“Nadie se preocupa por las y los presos [palestinos]”. En los últimos años he oído pronunciar muchas veces esta frase (o alguna variación de ella) a expresos palestinos o a sus familias. Siempre que hago una entrevista sobre este tema fundamental y extremadamente sensible se me dice, continuamente, que “nadie se preocupa”. Pero, ¿es realmente así? ¿Están tan abandonados las y los presos palestinos que su libertad, su vida y su muerte no tienen importancia?