INTRODUCCIÓN Una caracterización objetiva sobre la América Latina en su conjunto y su historia, nos ayuda a entender por qué en esta región han ocurrido muchos de los acontecimientos que aquí se explican. La descripción de Pablo González Casanova es elocuente y de especial importancia en ese sentido: […] Aunque las naciones de América Latina […]
INTRODUCCIÓN
Una caracterización objetiva sobre la América Latina en su conjunto y su historia, nos ayuda a entender por qué en esta región han ocurrido muchos de los acontecimientos que aquí se explican. La descripción de Pablo González Casanova es elocuente y de especial importancia en ese sentido: […] Aunque las naciones de América Latina tengan un pasado parecido y muchos rasgos comunes de lengua, religión, sistemas de dominación social y nacional; aunque todos los países que la integran hayan luchado contra enemigos comunes desde el colonialismo ibérico hasta el imperialismo norteamericano, la estructura de la sociedad y el estado en cada país presentan características y especificidades que justifican plenamente el análisis histórico de cada uno de ellos.1
El continente latinoamericano se ha caracterizado en el Siglo XX y los dos primeros lustros del Siglo XXI por un agitado ambiente político y social. Últimamente se ha analizado en foros internacionales la estabilidad que alcanzó la región en las postrimerías del pasado siglo e inicios del actual, ha estado influida por el número de gobiernos progresistas y de tendencias izquierdistas en el poder, cuyas políticas evitan conflictos sociales.
Ciertamente América Latina era una de las regiones geográficas más sacudidas por golpes de Estado, huelgas y otras manifestaciones en contra de los gobiernos «establecidos.
Durante muchos años los golpes de Estado han sido un instrumento habitual para el derrocamiento de gobiernos en el Tercer Mundo. La pobreza, la incompetente política económica, social y una larga tradición de liderazgo militar han hecho que muchos gobiernos hayan sido derrocados de ese modo.
El impacto social que esas acciones militares tuvieron en las grandes masas de los pueblos latinoamericanos, solo pueden ser calificados de desastrosos; sus secuelas han llegado a nuestros días con una macabra estela de muertes, desaparecidos, torturados, familias enteras separadas llorando la pérdida de uno o más seres queridos, etc
Todo ello sumado a las dificultades económicas que se crearon e imposibilitaron el desarrollo armónico de las sociedades latinoamericanas; las creaciones de más y mejores fuentes de empleo; el desarrollo industrial adecuado que posibilitase un marco apropiado para las mayorías y no solo para una parte privilegiada de la misma, etc. Esos han sido los principales impactos negativos de esa siniestra política de Golpes Militares.
En el diccionario de la Lengua Española de Julio Casares se define el Golpe de Estado como: Acción de apoderarse violenta e ilegalmente del gobierno de un país2
De su versión militar, que es la menos investigada históricamente, se plantea que: Los Golpes Militares están determinados por el predominio de las Fuerzas Armadas por sobre todas las demás instituciones del gobierno y el aparato burocrático del Estado queda subordinado al nuevo régimen3 .
GOLPES MILITARES SIGLO XX
Tomando como punto de partida los años 1929 a 1930, en que trascurrió la depresión económica en Estados Unidos, los problemas monetarios crearon conflictos entre los gobernantes y los nuevos aspirantes al poder que abogaban por soluciones que éstos no podían lograr, ello sumado a la «amenaza» de los grupos políticos de izquierda, facilitó la reaparición de los militares en el escenario político de la región.
Este autor ha investigado por distintas fuentes que en el siglo XX se produjeron 59 golpes de Estado entre 1908 y el 2000. Si consideramos la repercusión de éstos, la periodicidad en su ejecución y otros factores que tienen lazos con la Revolución Cubana, en esos 92 años transcurridos en ese período (1908 al 2000), los mismos pueden ser agrupados en tres períodos históricos trascendentales. Estos son:
Primer período: Desde 1908, fecha del 1er golpe militar registrado, ocurrido en Venezuela, hasta el fin de la II Guerra Mundial, tiempo en que el mundo vivió dos guerras mundiales y sus efectos funestos repercutieron en la generalidad de los países. En éste se produjeron un total de 19 golpes.
