
En estos días entramos en Honduras en una nueva fase de la construcción de la intentona de la derecha por provocar una revolución de colores.
En estos días entramos en Honduras en una nueva fase de la construcción de la intentona de la derecha por provocar una revolución de colores.
La mañana del 15 de junio, fue asesinado, en la combativa comunidad de Guapinol, en el Bajo Aguán, Oquelí Domínguez Ramos, miembro del Comité Municipal de Defensa de los Bienes Comunes y Públicos de Tocoa. En el criminal ataque también resultó herida su mamá, Catalina Ramos.
El dirigente político fue ejecutado en 1983 y su familia sufrió persecución sistemática.
A inicios de los años 90 el presidente de la Republica de Honduras, Rafael Leonardo Callejas (ya fallecido) aprobó la devaluación del lempira frente al dólar (de 2Lps X 1$ a 4Lpsx1$), una devaluación del 100%, aunque había prometido no devaluar. Era una exigencia del Fondo Monetario Internacional (FMI), para llegar a un acuerdo, ya que el país había sido declarado inelegible de crédito por la banca internacional.
Las guerras de la derecha en Latinoamérica se libran, en gran medida en la mente de las personas, especialmente aquellas que todavía piensan que son parte de la clase privilegiada, aunque poco a poco el neoliberalismo los va haciendo perder poder adquisitivo.
“Las personas de derechas consideran (así lo afirman al menos) que la intervención del Estado para reducir la desigualdad y el riesgo es inmoral. Gravar a los ricos para ayudar a los pobres es, en su opinión, un tipo de robo, por muy loable que sea el fin”. Paul Krugman
“El convenio de Honduras con la CAF es cosa juzgada”. (Xiomara Castro, presidenta Constitucional de la Republica de Honduras)