Chávez ha hablado de manera categórica e inequívoca de Independencia y de Socialismo. Por eso muchos lo consideramos el dirigente indiscutible de la Segunda y Definitiva Independencia de Nuestra América y el principal y activo abrecaminos para el desarrollo del socialismo del siglo XXI según este vaya definiéndose. Que Hugo Chávez Frías haya logrado aglutinar […]
Chávez ha hablado de manera categórica e inequívoca de Independencia y de Socialismo. Por eso muchos lo consideramos el dirigente indiscutible de la Segunda y Definitiva Independencia de Nuestra América y el principal y activo abrecaminos para el desarrollo del socialismo del siglo XXI según este vaya definiéndose. Que Hugo Chávez Frías haya logrado aglutinar 8 millones de conciencias de la coalición de fuerzas más importante de la Historia del Caribe latinoamericano es un logro digno de admiración y emulación.
Lo ha hecho el Comandante Chávez a pesar de la casi unanimidad de medios televisivos, periodísticos y radiales en su contra. Lo ha hecho con valor; afirmando su vocación socialista y, al hacerlo, arrastrando con su compromiso, su entusiasmo y su fervor y amor por su pueblo por la dirección del único derrotero capaz de hacer valer la verdadera independencia.
Me refiero al proyecto nacional que implica emanciparse de la dictadura del Capital que hoy, en su etapa desesperada y fallida llaman neoliberalismo.
Acá en Puerto Rico confrontamos unas elecciones en el que movimientos que históricamente han representado una corriente independentista y socialista han optado por distanciarse de ambos imperativos históricos. Del Movimiento Independentista Hostosiano que desciende del Partido Socialista y del Movimiento Independentista lo que vemos es que han puesto su militancia a participar en la formación y organización de un nuevo Partido, Movimiento de Unión Soberanista.
Este nuevo partido no se presenta como partido por la independencia. Tampoco menciona la palabra socialismo en su programa ni en su propaganda. Han renegado de sus dos principales características definitorias de más de 5 décadas porque piensan que el pueblo no responde a esas dos aspiraciones insoslayable del pueblo trabajador.
Otro partido de recién creación que es descendiente del Frente Socialista primero y luego del Movimiento al Socialismo. Pretende representar los intereses del pueblo trabajador y ha hecho interesantes planteamientos reformistas en cuanto a la agricultura, la ecología, el empoderamiento comunitario, el desarrollo de fuentes renovables de energía, el desarrollo del cooperativismo y el fortalecimiento de la educación.
Pero estos compañeros también han optado por no identificarse con la independencia ni con el socialismo. Pero hacen planteamientos de reformas de legalización de la marihuana mientras siguen rigiendo las leyes antidrogas de los EUA en Puerto Rico.
Plantean el desarrollo de una agricultura sostenible que confronta el obstáculo de la vigencia de leyes federales que regulan la agricultura, la industria y su comercio que son imposibles de implantar mientras rijan con vigencia en Puerto Rico la cláusula territorial para las colonias y la cláusula de comercio de la Constitución de los EUA que rige en Puerto Rico.
Estas cláusulas y la de la Supremacía Federal nos impide defendernos de las prácticas desleales de los productores agrícolas y comerciales o de la penetración rampante de Wal Mart y sus socios competidores y las leyes federales que rigen salarios, la negociación colectiva y la organización de sindicatos y mucho más, las comunicaciones y nos impiden hacer pactos y tratados para unirnos a la CELAC, la ONU, UNASUR o al concierto de negociaciones caribeñas.
La triste realidad es que somos una colonia sometido a la tiranía de los EUA y dos nuevos partidos que vienen de movimientos de la izquierda independentista se alejan de la independencia y del socialismo. Deberíamos todos aprender una lección de valor y dignidad del Comandante Hugo Chávez que se juega su futuro político con ambas mientras toda la oposición hace alianza en su contra.
¿Si los nuevos partidos que he descrito a grandes rasgos piensan que es necesario renegar de sus posturas socialistas e independentistas porque el pueblo no está listo para ambas, como ayudamos a que tome conciencia de su importancia insoslayable negándonos a asumirlas como elementos fundamentales de la verdadera emancipación del pueblo puertorriqueño y su integración al ALBA, la CELAC y el concierto de pueblos que luchan por su segunda independencia?
Y esto lo hacen en el momento en que se da un Plebiscito en el que por primera vez se perfila la gran probabilidad de que el pueblo se exprese mayoritariamente a que Puerto Rico siga bajo la autoridad que le confiere al Congreso la cláusula territorial que les ha servido de fundamento para tener colonias en ultramar.
Ambos nuevos partidos rechazan participar en este Plebiscito histórico a favor de la Independencia. Solo queda un partido que hará campaña por el NO a la Colonia y a favor de la Independencia en las elecciones del 6 de noviembre. Ese es el Partido Independentista Puertorriqueño.
Sabemos que el Plebiscito no es vinculante. Sabemos que se hizo como una trampa contra la Independencia y contra el Estado Libre Asociado para eliminar a los autonomistas como fuerza y así poder enfrentarse contra nosotros los independentistas que somos minoría. Sabemos también que si gana el NO le habremos asestado un rudo golpe a la hegemonía colonialista de los EUA por primera vez en 114 años. Sabemos que Obama y el Congreso quieren que esto siga sin cambiar.
Quizás por ello el Partido Independentista tiene él solo, la fuerza de los otros tres partidos minoritarios según encuesta publicada en el Nuevo Día Hoy.
Chávez lo sabe y nosotros también deberíamos saberlo: Vale más la fuerza moral de la conciencia de un pueblo que el poder desnudo y soez de los imperios. Tomemos nota de su admirable gesta y asumamos la Independencia y el Socialismo como elementos esenciales e insoslayables de nuestro movimiento libertador e integracionista.
Yo estoy con el Comandante Chávez. Admiro su valor y su compromiso por crear una Patria Grande de la que somos parte por historia, cultura y afinidades a la cual en el futuro perteneceremos con todos los derechos de un pueblo verdaderamente libre y soberanos sin asociaciones colonialistas.
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