Segundo período: Entre 1946 y 1961, es decir desde el fin de la II Guerra Mundial hasta la declaración del carácter Socialista de la Revolución Cubana y su victoria aplastante sobre la invasión mercenaria por Girón, en el que se produjeron un total de 13 golpes. Esta etapa histórica abarca un momento crucial de la llamada «Guerra Fría 4
Tercer período: Abarca de 1962, momento éste en que la América Latina y el mundo se estremecieron por la llamada Crisis del Caribe o de los Cohetes, hasta el comienzo siglo XXI. En estos más de 38 años fueron registrados 27 golpes militares (8 y14 más que en los dos período anteriores respectivamente); 21 de los cuales, o sea el 77%, fueron ejecutados en los años comprendidos entre las décadas del 60 hasta la del 80. (Ver anexo no.1).
Tomando como base los datos expuestos, es imprescindible profundizar en los hechos enmarcados en el tercer período.
El triunfo de La Revolución Cubana el 1ro de enero de 1959, hizo que toda America Latina y el mundo en general pusieran su mirada sobre esta zona geográfica. Lo que hasta el momento era calificado como el «traspatio de los Estados Unidos» y su principal área de influencia, empezó a «transformarse».
Las reacciones de todo tipo de los gobiernos norteamericanos de turno no tardaron, Cada una de las administraciones de época en Estados Unidos planificaron uno por uno un conjunto de acciones para evitar la propagación y avance del «mal» que representaba Cuba, su revolución y sus dirigentes. En consecuencia proyectaron una combinación de operaciones políticas, económicas, sociales, culturales, militares y de guerra sucia. Le temían más a los cambios sociales en beneficio del pueblo que al marxismo que decían combatir.
De las medidas de corte político, la que más repercusión internacional alcanzó por aquellos primeros momentos de confrontación fue la creación de un proyecto para «ayudar» a la América Latina, impulsado por el propio presidente de los Estados Unidos, John F. Kennedy. Se denominó «Alianza para el Progreso» con un exiguo presupuesto inicial de 20 millones de dólares para toda una región empobrecida, hambrienta, enfermiza y atrasada.
De hecho, el fracaso de ese plan quedó evidenciado diez años después en un Memorandum sobre una reunión realizada en la Sala Oval de la Casa Blanca el 4 de septiembre de 1971. En la misma participaron el presidente de los Estados Unidos, Richard Nixon, el Dr. Carlos Sanz Santamaría, Presidente del Comité Interamericano para la Alianza para el Progreso y Arnold Nachmanoff, miembro del Consejo de Seguridad Nacional de los Estados Unidos.
En ella el Dr. Sanz expresó que deseaba examinar dos puntos con el Presidente, en esa fecha en que se conmemoraba el 10mo Aniversario de la creación de la Alianza para el Progreso:
(1) El problema inmediato de los efectos sociales del nuevo programa económico del Presidente de EEUU para América Latina
(2) La incógnita de las relaciones de Estados Unidos con América Latina en la próxima década.
Añadió que reconocía la necesidad de que los Estados Unidos tomaran acciones positivas para aliviar los serios problemas económicos y sociales existentes ya que algunos países estarán particularmente afectados por el recargo del nuevo plan. […] Los países latinoamericanos no sienten que son la causa de los problemas a los que se dirige el nuevo programa económico que ahora se promueve.5 , terminó apuntando Sanz.
Otra práctica política de consecuencia internacional fue el intento de aislar a Cuba de su entorno natural y distanciarla de las naciones y pueblos vecinos. Para ello se presionó de forma abierta para que el gobierno cubano fuera expulsado de la OEA6, hecho éste que se produjo en febrero de 1962 en Punta del Este, alegándose la incompatibilidad del marxismo con el sistema americano. Fueron forzados todos los países del área a que rompieran relaciones diplomáticas con Cuba y hacer creer que no había lugar en esta región para un sistema como el adoptado por nuestro país. Esto lo «aprobaron y acordaron» mayoritariamente, con la única y honrosa excepción del Gobierno Mejicano.
Simultáneamente a la «ofensiva política», se extendió el «modus operandi» a otras formas, entre ellas las operaciones políticos – militares, como los golpes militares; las operaciones castrenses propiamente dichas, como las invasiones a varios países latinoamericanos y otras de abierto respaldo a los gobiernos que se plegaban a los propósitos de Estados Unidos y las de desafío frontal a los que no seguían la línea que se dictaban desde Washington.
