Recomiendo:
0

Entrevista a Juan Iñigo Carrera a propósito de los ciclos políticos en América Latina

«No son dos modelos contrapuestos, sino dos caras de una misma moneda»

Fuentes: Hemisferio Izquierdo

Juan Iñigo Carrera es docente de la Universidad de Buenos Aires y director del Centro para la Investigación como Crítica Práctica (CICP).

Hemisferio Izquierdo: ¿Qué elementos hay que tener en cuenta para comprender la acumulación de capital en América Latina y cómo se relaciona con los ciclos políticos?

Juan Iñigo Carrerra (JIC): Lo primero a responder es por qué hay ciclos políticos en América Latina. Y lo primero que aparece es que hay dos proyectos, dos modelos de desarrollo económico, como le quieran llamar, contrapuestos que hoy día sería el progresista por un lado y el neoliberal por otro. El neoliberal históricamente venía bajo la forma política de las dictaduras militares, pero que ahora se expresa en distintas formas de formalidad democrática, el caso de Macri que gana las elecciones, o el caso de Temer a partir de una maniobra ilegal parlamentaria, pero que formalmente aparece como justificada. La cuestión que uno tiene cuando trata de explicarlos de esta forma es que la razón de un ciclo u otro terminan siendo simplemente dos voluntades políticas antagónicas que tienen estos proyectos y que se enfrentan, y que ninguno de los dos tiene la capacidad de imponerse sobre el otro, lo que se ha llamado el «empate hegemónico», y afirmar su hegemonía plena y por eso la forma cíclica.

Parecería que esa explicación que hace a las formas concretas, porque es claro que los sujetos portadores de estos ciclos son, no siempre, pero en general son distintos, y que sus acciones son las portadoras de un paso de lo que en este discurso aparece como de «un modelo a otro». Pero si uno se detiene en esas formas concretas, y las vacía de sus determinaciones, no se pregunta por su necesidad, entonces lo que hace es convertilas en abstracciones. Entonces lo más concreto es efectivamente partir de estas manifestaciones inmediatas pero preguntarse qué contenido tienen, y ese contenido trasciende las voluntad de los individuos que las portan y las expresan. Entonces lo que uno se tiene que preguntar es qué forma nacional particular de acumular capital está portada y se realiza en esos sujetos.

Cuando uno observa estos procesos nacionales de acumulación en América Latina, aunque habría que hacer cierta salvedad con respecto de México y Centroamérica porque cambiaron su especificidad, se convirtieron en fuentes de fuerza de trabajo barata para el capital en la nueva división internacional del trabajo, el primer rasgo común y específico que tienen es que en sus territorios hay una participación muy grande de la producción agraria, o de la producción minera, con una productividad del trabajo en promedio mucho más alta que la que determina los precios en el mercado mundial por las condiciones naturales del territorio, y en consecuencia se apropia dentro de estos países una masa de renta de la tierra, de renta diferencial básicamente, y de renta de simple monopolio según las circunstancias.

Lo que uno tiene delante es esta apropiación de renta, entonces aparece la discusión respecto de la fuente de plusvalía que constituye esa renta, y la fuente de plusvalía es, como la renta diferencial brota en el proceso de circulación por la igualación de la tasa general de ganancia, y como en la circulación nunca se puede generar valor, por lo tanto esa plusvalía tuvo que estar generada en un proceso de producción que es anterior a la formación a la tasa general de ganancia. Entonces la fuente de esa plusvalía que tiene la forma de renta diferencial es plusvalía producida por los obreros que directa o indirectamente consumen las mercancías portadoras de la renta. Y en cuanto todos estos países se caracterizan por exportar estas mercancías que portan renta de la tierra, esa es plusvalía que sale de otros ámbitos nacional y afluye hacia América Latina.

