Olga Sanabria Dávila, destacada luchadora independentista, miembro de la Dirección Nacional del Movimiento Independentista Nacional Hostosiano, MINH, y de su Comisión Internacional, se encuentra en La Habana para participar en la jornada de solidaridad con Puerto Rico en torno al Grito de Lares el 23 de septiembre de 1868, fecha que marcó el inicio de […]
Olga Sanabria Dávila, destacada luchadora independentista, miembro de la Dirección Nacional del Movimiento Independentista Nacional Hostosiano, MINH, y de su Comisión Internacional, se encuentra en La Habana para participar en la jornada de solidaridad con Puerto Rico en torno al Grito de Lares el 23 de septiembre de 1868, fecha que marcó el inicio de la lucha por la independencia de la nación boricua.
Para dar a conocer el contexto político donde se lleva a cabo el actual debate sobre el estatus colonial de Puerto Rico, la líder independentista concedió una esclarecedora entrevista.
-PE: ¿Cómo caracteriza la actual coyuntura política de Puerto Rico?
-OS: Hay varios elementos importantes en la coyuntura actual en Puerto Rico, que son muy prometedoras para las fuerzas independentistas y de avanzadas, en favor de la descolonización de Puerto Rico.
Uno de los elementos que marca la nueva coyuntura, no positiva para el pueblo pero que conlleva mayor conciencia en el mismo, es la profunda crisis económica y social que atraviesa el país. Es una crisis históricamente pronosticada por el independentismo, porque la economía puertorriqueña es un modelo en función de los intereses extranjeros y no en función del desarrollo económico y social sostenible del pueblo de Puerto Rico.
El elemento principal que marcó esta etapa de crisis económica fue la determinación hecha por las tres casas evaluadoras del crédito en los países capitalistas, sobre la emisión de bonos del gobierno colonial, definiéndolos como de nivel chatarra. Esto quiere decir, que el margen prestatario es extremadamente limitado, por lo que el gobierno colonial se ha visto obligado a tomar una serie de medidas de austeridad, reduciendo servicios en los campos de la salud, educación y otros programas sociales, así como reducir empleos públicos.
A partir de esta realidad son palpables las dificultades de la población para conseguir empleo, el aumento de los precios, dificultades para los servicios, etc. con lo que se profundiza la crisis social, pero a su vez determina que se entienda la relación entre la crisis económica y la ausencia de posibilidades dentro del marco colonial y de falta de poderes del pueblo puertorriqueño.
-PE: ¿Favorece la crisis económica la lucha anticolonial?
-OS: Hay varios elementos positivos en esta coyuntura. Una consulta colonial que se realizó hace casi dos años arrojó que el 55% de los puertorriqueños rechazan el estatus colonial y quiere que haya un cambio. La profundización de la crisis económica ha hecho que en el debate público crezca la necesidad de solución del estatus de Puerto Rico, porque hay cada vez más conciencia que dentro del estatus colonial el gobierno no tiene margen o poder para establecer un nuevo modelo económico que tome en cuenta los cambios ocurridos en el mundo. Sobre todo en los últimos 30 años, con la globalización y las tendencias de integración regional, donde los países se agrupan para coordinar posiciones e intereses económicos comunes. En Puerto Rico, bajo el gobierno colonial, no hay posibilidad de integrarse a esas tendencias y tampoco establecer un modelo económico diferente.
Por otro lado gana terreno una opción específica de descolonización, que es la Asamblea Constitucional de Status, donde las diversas fuerzas políticas puedan deliberar de manera sosegada, madura, no sectaria, no partidaria, sobre cuáles son los consensos a que podemos llegar para presentarle a EU en una sola voz, los cambios que queremos en la relación con EU.
Estamos convencidos que en el marco de esa Asamblea Constitucional, el primer paso será eliminar la aplicabilidad de la cláusula de territorialidad de EU a Puerto Rico, que es donde emanan los poderes del Congreso de EU hacia la isla, además de los aspectos de coacción militar existentes.
Hay también un sector del Partido Popular Democrático, PPD, (autonomista) denominado «soberanista», que apoya la opción de la Asamblea Constitucional. En las últimas elecciones esa corriente ganó un elevado número de alcaldías, incluyendo la capital, San Juan, y también un sustancial número de legisladores. Varios «soberanistas» fueron nombrados en cargos de gobierno.
Sin embargo, los «soberanistas» sufrieron un revés en una Junta de Gobierno del PPD, durante una votación para decidir sobre una Asamblea Constitucional que ellos apoyaban o celebrar un nuevo plebiscito, donde ganó esta última opción.
-PE: ¿No formó parte de la campaña electoral del PPD, la celebración de una Asamblea Constitucional?
-OS: Sí. Es importante señalar el trasfondo de esa decisión. La victoria del PPD fue con un programa que contemplaba la Asamblea Constitucional, lo que se convirtió en una promesa de gobierno. Sin embargo, tras ganar las elecciones, el gobernador Alejandro García Padilla, presidente también del PPD, decidió que en lugar de legislar de inmediato sobre la Asamblea Constitucional daría un plazo de un año a EU para que tomara alguna iniciativa sobre la solución del estatus de Puerto Rico. Poco antes de cumplirse el plazo el gobierno norteamericano designó 2.5 millones de dólares para la celebración de un nuevo plebiscito, poniendo como condición que sus opciones de estatus se correspondieran con el marco constitucional de EU.
Como es de suponer, sería un plebiscito coaccionado por el poder de EU en Puerto Rico, contrario al derecho internacional de descolonización y de libre ejercicio de autodeterminación del pueblo. Esa iniciativa ya fue rechazada por el Movimiento Independentista Nacional Hostosiano. Actualmente comienza un debate sobre qué opciones se van a llevar a ese plebiscito. Ya fue anunciado por el gobernador que ese es un «debate» que se circunscribirá a la cúpula del PPD.
-PE: ¿Cuáles son las metas que se propone el independentismo?
-OS: El independentismo tiene el reto de seguir educando a la población sobre la opción de la independencia y también sobre el mecanismo de descolonización que representa la Asamblea Constitucional, tema que aunque ha ganado terreno no es aún comprendido a cabalidad como inicio del proceso de descolonización.
El otro reto del independentismo es cómo trabajar las coincidencias políticas que tiene con el sector «soberanista» del PPD, como por ejemplo sacar a Puerto Rico de la cláusula territorial de la Constitución de EU e impulsar la Asamblea Constitucional.
Es decir que tenemos una coyuntura donde hay crecimiento en la conciencia anticolonial, donde también crece el apoyo a la Asamblea Constitucional como mecanismo específico de descolonización; y donde podemos trabajar coincidencias con otros sectores políticos para ganar fuerza en favor de esa opción descolonizadora.