Empeñado en solapar las más profundas raíces de su crisis, sistémica y puede que terminal, el capitalismo se centra ahora en el nuevo coronavirus como principal causante de esta
Empeñado en solapar las más profundas raíces de su crisis, sistémica y puede que terminal, el capitalismo se centra ahora en el nuevo coronavirus como principal causante de esta
Traducido del inglés para Rebelión por Sinfo Fernández
El sistema de salud venezolano llega a la coyuntura actual en una situación dramática. Mientras, el gobierno y la oposición dejan escapar otra oportunidad para lograr una tregua y Estados Unidos recrudece sus ataques.
La ola de protestas va a aumentar, y no sólo por el coronavirus, sino porque los ricos han roto el contrato social. Forjando planes de rescate que favorecen a las empresas y a los millonarios, la élite política estadounidense está jugando con fuego durante una pandemia en la que los obreros se ven obligados a trabajar en condiciones que ponen en peligro sus vidas.
Las estrategias de sobrevivencia de la mayoría de las familias ecuatorianas sufren un grave golpe por las restricciones de movilización y contacto debido a que, por un lado, una parte aún no medida de los trabajadores asalariados están siendo privados de sus remuneraciones (o una parte de ellas) o enfrentan la posibilidad de despidos y, por otro lado, otros miembros de la familia más precarizados, o no encuentran trabajo o no pueden vender el fruto de su producción de bienes o servicios.
A la crisis sanitaria y hospitalaria por la endemia, se sumó el colapso del sistema funerario, problema que no han sabido solucionar ni el incapaz gobierno nacional ni la administración provincial y local, todos ellos en manos de gobiernos neoliberales, que no han comprendido que la tragedia debe entenderse como un tema de salud pública.