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Perú

Peligroso giro antiderechos

Fuentes: Rebelión

La política peruana está enmarañada por la retórica o la falta de ella, de ahí que se pueda decir cualquier cosa, optar por el silencio o decirlo todo mal; pero la palabra devaluada suele ser un indicio de ineptitud hasta que se consuma en los hechos, hechos que generan consecuencias directas en la vida de la gente.

De ahí que el actual gabinete designado por Castillo, tenga en gran medida una composición de individuos con un discurso antiderechos y por tanto antidemocrático. Si bien las designaciones de ministros son cargos de confianza, también es cierto que esa confianza se asienta en ese 50,1% que optó por elegir al profesor rural en vez de la hija de un dictador corrupto.

La crisis y caída del gabinete de Mirtha Vásquez la generó el propio presidente Castillo con su silencio al no responder de manera enfática al pedido de su Ministro del Interior Avelino Guillen, conocido por ser el fiscal que mandó a la cárcel a Alberto Fujimori, pedido que significaba el respaldo a su gestión al mandar al retiro a mandos policiales de dudosa reputación y promover a los más capacitados; el silencio del presidente originó la renuncia de los cuadros más honestos que garantizaba cierta gobernabilidad. Por tanto, es incomprensible tras las justificaciones reiteradas dadas a la prensa de “estar aprendiendo” golpear de tal manera con el actual gabinete a las personas que lo eligieron.

Héctor Valer como primer ministro, hace siete meses pedía el voto para Keiko Fujimori, y fue elegido por la lista del partido de ultraderecha Renovación Popular, hoy Valer se presenta como conservador miembro del Opus Dei y en su momento operador en gobierno del expresidente Alan García que tras la masacre del Baguazo buscó dividir y boicotear las demandas de los pueblos indígenas y la cereza de tal personaje es que ha sido denunciado por su esposa e hija por maltrato familiar.

Lux Supo cómo Ministro de Ambiente, un militante desconocido en Perú Libre, sin experiencia alguna sobre temas de medio ambiente. Cómo explicar su designación tras los cuestionamientos a Rubén Ramírez el ministro que lo antecedió y que recibió las mismas críticas por su inexperiencia en el sector; pero sobre todo como entender esta designación en pleno desastre ecológico a partir de los 12 mil barriles de petróleo derramados por Repsol en el mar de la costa limeña, parece ser no un error sino un desprecio por los temas de derechos medioambientales, que incluso generan suspicacias  de apañamiento.

En el Ministerio de Cultura que se encarga de la promoción y protección de las culturas y su patrimonio, así como de las políticas públicas para los pueblos indígenas se asignó a Alejandro Salas, nuevamente sin experiencia en el sector y cuyo perfil parece la de un militar frustrado, conocido terruquear al mismo presidente de la república, pero además xenófobo y racista por los rastros dejados en las redes sociales. Qué decir de Katy Ugarte en Ministerio de la Mujer, reo contumaz en Cusco por el delito de difamación agravada  a quien su inmunidad parlamentaria hoy la protege de ir a la cárcel y que además representa al fanatismo religioso más delirante.

En el Ministerio del Interior por quien se desencadenó esta crisis por serias denuncias de corrupción en la policía, pues se le asignó al policía Alfonso Chávarry con antecedentes judiciales incluso investigado por relaciones con el narcotráfico.

Algunos analistas mencionan que éste gabinete representa el genuino pensamiento Castillo, lo cierto es que para una parte importante de sus electores es leído como un acto de traición, un gabinete que fue  producto de un simple y muy básico cuoteo anti-derechos para intentar sobrevivir a las amenazas de vacancia anunciadas por la ultraderecha.

Otra cosa que demuestra estas asignaciones es el nivel de precariedad de su entorno, los lazos con grupos de informales en diversos sectores como transporte, comercio y empresariado que probablemente lo llevó a estos pactos deshonestos, con el único objetivo de sobrevivir día tras día, lo cierto es que de la informalidad a la ilegalidad solo hay un paso y eso con seguridad lo lleva al abismo.

Tras las denuncias de agresión familiar del primer ministro Valer, han salido también denuncias de agresión de otro de sus ministros José Luis Gavidia de la cartera de Defensa; el gabinete ya se vuelve insostenible y la población que votó por Castillo le exige rectificar; por ahora solo queda estar atentos ante el ataque anti-derechos de los actuales ministros que probablemente jueguen en pared con un Congreso capturado por algunos partidos políticos investigados como organizaciones criminales los que a partir de ahora oscilarán entre legislar para sus intereses patrimonialistas o vacar a Castillo.

La crisis es más profunda de lo que parece.

Luis Hallazi es abogado y politólogo investigador en derechos humanos.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.