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La Organización de los Estados Americanos, OEA, no es un espacio de integración regional, sino un organismo que la derecha continental utiliza para apuntalar el atraso político.
El relato no sirve para articular una buena historieta, pero los más influyentes medios de información lo repitieron durante muchas horas y varios de sus principales analistas lo utilizaron para presentar a Nicolás Maduro como el gobernante que financió el atentado.
Desde la izquierda dominicana, desde el movimiento popular, y unidas todas las voces que defienden el avance político, es preciso exigir al presidente Luis Abinader y al canciller Roberto Álvarez que el próximo 23 de junio voten contra la continuidad del bloqueo de Estados Unidos a Cuba.
La reciente visita del general Craig Faller y los pronunciamientos de funcionarios de la embajada de Estados Unidos en Santo Domingo, llaman la atención acerca de la utilización del territorio como centro de apoyo para operaciones de inteligencia y de las nuevas tareas asignadas al Estado dominicano en el proyecto imperialista de reposicionar a la derecha en América Latina.
El 5 de abril, en República Dominicana se conmemora el Día Nacional del Periodista. La carencia de un ejercicio ético y de un quehacer periodístico esencialmente contestatario, es una derivada de la crisis en las libertades públicas, situación que al mismo tiempo apaña y alimenta.
El pasado 8 de enero, a propósito de la muerte de Enrique Pérez y Pérez, exgeneral y siempre agente de la CIA, muchas personas citaron el Obituario con hurras, despedida en versos compuesta por Mario Benedetti, apropiada para decir adiós a un canalla en cualquier zona del planeta.
“Las mujeres socialistas de todas las naciones reconocemos al imperialismo como el enemigo que ahora está conduciendo a los pueblos a luchar entre sí”. La frase está contenida en un documento publicado en 1915 por Clara Zetkin bajo el título “Las mujeres de Alemania a las mujeres de Gran Bretaña”.
El país en proceso de eliminar la desigualdad social que describió en la sede del Congreso el presidente Luis Abinader y el país en el cual la Policía detiene y golpea a quienes violan un toque de queda impuesto por un gobierno que solo disfraza el abandono, no tienen similitud.
Las audiencias para imponer medidas de coerción a colaboradores del expresidente Danilo Medina acusados de estafar al erario, evidenciaron la marca de la corrupción en la gestión que concluyó el pasado 16 de agosto y también el daño que causa la podredumbre acumulada.
El control corporativo de los más influyentes medios de comunicación y la adhesión al sistema político de la mayoría de los analistas (incluso muchos de los autoproclamados independientes), ha permitido a Luis Abinader evadir la responsabilidad de explicar su compromiso y el del sector político que representa con la podredumbre y con la acentuación del entreguismo.