Para instrumentar la organización de los golpes militares, los Estados Unidos se apoyaron en una vasta red de Centros de Estudios Militares que les permitiría contar con un cuerpo de oficiales leales a sus intenciones. El más conocido en la región fue la «Escuela de Las Américas»7, cuya primera sede oficial fue la Zona del Canal de Panama y que como consecuencia de los Tratados Torrijos – Carter de 1979 fue traslada posteriormente a la Florida. También se auxiliaron de las Escuelas y Academias Militares en su propio territorio, fundamentalmente para oficiales provenientes de la clase alta y media de cada país latinoamericano y de los Centros de Estudios Militares que existentes en cada nación, bajo la «asesoría» de oficiales norteamericanos.
En todos ellos se «educaban» los jefes militares latinoamericanos que después integraban los órganos de mando y dirección de las fuerzas armadas de sus naciones de origen, algunos de los cuales eran previa o posteriormente seleccionados para formar parte de los servicios especiales (entiéndase inteligencia) de los Estados Unidos, en particular de la CIA. Lo que equivalía a tener una vigilancia «desde adentro».
Al propio tiempo Estados Unidos instituyó una estrategia continental de contención y eliminación de las fuerzas políticas y sociales de izquierda, debido al auge de las mismas, fundamentalmente en países del Cono Sur. Los golpes militares no fueron acciones que se ejecutaron aisladamente, como una pieza única, sino que fueron el resultado de planes geopolíticos coordinados con otro plan macabro de triste recordación: la «Operación Cóndor. Así las caras visibles de las dictaduras militares se encargaban de «gobernar» y las ocultas del Plan Cóndor realizaban el «trabajo sucio».
La Operación Cóndor fue creada por la CIA, en coordinación con los órganos similares de Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Paraguay, Uruguay Venezuela, además de Ecuador y Perú, en menor medida. También participó desde sus inicios el Movimiento Nacionalista Cubano (MNC)8 Sus «patrocinadores» fueron por Estados Unidos, Richard Helms, entonces director de la CIA y David Atlee Phillips, Jefe de la División del Hemisferio Occidental de la mencionada Agencia.
Por América Latina los «padrinos» fueron los generales chilenos Augusto Pinochet y Manuel Contreras Sepúlveda; por Argentina Jorge Rafael Videla. Entre el 25 de noviembre y el 1ro de diciembre de 1975 se llevó a cabo una reunión en Santiago de Chile dirigida por el General Manuel Sepúlveda, Director de la Dirección de Información Nacional de Chile (DINA) donde expresó […] Esta reunión puede ser la base de una excelente coordinación y un mejor accionar en beneficio de la seguridad nacional de nuestros respectivos países.
Así irrumpió este fatídico plan. La dirección de la operación se ejercía desde la DINA, apoyada por el Batallón 601 de la Inteligencia del Ejército Argentino y la DISIP de Venezuela.
No pretendemos relatar cada uno de los golpes, sino analizar los más notorios. de la historia más reciente. Comenzaremos analizando la significativa trascendencia que tuvo el ejecutado en 1963 en República Dominicana, pues es prácticamente con el que se reinició este estilo de política.
Juan Bosch se había juramentado como presidente de la República Dominicana el 27 de febrero de 1963 y solo 6 meses después, el 25 de septiembre, fue derrocado por un golpe militar encabezado por altos jefes castrenses quienes lo expulsaron del país e instalaron un triunvirato. Todo ello «patentizado» en el Palacio Nacional con la presencia y anuencia del Agregado Militar de la Embajada de Estados Unidos en la nación dominicana. El «delito» cometido por Bosch, hasta ese momento, no era otro que haber permitido un supuesto progreso de las fuerzas de izquierda en el país, por ello sufrió la pérdida de aceptación del gobierno estadounidense. El embajador norteamericano en dominicana, en la fecha que se ejecutó el golpe, John B. Martin, le expresó el 8 de julio de 1963 (dos meses antes del golpe) al entonces presidente John F. Kennedy, que […] para el mes de septiembre Bosch probablemente va a estar en serios problemas9 .
