El presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, denunció el peligro que representan las bases militares estadounidenses en Colombia y catalogó de «traidores a América Latina» a los gobiernos de estos dos países por haber autorizado su establecimiento. El mandatario reiteró su rechazo al convenio firmado por Colombia y Estados Unidos, durante un acto en Managua con […]
El presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, denunció el peligro que representan las bases militares estadounidenses en Colombia y catalogó de «traidores a América Latina» a los gobiernos de estos dos países por haber autorizado su establecimiento.
El mandatario reiteró su rechazo al convenio firmado por Colombia y Estados Unidos, durante un acto en Managua con motivo del 33 aniversario de la caída en combate del comandante Carlos Fonseca Amador, fundador del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN).
Ortega denunció «que (las bases) son una verdadera amenaza para todos los pueblos del continente», y agregó que «son símbolos de guerra, como la que tienen en Palmerola que la utilizaron para hacerle la guerra a Nicaragua en los años 80».
Insistió que no quiere más confrontación armada en Nicaragua ni en América Latina, e insistió en que»el mundo lo que quiere es paz y trabajo».
El dirigente sandinista exhortó a todos los pueblos de la región a luchar por su soberanía, «para que se desmantelen las políticas injerencistas contra los países de la región y para que aquellos aliados del injerencismo tengan un poco de dignidad y no se proliferen más bases militares».
El jefe de Estado nicaragüense subrayó que las bases son una herencia de la administración del ex presidente estadounidense, George W. Bush, pese a las políticas «de cambio» que pregona la administración del presidente, Barack Obama.
Por otra parte, aseguró que el golpe militar en Honduras contra el presidente Constitucional, Manuel Zelaya, fue diseñado por el gobierno de Bush y que ya lo habían dejado programado (…) ya había quedado preparado y es la fecha y no hay solución».
Ortega aprovechó el momento para enviar un saludo «solidario» a los hondureños, a los miembros del Frente de la Resistencia contra el Golpe de Estado «que hoy están librando una lucha por la libertad del pueblo».
La voz del dignatario sandinista, se suma al rechazo de muchos países latinoamericanos que consideran que la instalación de las bases afectará la estabilidad de la región. Esta posición es apoyada por los colombianos que han vivido la ocupación de los militares estadounidenses en su territorio y han sido víctimas de los abusos de estos funcionarios.
El convenio firmado por Colombia y Estados Unidos autoriza la presencia en el país de al menos 800 militares estadounidenses y 600 civiles contratistas del gobierno norteamericano, según han indicado desde Bogotá y Washington.