa, pero ya no podrá salir tan libremente a caminar por las calles de la ciudad. Ninguno de los ex mandatarios tiene el estigma que carga Franco. Hasta al mismo González Machi la gente lo saluda con cierto afecto, que ya es mucho. Pero para Franco, las cosas no serán tan fáciles. A partir del 15 tendrá que enfrentarse a la cotidiana posibilidad de que algún indignado ciudadano lo escrache en la vía pública, acusándolo de golpista.

Hace unos días, en Pycasu, una aislada comunidad guaraní ñandeva, a pocos kilómetros de la frontera con Bolivia, el líder me dijo: «Ore pe tipo peape nï ndoroheshasei» (A ese tipo nosotros ni siquiera le queremos ver), refiriéndose a Franco, quien pretendió inaugurar el centro comunitario, que no se pudo terminar por falta de fondos. Los fondos que Franco negó a la comunidad por ser una obra iniciada por Lugo.

Hay muchas cosas que endilgar a Lugo en sus cuatro años de gobierno, y en el futuro a Cartes seguramente también, pero los dos fueron elegidos con legitimidad. Nuestro tercer personaje no, éste ingresó al palacio de gobierno (y a nuestra historia reciente) por los albañales, según su propio correligionario Domingo Laíno. En los libros de historia, el nombre de Lugo quedará como el personaje que derrotó al partido colorado y que fue víctima de un golpe parlamentario. Franco ocupará el lado oscuro de la historia: los albañales, un lugar que le cabe más a su justa medida probablemente.

 

 

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