Este es el primer rasgo específico. La pregunta siguiente es qué efecto tiene esta afluencia de renta en la forma nacional de la acumulación de capital. Lo que está tomado de manera general, aunque en las discusiones políticas sin mirarlo como renta de la tierra, aparece reconocido que hay una apropiación de esa masa de riqueza social, la concepción general es que eso es apropiado por los terratenientes, y que a lo sumo marginalmente algo se les escapa. Lo que yo planteo sobre la base del desarrollo de las formas de la acumulación de capital en Argentina (1), y de mirar las manifestaciones cuantitativas de ese proceso, es que esa masa de renta que afluye hacia el ámbito nacional tiene diversos apropiadores. Por un lado la clase terrateniente, pero que no es ni de lejos la única, sino que esa renta es la que históricamente han usado los países latinoamericanos para pagar sus deudas públicas externas, que están contraídas sin contrapartida en la expansión de las condiciones generales de acumulación de capital dentro del ámbito nacional. Y el Estado para pagar la deuda pública externa tiene que tomar de manera directa una parte de la renta y por eso hay impuestos a la exportación, que es un rasgo característico, hoy de la Argentina, era históricamente de otros ámbitos nacionales, ya en principio eso ha tomado otras formas.

Además de este movimiento de la renta para el pago de la deuda pública, lo que uno tiene es su apropiación por capitales industriales, aunque también comerciales y bancarios, vía distintos cursos. Para ser simple hay otro curso principal que es la sobre-valuación de la moneda nacional, de la cual Uruguay es un exponente particularmente marcado, que hace que se abarate la importación de medios de producción para el capital y de medios de vida para la población obrera, lo cual abarata la fuerza de trabajo, porque con la moneda sobrevaluada se paga internamente por debajo del precio del mercado mundial, pero esto después se refleja en los precios internos y luego se refleja en la determinación del salario. La moneda sobrevaluada permite que cuando se remiten utilidades al exterior, esas utilidades al pasar por la mediación cambiaria se multipliquen. Y después hay otras formas que según la magnitud de la renta se hacen más o menos presentes, que implican la acción directa del Estado fijando precios internos, fijando cupos, teniendo el monopolio del comercio interno y externo, en Argentina ha sido una forma histórica con presencia significativa. Además las mercancías que se exportan cuando van al consumo interno, sea por efecto de los impuestos a la exportación, sea por efecto de la sobre-valuación, sea por efecto de la fijación directa de precios, también circulan internamente por debajo del precio del mercado mundial, y eso abarata la fuerza de trabajo.

¿Quiénes son los capitales que se benefician de la renta? En una primera fase los beneficiarios son muy manifiestamente los acreedores externos del Estado nacional, donde los Estados nacionales se endeudan pagando tasas de interés que están por encima de las normales del mercado mundial, y en algo que después engancha con esto, lo hacen en los momentos en que la renta está relativamente contraída, porque todavía no se desarrolló plenamente la producción que va a ser fuente de renta, y con estos capitales extranjeros que han operado en la expansión de la producción de mercancías agrarias y mineras, por ejemplo ferrocarriles, servicios públicos, etc.

Hay una segunda fase, marcadamente a partir de la crisis del 30, aunque en realidad empieza antes, donde parece que los beneficiarios de la apropiación de renta pasan a ser una masa de pequeños capitales nacionales, yo no se en Uruguay hasta donde fue así porque depende del tamaño del ámbito y de la magnitud de la renta, no se hasta donde hubo espacio para eso pero entiendo que algo debe haber habido en la década del 40, más con la segunda guerra mundial. Pero después esos capitales dejan de aparecer como si hubieran sido el eje de esa apropiación, y lo que aparecen son capitales extranjeros que operan en escala normal en el mercado mundial, pero que se fragmentan como pequeños capitales, o como capitales de magnitud limitada, con tecnología y equipamiento que está obsoleto, en consecuencia con una productividad del trabajo mucho más baja que la que determina la posibilidad de competencia en el mercado mundial, y que producen en las escalas restringidas del mercado interno.