En esa declaración se evidencia que los Estados Unidos estaban al tanto de la situación sobre la planificación de una acción contra el presidente dominicano, que posteriormente devino en un del golpe militar,
Asimismo el Asistente Especial del Presidente de los EEUU para los Asuntos Latinoamericanos, Ralph Dungan, envió el 6 de febrero de 1964 un memorándum al Asistente del Secretario de Defensa para Asuntos Interamericanos, Thomas Mann, en el que calificaba la situación reinante en aquel país de: […] obviamente difícil que pudiera desembocar en cualquier dirección con el consiguiente deterioro de las condiciones políticas y económicas que pueden terminar en un régimen al estilo de Castro.10
Poco más de un año después, el 24 de abril de 1965, estalló la Revolución Constitucionalista11 para reponer al presidente Juan Bosch, pero 4 días más tarde, o sea el 28 de abril, los Estados Unidos iniciaron la invasión de la isla. Ese mismo año de 1965 el presidente de los Estados Unidos por esa fecha, Lyndon B. Johnson, planteó su doctrina intervencionista en los siguientes términos: […] «Nosotros, los de este hemisferio, debemos usar todos los recursos a nuestra disposición para impedir el establecimiento de otra Cuba»12
Otro golpe militar que ha trascendido en el tiempo por su repercusión social y política fue el asestado contra el gobierno legítimamente elegido de Salvador Allende. Los organizadores y ejecutores desconocieron el hecho de que su nombramiento al cargo de presidente había sido mediante el método tradicional del sufragio «democrático» chileno. Por sus terribles consecuencias, condenadas internacionalmente, aún existen un número apreciable de ciudadanos chilenos desaparecidos y arrebatados a sus verdaderos familiares. Hay ejemplos conocidos y denunciados de la participación del gobierno estadounidense para evitar primero la asunción al poder de Allende y después en su participación en los hechos que provocaron su derrocamiento y muerte.
Con fecha 6 de noviembre de 1970, solo dos días después que Salvador Allende juró como presidente, se efectuó una reunión del Consejo de Seguridad Nacional de los EEUU para analizar qué estrategia debía asumir el gobierno estadounidense contra él.
En la misma, Henry Kissinger, Asistente del Presidente Richard Nixon para Asuntos de Seguridad Nacional, hizo un pormenorizado análisis del resultado de las elecciones chilenas y sus implicaciones futuras. Planteó que la elección de Allende como presidente de Chile era uno de los desafíos más serios que Estados Unidos tendría que enfrentar en ese año, porque lo que sucediera en Chile en los próximos seis a doce meses tendría ramificaciones que irían mucho más allá de las relaciones de entre ambos países. Argumentó su exposición diciendo que Allende había sido elegido y que era el primer gobierno marxista que había llegado al poder mediante elecciones libres y ello le daba legitimidad ante los ojos de pueblo chileno y de la mayor parte del mundo, por lo que sería muy costoso actuar de una manera que pareciera que se estaban violando los principios latinoamericanos tan defendidos por nosotros. También expuso que la incapacidad para reaccionar ante esa situación pudiera ser percibida en América Latina y en Europa como indiferencia o impotencia. Finalmente explicó que el Departamento de Defensa, la CIA y algunos funcionarios del Estado, definían a Salvador Allende como enemigo de los Estados Unidos, que se movería en contra del gobierno norteamericano tan pronto y con tanta fuerza como él sintiera que lo podía hacer y que cuando su hostilidad fuera manifiesta sería porque su poder estaba consolidado y realmente sería demasiado tarde para hacer mucho, el proceso sería irreversible.13
Esos elementos permiten confirmar que desde un inicio se analizaron las futuras consecuencias que se derivarían de aquel acontecimiento y que tomarían las decisiones propicias a sus intereses.
El presidente Nixon decidió, en respuesta a los planteamientos hechos, que crearía un Grupo de Trabajo Especial Interagencias, dirigido por el Departamento de Estado, con representantes del Departamento de Defensa, el Director de la CIA y el propio Kissinger, para preparar «alternativas» de cursos específicos de operación y planes de acción.14.
Tres años antes de la terminación de su mandato legal, el 11 de septiembre de 1973, desde horas tempranas se produjo el golpe militar contra Allende, con la participación de jefes y efectivos de las tres Armas (Ejército, Marina y Fuerza Aérea) y el Cuerpo de Carabineros. Las acciones militares estuvieron fundamentalmente ejecutadas contra el Palacio de la Moneda.
