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Guatemala

Cuando indígenas y campesinos se asumen defensores de derechos y comunicadores comunitarios

Fuentes: Rebelión

Los días 30 y 31 de agosto, del presente año, defensores y comunicadores indígenas y campesinos, provenientes de 14 pueblos mayas, Xinca y Mestizo, asentados en 122 comunidades, distribuidos en 17 departamentos del país, se autoconvocaron en el Encuentro Nacional de Defensor@s y Comunicador@s Comunitarios, realizado en el Cantón San Miguelito, Municipio Santo Domingo, Departamento […]

Los días 30 y 31 de agosto, del presente año, defensores y comunicadores indígenas y campesinos, provenientes de 14 pueblos mayas, Xinca y Mestizo, asentados en 122 comunidades, distribuidos en 17 departamentos del país, se autoconvocaron en el Encuentro Nacional de Defensor@s y Comunicador@s Comunitarios, realizado en el Cantón San Miguelito, Municipio Santo Domingo, Departamento de Suchitepéquez.

Rodeados de los monocultivos de la caña de azúcar, bajo la sombra de los árboles de cacao y de bananos del lugar, sin cámaras de televisión, ni reporteros, reflexionaron sobre la escandalosa situación del país, y compartieron sus logros y desafíos en la defensa de derechos en sus territorios, y profundizaron sus propuestas de cambios estructurales.

Muchos de ell@s viajaron todo un día para participar en el Encuentro, autofinanciados por sus propias comunidades en resistencia.

Pernoctaron en sus hamacas, sobre leña y bancas, bajo el tinglado construido por muchos de ellos. Comiendo, tamales, paches, frijoles y tortillas, sin utensilios desechables, ni Coca Cola, realizaron su Encuentro.

Ni el calor sofocante de la Costa, ni la ausencia de salones y asientos amoblados, desactivó las miradas y voces llenas de esperanza y entusiasmo realista de los presentes. Dos mariachis defensores de derechos, y otros defensores dinámicos mantuvieron la atmósfera festiva/reflexiva del Encuentro.

¿Por qué indígenas y campesinos se auto proclaman defensores y comunicadores comunitarios?

La sistemática estigmatización/criminalización de las resistencias comunitarias en los territorios en disputa tiene una relación simétrica con la ausencia de defensores «clásicos» de los derechos humanos en dichos lugares (activistas profesionales, ONG, abogados, etc.)

Dicha circunstancia de orfandad jurídica, obliga a que las comunidades se organicen, conozcan/estudien sus derechos y sus respectivos fundamentos jurídicos, y se asuman como defensoras de sus derechos.

Las y los defensores comunitarios de derechos humanos están amparados jurídicamente en la Resolución Nº 53/144 (1999) de las Naciones Unidas, y en las directrices de la Unión Europea y algunos países del norte de Europa que reconocen y promueven la protección de defensor@s de derechos humanos.

De esta manera, ante el recargado asedio y despojo de los territorios, por parte de los estados y las empresas, indígenas y campesinos con casi «nulo grado» de escolaridad (pero con una profunda vocación por la vida) desafían/desarticulan la «arquitectura discursiva» de quienes los catalogan como ignorantes, subversivos, antidesarrollo, comunistas, etc. Y, muchas ONG «especializadas» en la defensa y acompañamiento a defensores profesionales de derechos los miran con desdén.

Si la orfandad jurídica (técnica) convirtió a indígenas y campesinos criminalizados en defensor@s comunitarios de derechos, la estigmatización y el «cerco mediático» que padecen los está convirtiendo en comunicador@s comunitarios desde las redes sociales.

En el mencionado Encuentro de Defensor@s y Comunicador@s  se ratificó el llamado y el compromiso para que cada comunitario en resistencia se constituya en un defensor/comunicador de las luchas y agendas en las asambleas, calles y redes sociales.

Y, así fue. El Encuentro Nacional de Defensor@s y Comunicador@s Comunitarios, como muchas otras actividades similares, fue cubierto y difundido en y desde las cuentas personales y comunitarias de los presentes en las redes sociales.

Sabemos la enfermedad del país, pero también tenemos la medicina

«Nosotros sabemos de qué enfermedad padece Guatemala. Pero, también tenemos la medicina. La Asamblea Constituyente Popular Plurinacional es el único camino que nos queda», concluyeron varios de los grupos de trabajo.

Otros grupos reiteraron: «Nosotros no tenemos Estado. Nunca lo hemos tenido. Por eso planteamos la construcción de un Estado Plurinacional para Guatemala».

«La coyuntura no nos va a distraer. Aunque sí debemos valernos de la coyuntura para avanzar y construir poder», concluyó uno de los defensores mayores.

«Debemos profundizar y socializar nuestra propuesta de proceso Constituyente Popular y Plurinacional. Para eso debemos utilizar las redes sociales», fue otra de las conclusiones reiteradas.

Estos y otros eventos asamblearios anuncian que también en la Guatemala papirocrática la ruralidad indígena marginada pauta el camino a seguir.

Mientras, la urbanidad clasemediera indignada y la «sociedad civil organizada», aparentemente se agotan en el punto ciego de destituir gobernantes corruptos, sin considerar que el aparente Estado y su institucionalidad es la más burda materialización de la corrupción y de la criminalidad. Defensor@s y comunicador@s indígenas y campesinos sostienen e impulsan un inédito proceso de Asamblea Constituyente Popular y Plurinacional para reorganizar Guatemala.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.