¿Por qué la Argentina aparece como el caso más claro de esto en el desarrollo histórico? Porque tiene primero producción agraria y no minera, por lo que se extiende mucho más en el territorio, la producción agraria por más que el capital esté centralizado, no permite tener una unidad técnica de producción muy grande. Puede ser un único capital pero tiene que estar fragmentado. Y además porque como es cultivo anual se prestó al desarrollo de pequeños capitalistas agrarios y, también, en una historia concreta más compleja, pequeña propiedad territorial. Entonces esa es una de las bases por las cuales hay una magnitud alta de renta, pero además el desarrollo del mercado interno va a permitirle a estos capitales operar en pequeña escala, pero en una escala suficiente.

Esos capitales extranjeros que entran a producir en estas condiciones se valorizan sobre la base, ante todo extraer plusvalía de sus obreros, ya que la renta de la tierra es un complemento, no es la fuente principal de valorización, y no lo es ni desde el origen de este proceso y mucho menos lo es hoy, donde los límites de esta forma acumulación hacen que no pueda sostenerse el proceso de expansión. Por eso, más allá de lo que haya pasado históricamente, la acumulación empieza a sostenerse en venta de la fuerza de trabajo muy por debajo de su valor, y esto se constituye en otra fuente de valorización, marcadamente a partir de la segunda mitad de la década del setenta.

Las fuentes de valorización de estos capitales son la plusvalía que le extraen a sus obreros, la plusvalía que le extraen pagando la fuerza de trabajo por debajo del valor, la renta de la tierra y la posibilidad de recuperar medios de producción que carecen de valor en la producción para el mercado mundial, porque han quedado totalmente obsoletos, que vienen a estos países y aparecen como si fueran la vanguardia técnica, y ese es un capital que tiene un valor de cero, y sobre un valor de cero la tasa de ganancia siempre es infinita. Al mismo tiempo, el Estado nacional les transfiere renta de la tierra vía subsidios y, como están liberados del pago de impuestos, hay otro proceso que implica apropiación indirecta de renta y de venta de la fuerza de trabajo por debajo del valor. Esto es así porque el Estado como representante político del capital total, en este caso la sociedad nacional, necesita plusvalía para poder cumplir con ese papel. Esa plusvalía le llega al estado nacional vía impuestos. Si los capitales que operan dentro del ámbito nacional no pagan impuestos, el Estado tiene que obtener plusvalía de alguna otra forma, puede ser una parte vía renta de la tierra, o apropiando valor de la fuerza de trabajo cuando el Estado paga a su fuerza de trabajo por debajo del valor. Entonces sostiene la acumulación de este capital sin que a este capital le cueste nada.

Al mismo tiempo, cuando remiten utilidades al exterior multiplican sus ganancias cuando la moneda nacional está sobrevaluada. Esto coincide, normalmente, aunque no siempre, con períodos de renta alta o de crecimiento del endeudamiento público. Esto es así porque para tener la moneda sobrevaluada hay que tener una fuente de plusvalor que permita frenar las corridas contra la moneda. Las fuentes posibles son la suba de la renta de la tierra que hace que ingresen más divisas al tesoro nacional y contra esas divisas se sostiene la moneda y, asociado a momentos de renta más baja, el endeudamiento público externo en esas condiciones anteriores, que después por un momento sostiene el proceso de acumulación de capital interno porque afluyen esos préstamos, y esos préstamos como la moneda está sobrevaluada se van perdiendo, pero mientras hay aprovisionamiento de crédito se sigue sosteniendo la moneda sobrevaluada. Aumentan los gastos en el exterior, visible en el turismo, es el momento, como la moneda está sobrevaluada, de remitir las ganancias realizadas internamente porque se van a duplicar. Además el Estado como está endeudándose, y tiene que cubrir los intereses, el movimiento típico en este momento es que el Estado se endeuda a una tasa alta, coloca el endeudamiento en la reserva, todas estas condiciones hacen que de la reserva se pierdan los fondos que se obtuvieron por el endeudamiento, entonces se contrae más deuda, una parte para poder cancelar-renovar la deuda que no puede pagar y contrató antes, más los intereses que se devengaron de esa deuda, más una cuantía extra porque sino no tendría forma de volver a llenar la reserva, y se le vuelven a ir… entonces vuelve a hacer el mismo movimiento, y como cada vez está más endeudado, la tasa de interés es cada vez más alta y eso termina explotando en una crisis.

