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El increíble balotaje peruano

Fuentes: Rebelión

Por fin, después de un conteo de votos de cinco días, acabaron las elecciones y el economista Pedro Pablo Kushynsky (PPK) se alzó con una victoria de infarto alcanzado el 50.12% de los votos contra el 49.88% de su contrincante y administradora de profesión Keiko Fujimori. Para algunos analistas esta fue una campaña de película. […]

Por fin, después de un conteo de votos de cinco días, acabaron las elecciones y el economista Pedro Pablo Kushynsky (PPK) se alzó con una victoria de infarto alcanzado el 50.12% de los votos contra el 49.88% de su contrincante y administradora de profesión Keiko Fujimori. Para algunos analistas esta fue una campaña de película. Y no es para menos. Dos semanas antes del 5 de Junio, las encuestas le daban a Keiko una ventaja de 8 puntos. Entonces, ¿Qué paso con la maquinaria de guerra política del fujimorismo?

En la puerta del horno se quema el pan reza un dicho popular. Y en efecto, esto es lo que le pasó a la hija del ex presidente preso Alberto Fujimori. Y es que al parecer la candidata se mareo con los resultados de la primera vuelta donde, históricamente, el fujimorismo conquisto 73 curules (de 130) obteniendo mayoría absoluta en el Congreso de la República.

Esta cuestión (entre otros factores como el genuflexo performance de PPK), debe haber influido para que Keiko se olvidara de la estrategia conciliadora del first round (reconociendo la importancia de la Comisión de la Verdad, la Unión Civil, etc.), para pasar a una estrategia de guerra al balotaje. Y es que no hay otra forma de comprender como Keiko salió a defender a un procesado por lavado de activos (DEA de por medio) como al secretario general de su partido y actual congresista Joaquín Ramírez o apoyar la adulteración de un audio por parte de su candidato a vicepresidente José Chlimper que revivió la práctica oscura del autoritarismo fujimontesinista de los 90s.

Así las cosas, el factor Ramírez se convirtió (a pesar del paso al costado), en un elemento paralizante de la campaña naranja, que luego PPK utilizo para vincular a Keiko con un futuro Narco Estado logrando no solo reactivar y unificar el frente antifujimorista (ex candidatos centristas Acuña, Popi Olivera, Julio Guzmán, la izquierdista Verónica Mendoza, el colectivo Keiko No Va y la ciudadanía), sino coadyuvando a definir el voto de los indecisos que en ese momento fluctuaban en 12% (según IPSOS), porcentaje suficiente para que el ciudadano de apellido polaco alcanzara la victoria.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.