«Coincidentemente» ese mismo día y casi a la misma hora del inicio del bombardeo contra el Palacio y las restantes áreas afectadas por el golpe, llegó al puerto chileno de Valparaíso una Escuadra Naval Norteamericana, formada por 5 buques de combate de superficie y un submarino que participaban en las maniobras Unitas15. En esa ocasión, también «coincidentemente», los buques norteamericanos atravesaron el Canal de Panama e hicieron el movimiento en la dirección contraria a las manecillas del reloj, para llegar a costas chilenas justo a tiempo para hacer coincidir su arribo con el comienzo del golpe. En otras oportunidades realizaban el movimiento a la inversa sin atravesar el Canal de Panamá.
Estas «coincidencias» en tiempo pueden ser interpretadas como hechos coordinados, para ofrecer el apoyo que necesitaban los golpistas y mantener una vez más la «mano oculta» del gobierno norteamericano en los acontecimientos en desarrollo. El mundo entero conoció, vivió y sufrió las increíbles y sanguinarias medidas aplicadas por general Augusto Pinochet y sus cómplices contra el pueblo chileno y otros revolucionarios de la región. No son pocos los que han expresado que el régimen de Pinochet ha sido uno de los más parecidos al sistema nazi fascista instituido por Hitler en la Alemania del siglo XX, no solo por el terror y muerte ocasionado sino por también por la degradación social a que llevo al país. La desesperación fue tal que se contaban por cientos de miles los chilenos que buscaban refugio en otros países para mitigar sus más elementales necesidades sociales y humanas. Cuba fue una de las manos amigas con que contaron en aquellos tristes y lamentables momentos. Estados Unidos lo apoyó, pese a todo hasta el final.
Igualmente tuvo una especial e insoportable repercusión social con un impacto muy negativo en la comunidad, el Golpe Miliar ejecutado en la República Argentina en 1976.
Este país ya tenía en esa fecha un largo historial de generales del ejército sucediéndose al frente del gobierno como presidentes después del primer gobierno de Juan Domingo Perón. La relación se inició con el General Juan Carlos Ongania (1966 a 1970); después le siguió el General Roberto Marcelo Levingston (1970 a 1971) y finalmente el General Alejandro Lanusse (1971 hasta 1973). Éste último posibilitó la llegada a la presidencia de un gobierno civil encabezado por Héctor Rodríguez Cámpora, del Frente Justicialista, quien asumió la presidencia el 25 de mayo de 1973 tras 18 años de ausencia del peronismo y de Juan Domingo Perón16 en la vida política del país, Antes, el 26 de diciembre de 1972, el embajador de Estados Unidos en Argentina, Cabot Lodge, había informado al Departamento de Estado, al Departamento de Defensa, a la Agencia de Inteligencia de la Defensa y a los embajadores de Estados Unidos en Uruguay, Paraguay, Brasil y Chile, con respecto al posible retorno de Domingo Perón al país, que […] su imagen estaba dañada y era incapaz de dar soluciones dentro de su propio campo; que los militares querían llegar a un acuerdo pero si fuese para alcanzar la estabilidad que habían prometido17.
Esto ejemplifica que desde antes de la última llegada al país de Perón las autoridades norteamericanas estaban indagando sobre el criterio de los militares sobre él.
La muerte de Perón, ocurrida el 1ro de julio de 1974, despejó el camino para lo que se avecinaba: el golpe militar.
Este aconteció el 24 de marzo de 1976 (dos años después de la muerte de Perón) para derrocar a su viuda y presidenta Isabel Martínez. La estrategia represiva en esta ocasión, adquirió una connotación y crueldad mayor que la de los anteriores gobiernos de facto. La decisión del General Jorge Rafael Videla, el nuevo jefe militar llegado al poder, fue de aniquilar las principales fuerzas de izquierda, desarticular las organizaciones populares de base democrática y ordenar otras medidas violentas y represivas. Se cuantifican más de 10 mil asesinatos y 30 mil desaparecidos en los centros clandestinos de reclusión y miles de refugiados forzosos, como resultado trágico de los primeros cuatro años de ese gobierno surgido del golpe militar18.
En el caso de Argentina fue tan manifiesta la coordinación con la Operación Condor que durante la realización del Mundial de Futbol de 1978 se incrementaron los constantes registros, asaltos, allanamientos a domicilios, desapasiones de miembros de las organizaciones de izquierdas, tuvieran o no prueba de ello, asesinatos, etc para detener a cualquier sospechoso de ser militante de una organización de izquierda. La competencia futbolística mundial facilitaba el ocultamiento de esos hechos pues la maquinaria mediática estaba «enfocada» principalmente en el desarrollo en el magno evento deportivo.