La última fuente de valorización que tienen estos capitales es la presencia de una masa de pequeños capitales nacionales, que en su condición de pequeños capitales en relación con los capitales más concentrados, parte de la plusvalía que extraen de sus obreros va parar también a estos capitales. Básicamente son capitales extranjeros, en el caso de Chile hay más capital nacional que ocupa ese lugar, en Uruguay no sé, en Brasil están mezclados.

Todos estos elementos son la base general de la acumulación de capital en estos ámbitos nacionales que tiene todas estas barreras al desarrollo de las fuerzas productivas. Primero porque la industrialización por sustitución de importaciones es vista como si fuera un desarrollo de las fuerzas productivas, y en realidad eso libera a los capitales concentrados que operan en el mercado mundial de seguir desarrollando las fuerzas productivas porque toman su chatarra y la pueden seguir usando. Segundo porque para sostener la acumulación de estos capitales se necesita la presencia de los pequeños capitales, y estos pequeños capitales no son portadores del desarrollo de las fuerzas productivas, ni nunca lo van a ser, ya quedaron atrás en ese desarrollo. Y tercero porque las formas de apropiación de la renta de la tierra, sea por impuestos a la importación, sea por sobre-valuación de la moneda, hacen que el precio interno de las mercancías portadoras de renta esté por debajo del precio del mercado mundial, y entonces la inversión de capital sobre tierras que podrían ser suficientemente rentables a los precios del mercado mundial, no lo son a los precios más bajos internos, así como inversiones intensivas de capital sobre la misma tierra que podrían sostener una productividad del trabajo suficiente a los precios del mercado mundial, no lo sostiene a los precios internos. Entonces hay una limitación a la aplicación intensiva y extensiva de capital agrario y minero sobre la tierra, y eso repercute en la participación de este proceso nacional de acumulación de capital en el desarrollo de las fuerzas productivas del trabajo, en tanto no están a la vanguardia del desarrollo de la productividad del trabajo de esas ramas.

HI: ¿Por qué entonces los ciclos económicos son tan marcados en nuestro continente?

JIC: En primer lugar, todo proceso de acumulación de capital está sujeto a procesos de carácter cíclico que culminan en crisis de superproducción general, más agudos, menos agudos, y solo como simple observación, hay registros de movimientos cíclicos con una duración de cinco años, con una duración de diez años, y entonces hay grandes crisis que quedan como hitos históricos que son distintas que las otras crisis, como es la crisis de 1890, la de 1930, y la de la segunda mitad de la década del 70 que toca fondo en el principio de los 80, y que marcan transformaciones sustanciales en las condiciones generales de la acumulación de capital.

Una particularidad respecto a lo que ocurre después de la crisis de los 80, es que los movimientos de cinco años se hacen mucho más tenues y quedan movimientos de 10 años que son crisis en el año 81-82, 91, 2001 y 2008, esta última es un caso un poco más corto. Entonces, la acumulación de capital necesariamente tiene esta forma. Tienen fases de auge y fases de estancamiento y contracción que culminan con crisis de superproducción general.

