Asunción del Paraguay fue sede de la XXI Cumbre Iberoamericana. Quizás como nunca antes, la reunión fue un fiasco. España está en crisis y sus antiguas colonias hoy presentan mejores indicadores económicos.
El viernes 28 y sábado 29 deliberó en la capital paraguaya la XXI de la Cumbre Iberoamericana, que nuclea a presidentes y jefes de gobierno de 22 países. Cuando comenzó la serie en Guadalajara, en 1991, (ver recuadro «Veintiuna cumbres y muy pocos resultados»), el evento concitaba bastante interés político y social. En un punto impreciso de su recorrido perdió ese brillo. La falta de resoluciones concretas, la abundancia de palabrería hueca, la reiteración burocrática, etc, la fueron depositando en el anodino sitio de estos años. Paraguay no fue la excepción: antes bien, fue la más opaca de todas las citas, a despecho de la buena intención de Fernando Lugo y demás anfitriones.
Las ausencias de diez presidentes fue una nota saliente. Ya habían habido faltazos pero nunca tantos. Estuvieron ausentes Cristina Kirchner (Argentina), Dilma Rousseff (Brasil), José Mujica (Uruguay), Hugo Chávez (Venezuela), Juan Manuel Santos (Colombia), Raúl Castro (Cuba), Laura Chinchilla (Costa Rica), Mauricio Funes (El Salvador), Porfirio Lobo (Honduras) y Daniel Ortega (Nicaragua).
Esos asientos vacíos fueron demasiados. En rigor, no estuvieron vacíos porque aquellos fueron suplantados por vicepresidentes y cancilleres. A los que adujeron no haber podido viajar por problemitas de salud, los dueños de casa replicaban que su presidente, Lugo, está en un tratamiento contra el cáncer y sin embargo no faltó a las reuniones internacionales.
Los guaraníes deben haber estado algo molestos en particular con los ausentes jefes de Estado del Mercosur. Como son gente educada, no los criticaron en público y hasta Lugo justificó esas ausencias.
La reunión iberoamericana tenía por tema central el Estado y el Desarrollo. Excelente oportunidad, vista la coyuntura iberoamericana y la crisis mundial, con necesidad de un Estado que intervenga y aporte soluciones,
Sin embargo, luego de fatigosos discursos que aburrieron a los mismos líderes, y con las reuniones previas de cancilleres y grupos de trabajo, se emitió una declaración de Asunción de 58 puntos, a cual más bonito e intrascendente. El papel irá a engrosar la pila de similares, aprobados en años anteriores, sin que se pongan en práctica sus recomendaciones.
Un ejemplo para graficar esa impotencia. ¿Quién puede creer que Sebastián Piñera vaya a cumplir el capítulo de «fortalecer la administración pública y garantizar la vigencia de reglas claras y previsibles en materia de gestión pública, para contribuir a la gobernabilidad democrática con participación ciudadana, a la cohesión social y a las políticas públicas inclusivas y no discriminatorias»? Es el presidente neoliberal que hizo oídos sordos a las demandas estudiantiles y docentes, y las reprimió con los Carabineros. ¿Qué políticas inclusivas puede haber en este Chile?
Parole, parole
Todas palabras. Entre las 58 recomendaciones se pueden leer varias interesantes sobre la gestión pública, la participación ciudadana, la reducción de la brecha digital y tecnológica y desarrollo de las TICs, el intercambio de experiencias en materia fiscal y la implementación de políticas públicas sociales, integrales, incluyentes y redistributivas.
Pero esa agenda choca de frente, como contra un camión lanzado a toda velocidad, en el caso del mexicano, Felipe Calderón. Su gobierno es una bola de intereses empresarios monopólicos, con altas esferas permeadas por negocios espurios, con fuerzas de seguridad socias de carteles de narcos. Suena a risa que el gobierno azteca firme acuerdos sobre Estado y Desarrollo, transparencia, controles públicos y otros tantos tópicos tan poco realistas.
A Paraguay llegaron los zánganos rey Juan Carlos, reina Sofía y el jefe de gobierno José Luis Rodríguez Zapatero.
La monarca hizo su programita turístico con otras tres esposas de mandatarios, probó comidas típicas y visitó iglesias, donde se sacó fotos con parejas que se casaban. Su esposo Borbón no hizo aporte alguno a la Cumbre. Menos mal, porque podría haberse peleado con algún mandatario progresista, como en 2007 en Chile con Hugo Chávez.