Hoy en día ese asesino se debate en los pormenores de un juicio que pretende hacerle pagar sus crímenes horrendos mientras las estratagemas políticas de las fuerzas reaccionarias de dentro y fuera del país son para que no sea declarado culpable, es decir para repetir así la historia de Pinochet. El pueblo argentino ha luchado con dignidad contra esas inolvidables atrocidades, prueba gloriosa de ello lo son las Madres de la Plaza de Mayo quiénes aún buscan sus familiares desaparecidos hace más de 30 años atrás.
En la extensa lista de golpes militares de este período del siglo XX, solo dos tuvieron características diferentes, pues eran de intereses nacionalistas. El del General Juan Francisco Velazco Alvarado19 en Perú en 1968 y el del General Omar Torrijos ese mismo año en Panamá.
El primero con un equipo de gobierno integrado mayoritariamente por militares, estuvo en el poder hasta el 29 de agosto de 1975 (7 años) en que fue derrocado por otro golpe militar, encabezado por el también General Francisco Morales Bermúdez20, quien había estudiado en el National War College en Estados Unidos.
Durante el gobierno militar nacionalista de Velazco Alvarado se aprobaron leyes de beneficio popular que incluyeron Reforma Agraria; Reforma Educacional; Control de los medios de comunicaciones escritos, de radio y de televisión; la intervención y nacionalización de la International Petroleum Company y el establecimiento de relaciones diplomáticas y de amistad con Cuba y muy especialmente con el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz y el Gobierno Revolucionario, lo que no fue bien visto por la administración norteamericana de turno.
Al respecto de la nacionalización de la compañía petrolera, en un Memorandum del Director de la CIA por aquel entonces, Richard Helms, dirigido al Asistente del Presidente para la Seguridad Nacional, Henry Kissinger, con fecha 12 de marzo de 1969, se informó que […] Se conjetura que la CIA, con la aprobación del Departamento de Estado puede tratar de derrocar al régimen de Velazco, en nombre de la International Petroleum Company.21
Bermúdez tan pronto asumió el poder tras encabezar el golpe en 1975, comenzó a desmontar todas y cada una de las leyes aprobadas por el gobierno del General Velazco Alvarado; después «convocó a elecciones» para el 18 de mayo de 1980. El escrutinio final dio por «vencedor» a Fernando Belaunde Terry, el mismo político sumiso y cobarde que había sido depuesto por el golpe dirigido por Velazco. Por tanto, el General Bermúdez cumplió «exitosamente» la misión encomendada por la CIA de revertir todo lo hecho por el amigo de Cuba y de Fidel, a pesar de haber sido el vicepresidente de su gobierno.
Después de esta lamentable traición histórica el pueblo de Perú fue sumido en uno de las más lamentables calamidades sociales de América Latina, Todavía hoy se trata de enjuiciar al ex presidente en tres oportunidades, Alain Garcia, por su elevada corrupción al frente del gobierno y Alberto Fujimore se mantiene encarcelado por ambiciones similares. Esos son los males sociales que empobrecen a esos pueblos
En 1968 en Panamá, el Alto Mando de la Guardia Nacional, al frente de la cual estaba el General Omar Torrijos, destituyó al presidente Arnulfo Arias. Desde los primeros instantes de su gobierno Torrijos también emprendió una política nacionalista cuya máxima expresión fue la firma del Tratado Torrijos – Carter de 1979, mediante el cual Panama recuperó la soberanía del Canal y también estrechó sus vínculos diplomáticos, comerciales y de amistad con Cuba y con el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz.
El 29 de diciembre de 1969 Viron P. Vaky, miembro de la Jefatura del Consejo de Seguridad de los Estados Unidos envió un Memorandum al Asistente de Seguridad Nacional Henry Kissinger en el que le expresaba que por indicaciones del General Omar Torrijos, el presidente de la Junta de Gobierno, Demetrio Lakas, se había reunido ese mismo día con el embajador norteamericano Robert M. Sayre para informarle que:
[…]La Guardia Nacional estaba llevando a cabo una investigación sobre unas expresiones de los Coroneles de la GN Amado Sanjur y Ramiro Silveira22, en las que dijeron contar con todo el apoyo del General Westmoreland23 y del ejército de los Estados Unidos para sus actividades contra Torrijos
Que el primero de ellos mencionó tener evidencias de que Torrijos era comunista y que la CIA apoyaba su eliminación.