Con la crisis de los 80s hay un cambio en las condiciones generales de la acumulación de capital en el mundo a partir de la nueva división internacional del trabajo, las especializaciones nacionales y demás, y que la particularidad que tiene esa crisis, es que normalmente las crisis más agudas arrancaban como una crisis del movimiento del capital prestado a interés, el capital ficticio, la caída de la bolsa, y después alcanza una manifestación abierta en que sobra producción. La particularidad de esta crisis, es que lejos de haberse liquidado esos capitales, se supera la inminencia de la superproducción vía la expansión del crédito, y eso se viene renovando desde principios de los 80. Cada vez que se estrangula la expansión del crédito vuelve a ponerse de manifiesto la crisis de sobre-producción. El último proceso después de 2008 ya ni siquiera está cubierto con la emisión de crédito con deuda, sino con emisión de dinero.

Sobre la base de ese movimiento cíclico general, los países latinoamericanos tienen un elemento agregado, pues ocurre algo muy visible en la producción agraria y minera. Cuando viene la fase de auge en el mercado mundial, sube la demanda por las materias primas y la producción de esas materias primas tiene una restricción a la velocidad con la que puede subir, porque la producción agraria tiene ciclos productivos muy largos, y en consecuencia cuando se expande la necesidad solvente porque está en expansión la economía mundial sube la demanda por estas mercancías y la producción no puede responder de manera inmediata porque hay estacionalidad y ciclos de producción bastante largos. En el caso de la minería esto está ligado a qué si hay que incorporar nuevos yacimientos, primero hay que descubrirlos y ponerlos en condiciones; si hay que desarrollar una tecnología nueva porque el precio más alto permite hacerlo entonces eso también lleva tiempo.

En el caso de la carne vacuna hay un agregado a la oscilación y es que para aumentar la producción hay que empezar por restar una parte de lo que se estaba vendiendo porque hay que pasar vaquillonas que se estaban vendiendo al rodeo de cría. Eso agudiza el movimiento. Los precios suben más todavía en el mercado mundial porque no hay posibilidad de satisfacer esa demanda y entonces la renta sube más.

Cuando en la unidad mundial llega el momento de la baja, ocurre el movimiento inverso. En primer lugar empiezan a caer los precios de las mercancías agrarias y mineras, pero restringir la producción agraria y minera no es posible hacerlo a la velocidad de la producción industrial, entonces se agudiza más la caída de los precios de las materias primas, que son más fluctuantes que las mercancías elaboradas, porque cuanto más elaborada la mercancías hay una parte mayor de su valor que no está sujeto a fluctuaciones naturales ni a este tipo de circunstancias. A esto se le agrega además la accidentalidad natural en la producción agraria, que si coincide positivamente multiplica la renta y si coincide negativamente hace más aguda la contracción.

Con esa determinación lo que uno tiene son procesos nacionales de acumulación que necesariamente van a presentar fluctuaciones muy agudas. ¿Qué ocurre cuando viene una fase de suba de la renta? En primer lugar se va a expandir la producción interna porque para apropiarla el capital industrial tiene que aumentar la producción interna. Como se va a expandir la producción interna va a subir la demanda de fuerza de trabajo y en consecuencia van a subir los salarios; como hay una masa de renta mayor el Estado tiene que actuar más manifiestamente en la apropiación de la renta. Entonces son los momentos en que según el momento histórico y según la magnitud de esa renta cabe tomarla vía impuestos a la exportación o incluso a través del monopolio estatal del comercio. Con la expansión de la producción se expande la masa de pequeños capitales nacionales, momento de auge para la producción interna.

Cuando la renta no está en expansión, y más aún cuando está en contracción, ocurren todos los fenómenos inversos. Se va a achicar la escala de la producción social dentro del ámbito nacional, hay un fuerte estrangulamiento respecto de la posibilidad de importar (porque se importa contra lo que se exporta y lo que se exporta perdió proporcionalmente más agudamente su precio en el mercado mundial). Como consecuencia es un momento en el cual va a contraerse la producción interna, va a disminuir la demanda de fuerza de trabajo, van a caer los salarios, va a haber liquidación de pequeños capitales, y una parte de esa liquidación es un proceso de centralización del capital donde ramas de la producción donde antes había pequeños capitales ahora son absorbidas por capitales mayores. La escala de los capitales nacionales se hace insostenible.