A propósito, la semana pasada el programa 678 repitió declaraciones de Daniel Miguez sobre su libro «Kirchner íntimo». Allí el autor relataba la dificultad del ex presidente para darle tratamiento protocolar al monarca español, hasta que éste le dijo «llámame Juanito». Sonó desubicado que ese programa hiciera centro en esas anécdotas, que lo ponen al Borbón casi como un hombre de pueblo. ¿No sabían que España tiene ahora 5 millones de desocupados y que el gobierno y la policía maltratan a «los indignados»?
¿Qué audiencia podía tener Rodríguez Zapatero en la sede del Banco Central primero y en el local de la Conmebol donde sesionó la Cumbre? Casi cero. Es un gobernante que ha defraudado a su pueblo y los aliados de Iberoamérica. Por eso mismo debió llamar a elecciones anticipadas para el próximo 20 de noviembre, donde el PSOE perdería el poder a manos del derechoso Partido Popular.
España y en general los gobiernos europeos están ajustando a sus pueblos, ciñéndose a las recetas de Washington, el gobierno alemán, el Banco Central Europeo y el FMI. Hablar de esos Estados y Desarrollo es aludir a algo que no existe. Estados y Ajustes, Estados y Recesión, Estados y Crisis, sí podrían haber sido materias para la disertación del seudo socialista español.
Por esa y otras razones, la reunión fue aburridísima. Una crónica del diario paraguayo «Última Hora» reseñaba: «se pudo visualizar el aburrimiento de la mayoría de los mandatarios. Algunos mantenían la mano en algún lugar del rostro, otros se cruzaban de brazos o se hamacaban en sus sillas. Ya en el momento de pasar a la parte artística, varios de ellos comenzaron a chatear con sus respectivos celulares».
Correa tomó la posta
Ausentes Chávez y Raúl Castro, y con Evo Morales ocupado con otros asuntos internos, aunque presente en Asunción, le tocó a Rafael Correa asumir el protagonismo del sector político más avanzado y nucleado en el ALBA.
Aquí se había advertido (LA ARENA 28/10) que «seguramente mañana en Paraguay, en la Cumbre Iberoamericana, Correa dirá lo suyo», referencia a la campaña en su contra de «El Universo» y los medios monopólicos. Y lo hizo en reportajes concedidos a EFE y Clarín, pero sobre todo en la propia reunión, donde polemizó con Calderón. «Creo que América latina debe repudiar con todas sus fuerzas las mentiras de cierta prensa en América latina. Y por supuesto que necesita una regulación», le replicó a su colega mexicano.
Los organizadores habían invitado en forma inconsulta al Banco Mundial, que envió a la vicepresidenta para América Latina, Pamela Cox, asidua visitante de Argentina, aún en los años kirchneristas.
El mandatario ecuatoriano tiene un largo pleito con el Banco Mundial y la propia Cox, a raíz de la negativa de concederle un crédito en 2007, cuando la entidad adujo el cambio de orientación política de Quito. Correa expulsó entonces al representante del Banco en Ecuador y las relaciones nunca volvieron a ser buenas. El norteamericano Robert Zoellick es el titular del BM.
El sábado, cuando Lugo se disponía a cederle la palabra a Cox, Correa pidió hablar y explicó que se iba a retirar como forma de protestar contra el Banco Mundial y reseñó el diferendo. Acusó al organismo y al FMI, de haber hecho «tanto daño a los países pobres de América Latina y de todo el mundo».
Evo, su colega boliviano, lo apoyó abiertamente, pero Lugo defendió la invitación al Banco Mundial aclarando que difiere con éste pero trabaja con sus proyectos. Una nueva demostración de las profundas diferencias existentes en el seno de los 22 países que conforman el espacio. Volverán a verse las caras el año próximo en Cádiz, con el insoportable Juanito Borbón de dueño de casa y posiblemente Mariano Rajoy.
El año próximo habrá también ausencias, aunque quizás no sean tantas como las de esta vez. Ese destino turístico español será más atractivo para los gobernantes y sus comitivas que la calurosa y tercermundista Asunción.
Fuente original: http://www.laarena.com.ar/