Demetrio Lakas, además dio a conocer que el General Torrijos continuaba escuchando rumores de que la CIA planificaba sabotear uno de los aviones en el que hacía vuelos al interior del país, mencionando:
[…] Que tenía convencimiento de que sus informaciones, sobre qué el Ejército de Estados Unidos estaba involucrado en los esfuerzos para expulsarlo eran ciertas24.
Omar Torrijos «murió» el viernes 31 de julio de 1981, en un acto de sabotaje a la avioneta en que viajaba sobre el cerro Marta, en el distrito de La Pintada, provincia de Coclé.
GOLPES PARLAMENTARIOS (SUAVES) SIGLO XXI
La situación actual en Latinoamérica difiere con respecto a los años de las décadas del 60 y principios de los 90 del pasado siglo. Han surgido nuevas formas y modalidades de injerencias e intervenciones en los asuntos internos de los países para combatir el auge de los movimientos nacionalistas Casi se han suprimido las formas y características de los Golpes Militares de entonces. Ahora se acude a las llamadas modalidades de Golpes Suaves, como el de Honduras, Golpes Parlamentarios, como el de Paraguay y Brasil para derrocar gobiernos progresistas y nacionalistas que han realizado grandes transformaciones sociales cambiando notablemente el panorama político de la región. No se han abandonado las pretensiones de dominación neoliberal, Estados Unidos y sus aliados políticos solo han cambiado los nombres que difunden en sus campañas mediáticas.
Esta nueva situación y formar de actuar, prácticamente se inició en la Republica de Honduras. Tras varios meses de crisis política en el país en el 2009 se enfrentaron al presidente electo José Manuel Zelaya el Congreso Nacional, El Tribunal Supremo Electoral y la Corte Suprema de Justicia, solo por aspirar éste a realizar un referendo para titular una Asamblea Constituyente.
El 26 junio del 2009 la Corte Suprema de Honduras, a pedido del Ministerio Público, aprobó por unanimidad de votos acusar al «ciudadano» José Manuel Zelaya como autor responsable de los delitos de traición a la patria, abuso de autoridad y usurpación de funciones en perjuicio del Estado de Honduras. Por ello dictó una orden de captura en su contra. Ese mismo día, el juez José Tomás Arita Valle, de la Corte Suprema de Justicia ordenó al Teniente Coronel René Antonio Herpburn Bueso, del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas, allanar la vivienda del presidente Zelaya y ponerlo a la orden de la justicia por delitos en perjuicio del Estado. Por su parte el Congreso designó una comisión especial para investigar a Zelaya «por desconocer los fallos de las instancias jurisdiccionales y violentar el Estado de Derecho».
El Golpe de Estado sobrevino dos días después, el 28 de junio del 2009 y solo actuaron «oficialmente identificados» los Poderes Legislativo, Judicial y Ejecutivo del gobierno. Algunos jefes militares solo intervinieron los primeros días para después desaparecer de la publicidad mediática, es decir pasaron a ocupar la posición de «poder oculto», mientras que Estados Unidos jugaba el papel de «juez» al enunciar que aquello no era un Golpe de Estado.
Hay que considerar que desde antes el presidente Zelaya había tenido una política de acercamiento al gobierno cubano y de promover los nuevos esfuerzos para que Cuba fuera aceptada en la OEA.
En Paraguay se optó por otra variante. Fernando Armindo Lugo Méndez, un político y obispo católico, fue elegido presidente en los sufragios del 20 de abril del 2008 y asumió el cargo el 15 de agosto. Durante su campaña electoral se pronunció por realizar una reforma agraria, el mejoramiento de la justicia, la sanidad universal gratuita y la recuperación de la soberanía energética.
El 21 de junio del 2012, la Cámara de Diputados del Parlamento Paraguayo aprobó la realización de un juicio político en su contra, alegando mal desempeño en sus funciones. Lugo se negó a renunciar, pero un día después, el 22 de junio, con 39 votos a favor y 4 en contra, fue destituido del cargo. Apenas le dieron 2 horas para preparar su defensa ante el Parlamento. En este caso, tampoco se hizo visible la mano militar. Washington también guardó silencio aprobatorio.
Es conocido que para ese entonces Fernando Lugo había aumentado sus relaciones con Cuba.
