Mientras el Pueblo puertorriqueño -de todos los partidos y signos ideológicos- sufre la crisis social y económica más profunda de la historia moderna del País, con su mensaje de ayer el gobernador Luis Fortuño ha dado una muestra escandalosa de insensibilidad, de desesperación y de oportunismo político. Mientras el Pueblo -penepés, populares, independentistas y no […]
Mientras el Pueblo puertorriqueño -de todos los partidos y signos ideológicos- sufre la crisis social y económica más profunda de la historia moderna del País, con su mensaje de ayer el gobernador Luis Fortuño ha dado una muestra escandalosa de insensibilidad, de desesperación y de oportunismo político.
Mientras el Pueblo -penepés, populares, independentistas y no afiliados- sufre el azote de la violencia y la criminalidad, del desempleo galopante, de la corrupción en agencias y municipios, del desmadre en Salud y Educación, del saqueo a nuestros precarios bolsillos por Energía Eléctrica y Acueductos y del deterioro general en su calidad de vida, mientras todo eso ocurre, Fortuño nos ofreció un discurso en el que dedicó unos segundos a justificar lo injustificable y largos minutos pagados por el Pueblo, a politiquear vulgar e irresponsablemente con el destino del País.
La consulta anunciada por Fortuño a celebrarse en agosto de 2012 es una gran farsa, que no persigue ningún objetivo descolonizador. Lo único que Fortuño y el PNP buscan es la manera de zapatearse del desgobierno al que nos han sometido ya por tres terribles años, con el único fin de tener alguna oportunidad para ganar las elecciones de 2012. Fortuño y el PNP pretenden obtener una mayoría circunstancial en agosto, en rechazo al ELA, para así chantajear al electorado PNP altamente disgustado con la incompetencia y la corrupción de este gobierno, y hacerlo ir a las urnas en noviembre a votar por la estadidad y el PNP.
Se trata, en todo caso, de una consulta que no tiene ningún valor deliberativo, que no tiene ninguna consecuencia en la condición política del País. El propio Fortuño ha reconocido que el Congreso de Estados Unidos no ha dicho ni una palabra ni se ha comprometido en lo más mínimo. La consulta de agosto, y la que pueda haber en noviembre, serán simplemente el fruto de la obstinación de los anexionistas, al precio de millones de dólares del Pueblo puertorriqueño.
La única razón por la que Fortuño se ha apresurado a hablar del tema del status político ayer es porque este próximo viernes va a radicar su candidatura a la reelección y pretende dar la impresión ante sus correligionarios de que ha cumplido con su promesa de celebrar un plebiscito, aunque sabe que, al igual que las consultas de 1967, 1993 y 1998, se tratará de una farsa que no nos conducirá a ningún lado. La intención ha sido absolutamente politiquera.
Llamamos a nuestro Pueblo a que rechace esta nueva farsa y a que reclame formas genuinas de consulta en la que podamos decidir de manera seria y confiable nuestro destino político.
Fortuño habla demagógicamente del derecho internacional para justificar el embeleco de agosto y noviembre próximos. Insiste en la aberración de que la anexión es una opción descolonizadora para el Pueblo puertorriqueño. Esa es una gran mentira. La anexión significaría la desaparición del Pueblo puertorriqueño, de su historia y su cultura, de sus valores y su idiosincracia, de su derecho a forjar una sociedad en libertad plena, y la continuidad perpetua de la explotación y la dominación extranjera. La anexión sería, en palabras de don Pedro Albizu Campos, la consumación del colonialismo.
En cuanto a la consulta anunciada para enmendar la Constitución y reducir el número de miembros de la Legislatura, advertimos que la intención en el fondo es la de asegurar el control absoluto de la legislatura por los partidos mayoritarios, impidiendo la elección de legisladores de partidos minoritarios o de la sociedad civil.
Hacemos un llamado urgente a nuestro Pueblo, más allá de banderías partidistas, para que exija al gobierno de Fortuño y el PNP una responsabilidad mínima en la gestión gubernamental y administrativa y que cumpla con el deber elemental de cualquier funcionario público, pagado con el dinero del Pueblo, para que cese el desmadre que sufrimos todos. Que deje ya de politiquear y que se ponga a hacer la tarea para la que fue electo.
Exhortamos a nuestros compatriotas a dar la lucha, a tomar la calle, a continuar la denuncia y la protesta contra tanta injusticia y abuso, contra la politiquería y la insensibilidad de Fortuño y el PNP.
Héctor Pesquera Sevillano, José Rivera Santana y Julio A. Muriente Pérez son Copresidentes del Movimiento Independentista Nacional Hostosiano.