Alberto Pinzón Sánchez | 

Uno de los primeros efectos de la guerra en Ucrania (llámese según los hostiles enfrentados operación militar de desnazificación de Ucrania, o invasión rusa) ha sido la confusión, el desconcierto, el barullo teórico, un poco la algarabía para recordar el libro de Jorge Semprun.

A 204 años del natalicio de Marx

Existen distintas concepciones marxistas de socialismo y de revolución, que se corresponden con el tipo específico de marxismo que las sustentan.

Están usurpando todas las formas del repudio y queja sociales. Cada palabra que articula la ultraderecha, en forma de campaña política o ideario justiciero, es una emboscada ideológica nutrida, principalmente, por operaciones de usurpación simbólica.

Gilbert Achcar | 

La izquierda antiguerra anticapitalista mundial está profundamente dividida en relación con la guerra en Ucrania.

Santiago Alba Rico | 

Ni somos políticamente solidarios ni somos intelectualmente internacionalistas. Nos damos lecciones entre nosotros, como dice Carañana, sin salir de nuestro caparazón etnocéntrico, oscilando entre la denuncia ostentosa y la sospecha autocomplaciente.

Joan Pedro-Carañana | 

Aclaraciones de los análisis de Santiago Alba Rico y Noam Chomsky sobre la guerra de Rusia contra Ucrania

Resulta incomprensible que sectores de la izquierda marxista pretendan reivindicar al actual presidente ruso tras la invasión a Ucrania como símbolo de un renacido antiimperialismo.

Daniel Campione | 

Un libro de flamante aparición proporciona una polifonía de organizaciones de base de diferentes países, con sendas articulaciones que enlazan el paisaje de las búsquedas actuales de la izquierda con la vida y el pensamiento de la gran revolucionaria.

Loren Balhorn | 

El 2 de abril de 1922, reformistas y revolucionarios de tres internacionales rivales se reunieron en Berlín para acordar un programa común. Terminó en un fracaso y fue la última vez en décadas que comunistas y socialdemócratas se encontrarían formalmente como camaradas.

Santiago Alba Rico | 

Un sector de la derecha y uno de la izquierda están de acuerdo en que está bien bombardear a civiles, a condición de que los bombardeados sean malos. Comparten la misma visión nihilista sobre la legalidad internacional.