HI: Volviendo a la pregunta inicial ¿Cómo se relaciona este proceso general con los ciclos políticos, y en particular con la oleada reciente de gobiernos progresitas?

JIC: Entonces, ¿qué forma política toma esta forma peculiar nacional de proceso de acumulación de capital? Cuando la renta inicia un movimiento de suba, que la economía nacional va a estar próspera, va a aumentar la demanda de fuerza de trabajo, va a aumentar con esa demanda los salarios. La forma del aumento de la demanda de fuerza de trabajo que es portadora de un aumento general de salarios es que las organizaciones sindicales tienen fuerza y entonces es un momento en el cual el proceso se va a expresar en las organizaciones sindicales actuando a través de acciones directas, a través de huelgas, a través de los convenios colectivos de trabajo, y eso es lo que se va a reflejar en una suba de salario, mejora en las condiciones de trabajo, disminución de la venta de la fuerza de trabajo por debajo del valor, que tiene formas de precariedad y demás, y eso lo va a expresar un gobierno que aparece como progresista, que aparece como afirmando la autonomía nacional porque el Estado tiene que estar manifiestamente actuando ya que ahora hay que apropiar esa masa de renta que no puede fluir por los canales simples como cuando la renta era menor.

¿Qué pasa cuando se entra en la fase de contracción? Viene una fase en la cual se va a contraer la producción, aumentar el desempleo, bajar el salario. Las organizaciones sindicales pierden fuerza. La expresión en Argentina es que la CGT anunció que iba a hacer un paro nacional hace 4 meses y lo tuvo que fijar para el 6 de abril porque cuando estaban en la plaza les empezaron a gritar «póngale fecha, póngale fecha». El anterior Ministro de Economía ni bien asumió dijo, «acá va a haber que elegir entre empleo y salario». Si el obrero tiene que aceptar la baja de salario o el empleo quiere decir que no tiene la fuerza para mantener ambos. Y como la renta está contraída, o está estrangulándose, es el momento en el cual para sostener la unidad en la acumulación de capital hace falta el endeudamiento público externo. Cuando la renta es próspera, entonces los Estados nacionales pagan. No es tan universal esto, tan general, pero es el caso de la Argentina. Y se da este contraste que muestra justamente que no son dos modelos contrapuestos sino que son dos caras de una misma moneda, dos momentos de esta unidad. Cuando uno mira qué pasa con la deuda pública externa en Argentina, ve que cuando están los gobiernos liberales o neoliberales la deuda crece y hay un flujo de fondos hacia la Argentina por el crecimiento de la deuda. Y cuando están los gobiernos progresistas, más o menos progresistas, desarrollistas, pero desarrollistas no del neo-desarrollismo como se llama ahora, sino de fines del 50 y principios del 60, son los que pagan la deuda.

Y este proceso se va reproduciendo bajo estas formas cíclicas lo que determina que aparezcan dos expresiones políticas que parecen ser contrapuestas y que en realidad lo que hacen es reproducir la unidad de esta forma de acumulación de capital.

