Recomiendo:
0

Un criminal de guerra y corrupto español anda suelto por Latinoamérica

Fuentes: Rebelión

El exgobernante español José María Aznar, denunciado por crímenes de lesa humanidad e implicado en innumerables casos de robos al erario público en su país, anda suelto por Latinoamérica, nada menos y nada más que impartiendo «conferencias sobre corrupción». Invitado por una empresa privada, Aznar visita por estos días El Salvador, donde su presencia ha […]

El exgobernante español José María Aznar, denunciado por crímenes de lesa humanidad e implicado en innumerables casos de robos al erario público en su país, anda suelto por Latinoamérica, nada menos y nada más que impartiendo «conferencias sobre corrupción».

Invitado por una empresa privada, Aznar visita por estos días El Salvador, donde su presencia ha sido repudiada por diferentes organizaciones políticas y sociales, y el presidente de esa nación centroamericana, Salvador Sánchez Cerén, declinó asistir al evento en el cual participa el exjefe del derechista Partido Popular (PP) de España.

El «palanganero», como fue bautizado por sus propios paisanos por su sumisión extrema a la administración estadounidense de George W. Bush, tiene numerosas cuentas pendientes con la justicia por escándalos de corrupción y crímenes de guerra.

Precisamente Aznar fue multado recientemente por cometer una infracción tributaria de gravedad en su país, y posee un abultado expediente de delitos similares por enriquecimiento ilícito.

Cuenta además con el record de que 22 de los 34 ministros que pasaron por sus dos administraciones (1996-2004) han estado implicados en contravenciones parecidas para llenarse los bolsillos de dinero a costa del pueblo español.

Entonces las interrogantes son: ¿qué hace Aznar en El Salvador brindando «conferencias acerca de corrupción», y por qué razón se le permitió la entrada en ese estado centroamericano?

Es necesario recordar, que el «palanganero» fue muy «amiguete» del expresidente salvadoreño, Francisco Flores, otro malhechor de cuello blanco fallecido recientemente, después de ser condenado por idénticas causas que su «pareja de hecho» española en la política.

Igual no se puede olvidar que Aznar viajó a San Salvador, por orden de W. Bush, con el objetivo de reclutar soldados carne de cañón para la sangrienta invasión de Estados Unidos y sus aliados de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) contra Iraq, en marzo de 2003.

El exgobernante español es uno de los protagonistas, junto al expremier Tony Blair y al entonces inquilino de la Casa Blanca, de la famosa foto de Azores, Portugal, donde se pactó y ordenó el inicio de la agresión castrense a Iraq, violando todas las leyes internacionales.

Por su participación activa en esa guerra criminal, el «palanganero» ha sido denunciado por crímenes de lesa humanidad, y a pesar de ello anda libremente por el mundo, sin ser sentado en el banquillo de los inculpados, como ocurre con terroristas de la talla de Luis Posada Carriles, conocido como el Bin Laden de Latinoamérica.

Aznar fue asimismo uno de los actores principales del frustrado golpe de Estado en Venezuela, en 2002, contra el líder de la Revolución Bolivariana, Hugo Chávez, y sigue siendo actualmente un conspirador pagado y utilizado por Washington para subvertir los procesos progresistas en Nuestra América.

Su lugar está en la cárcel, y debe ser declarado persona no grata en la Patria Grande.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.