La superación de esta forma de acumulación, y acá voy a plantear una condición absolutamente general y por lo tanto lejos está de cobrar forma concreta, pasa por la centralización, la apropiación de toda la renta para ser convertida en un capital que opere en una escala que le permita competir en el mercado mundial como un capital de propiedad del Estado. Así como esto implica la abolición de la propiedad privada sobre la tierra, implica la liquidación de los pequeños capitales y de los fragmentos de capital extranjero que opera en pequeña escala. Con lo cual la forma política de esto es una revolución social, lo que no implica la superación del modo de producción capitalista, sino la transformación de este proceso nacional de acumulación que es la negación del desarrollo de las fuerzas productivas en uno que sea portador de ese desarrollo. Eso solo lo puede expresar un partido de la clase obrera que se reconozca como un partido revolucionario. Para el caso de Argentina el desarrollo de la potencialidad nunca ha llegado a tomar estas formas concretas y eso se refleja en que la organización política de la clase obrera Argentina, especialmente aquella parte de la clase obrera que hace el trabajo más simple y que hace el trabajo dentro del sector industrial, tiene como eje principal de organización el movimiento sindical. En caso de la Argentina, el peronismo es su movimiento. Formalmente se tiene que presentar como partido, pero se reconoce siempre históricamente como un movimiento policlasista. Y en una época anterior a que la fuerza de trabajo se remunerara manifiestamente por debajo del valor, se decía, la columna vertebral del peronismo es el movimiento obrero. La lucha por la reproducción inmediata de las condiciones de venta de la fuerza de trabajo está puesta como el objetivo máximo que se puede alcanzar y eso se expresa políticamente en el progresismo.

¿Qué pasa con todo este movimiento? Cada vez se deteriora más esta base de acumulación. Por eso es que empieza a sostenerse en la venta de la fuerza de trabajo por debajo del valor. Cada vez la brecha que hay que superar de productividad del trabajo respecto de la que rige la unidad mundial es mayor. La renta de la tierra a veces tiene procesos de fuerte expansión como en la década del 2000, creció a partir del año 2003, tuvo un paréntesis con la crisis del 2008, y se sostuvo hasta hace poco y aún no cayó hasta los niveles del 90. Pero esto es una forma de acumulación que para estar próspera necesita que la renta esté creciendo. Aunque mas no sea simplemente, porque si no crece la renta no se puede expandir la escala de acumulación y no se puede absorber la fuerza de trabajo que llega al mercado. Entonces se estanca y el fenómeno es que como cada vez le es más difícil reproducirse hay un estancamiento en la masa de valor que producen estas economías nacionales. En Brasil esto también está manifiesto, y se compensa por la vía de la venta de la fuerza de trabajo por debajo de su valor.

HI: Tomando estos elementos ¿por qué la última fase progresista dura tanto tiempo?

JIC: Hay una circunstancia en la acumulación mundial de capital que es la expansión de la producción de China, que pasa de tener una superpoblación latente campesina a una población obrera en activad con una intensidad del trabajo ferozmente alta y una jornada laboral prolongada (12, 14, 16 horas) que necesita multiplicar su alimentación, sino no puede sostenerse. Entonces eso hace que suba fuertemente la demanda de alimentos y materias primas en general. Uno puede decir que desplaza a otros obreros, lo que pasa es que desplaza a otros obreros que relativamente tenían en su consumo una parte más chica de alimentos. Además esto se sostiene sobre la base de una bruta superproducción en China que se está vendiendo a base del endeudamiento en Estados Unidos, entonces hay una expansión de la producción que se sostiene sobre la apariencia de haber realizado plusvalía que no está realizada.

Lo que sucedió, esquemáticamente, fue que para fomentar el crecimiento de la economía norteamericana y el consumo el gobierno federal baja los impuestos para que haya más consumo, la masa de riqueza es la misma, la cuestión es si la gestiona o no el Estado. Como no la gestiona el Estado va al consumo de medios de vida, ese consumo está alimentado por las compras a China, que se le paga con esta porción de riqueza que quedó en manos de la clase obrera (por la reducción de impuestos). Los capitales de China o son del Estado o tiene participación el Estado o pagan impuestos, esos impuestos van al Estado nacional chino, y este le compra títulos de deuda al gobierno federal de los EEUU que tiene déficit porque bajó los impuestos. Pero esto no se puede hacer con todo el valor, un parte tiene que estar efectivamente realizado, la parte que repone el capital tiene que estar realizado, pero la plusvalía que no hace falta para la acumulación, que además se está estrangulando, parece que se hubiera realizado pero en realidad el comprador pagó con lo mismo que le prestaron para que pudiera pagar.

La acelerada expansión de la producción en China sumado a que se empiezan a utilizar materias primas agrarias como fuente de energía, como combustible, provoca la suba de los precios agrarios ferozmente. Además, en el movimiento general, esto viene acompañado con un proceso de devaluación del dólar. Los precios de las ramas primarias suben porque están expresados en el mercado mundial en dólares, y como cada dólar representa menos valor que antes necesitas más dólares, entonces nominalmente los precios primarios suben, al tiempo que los precios industriales no suben porque sube fuertemente la productividad del trabajo y están abaratados por el bajo precio de la fuerza de trabajo. Entonces los precios industriales suben muchísimos menos que las mercancías agrarias y mineras, y eso se extendió durante un período particularmente largo. Con la crisis de 2008 queda manifiesto que ya no hay para seguir sosteniendo la expansión, y empieza esta situación indefinida, de que sigue siendo alta la renta de la tierra, pero para sostener el proceso hace falta que crezca más.

Lo que se ve, en el caso de la Argentina es muy notable, es como el gobierno progresista trata de empezar a ser la expresión de la fase que viene. Empieza a tomar crédito porque tiene que pagar y no tiene con qué, empiezan a caer los salarios, o tratan de que caigan los salarios. Además la sobre-valuación de la moneda nacional como forma de apropiar renta, para un país que tiene producción industrial, tiene el doble filo de que te abarata por un lado pero no te permite competir. En Argentina cuando la resolución 125 (en 2008) que subía los impuestos a la exportación, el gobierno es derrotado en la lucha con los terratenientes gracias a que los terratenientes habían sido los beneficiarios del momento anterior con el mismo gobierno, y entonces como no pueden seguir apropiando renta vía retenciones empiezan a sobrevaluar la moneda. Con esto les entra la contradicción, porque con la moneda subvaluada la producción interna tenía la protección de la subvaluación, pero con la moneda sobrevaluada empiezan a entrar mercancías externas. Entonces la forma necesaria que toma la resolución de esa contradicción tiene un nombre y apellido que es Guillermo Moreno, que era el Secretario de Comercio, que lo hace es decir «acá no entra nada, vos no podes importar».

Y toma esa forma política porque si uno plantea que la forma nacional de la acumulación es la que determina la conciencia y la voluntad de los sujetos políticos de ese ámbito nacional, como el que está expresando la fase que está naciendo y el que está expresando la fase que está muriendo hacen lo que hay que hacer, uno para morir y el otro para ascender, y como los individuos que expresan la fase de ascenso de cualquiera de las dos formas no pueden expresar la fase de caída, es necesario el recambio político dentro de la misma línea, pero el primero es una figura política y el último es un infeliz, es un individuo al que se le van las cosas de las manos. Axel Kicillof fue un poco una excepción, pero hay un montón de ejemplos en la historia Argentina donde uno dice «pero este se quiere caer», y el kirchnerismo en la elección de sus candidatos pareciera que estaba eligiendo porque querían perder. Yo creo que consciente o inconscientemente querían perder.

Nota:

(1) Ver de Juan Iñigo Carrera (2007) «La formación económica de la sociedad Argentina. Volumen 1: Renta agraria, ganancia industrial y deuda externa. 1882-2004». Buenos Aires, Imago Mundi. En http://cicpint.org/es/inigo-carrera-juan-2007-la-formacion-economica-de-la-sociedad-argentina-imago-mundi/

Fuente: http://www.hemisferioizquierdo.uy/single-post/2017/04/17/%E2%80%9CNo-son-dos-modelos-contrapuestos-sino-dos-caras-de-una-misma-moneda%E2%80%9D-con-Juan-I%C3%B1igo-Carrera-a-prop%C3%B3sito-de-los-ciclos-pol%C3%ADticos-en-Am%C3%A9rica-Latina

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso de los autores mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.