El proceso más reciente y dramático lo constituye el Golpe Parlamentario contra la presidenta de Brasil Dilma Roussef el pasado año. En esta oportunidad el argumento esgrimido fue la «corrupción». Aún después de casi un año de ocurrido los hechos, continúan las acusaciones por «nuevos descubrimientos» de otros funcionarios corruptos, que después del Golpe habían sido designados por el nuevo presidente como miembros del «inesperado parlamento». Aún este epílogo está en desarrollo. Para colmo de cinismo político el actual gobernante inconstitucional Richard Temer, surgido a la palestra pública después del Golpe Parlamentario (o Golpe Militar según los viejos tiempos) logró que ese órgano de gobierno creado por él a su estilo y usanza «aprobara» una ley que impide aumentar el presupuesto del Estado para beneficio social durante los próximos 20 años. Es decir estancar el país y por ende a la mayoría de la población en los próximos dos decenios.
CONCLUSIONES
A modo de conclusión podemos afirmar que los años transcurridos con la presencia de gobiernos surgidos de golpes militares se corresponden con una de las épocas más oscura, indecorosa, triste y trágica en la América Latina de mediados del siglo XX en todos los aspectos de la vida social, económica y de desarrollo armónico e integral.
Fue un periodo en que se implantó un estilo de política potenciado por las sucesivas administraciones norteamericanas para retrasar e impedir el desarrollo de los pueblos; por el auge y ascensión al poder de movimientos revolucionarios y nacionalistas latinoamericanistas que luchaban por las reivindicaciones sociales que exigían los tiempos modernos; y por el acercamiento cada vez más creciente a la Revolución Cubana y a su máximo dirigente El Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz.
La historia nos ha dado pruebas fehacientes de que las sociedades que son reprimidas violentamente por el solo hecho de querer gozar de las bondades que ofrece el ejercicio pleno de sus derechos sociales, no retroceden ni se amilanan ante el abuso y el terror que tratan de imponerle, por el contario aumentan sus luchas, surgen nuevos líderes que los conducen en el combate y la batalla ideológica, logran el desarrollo social coherente y finalmente logran la victoria.
Anexo 2
Pag. 1
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INSTITUTO SUPERIOR POLITÉCNICO JOSÉ A. ECHEVARRIA
DEPARTAMENTO DE MARXISMO.
Trabajo para el examen de Problemas Sociales de la Ciencia y la Tecnología en opción a la obtención de la categoría de Investigador Auxiliar.
TITULO: Impactos Sociales de los Golpes Militares en América Latina y el Caribe en los siglos XX y XXI.
Autor: MSc Victor García Gaitán, analista.
Entidad: Instituto de Historia de Cuba
Notas:
1 Publicado en América Latina: América del Sur Siglo XXi Volumen I, 1977 – 557 páginas
en un sitio de internet dedicado a la América Latina
2 Diccionario Ideológico de la lengua española, Julio Casares de la Real Academia Española, Editorial Gustavo Gili S.A.- Barcelona, 1985).
3 Félix Luna, «Historia Argentina» – ‘Gobiernos civiles y golpes militares.1955-1982’
4 Denominación difundida mundialmente por el uso político y periodístico, alude a una forma de conflicto peculiar en que no se llega a la guerra, desarrollando agudas tensiones. Definición del profesor del Instituto Superior de Relaciones Internacionales, Roberto Gonzalez Gómez (fallecido), en su libro Estados Unidos: Doctrinas de la Guerra Fría 1947-1991. Pag. 17
5 Source: National Archives, Nixon Presidential Materials, NSC Files, Box 332, Subject Files, Alliance for Progress, March 1969-March 1973. Confidential
6 Organización de Estados Americanos fundada en Bogotá, Colombia, en 1948 como una prolongación de la Unión Panamericana a fin de dotar a los Estados Unidos de un instrumento hemisférico más adecuado a sus fines imperialistas.
7 La Escuela de las Américas fue fundada en 1946 con jefatura en la Zona del Canal de Panama, era una organización para instrucción militar del Ejército de los Estados Unidos. Después del cambio de sede la denominaron El Instituto del Hemisferio Occidental para la Cooperación en Seguridad. .
8 Organización de orientación fascista, fundada en la década del 60 por Felipe Rivero Díaz, descendiente de los dueños del Diario de la Marina
9 Tomado del libro Golpe y Revolución del escritor dominicano Victor Grimaldi pag 50 edición 2008
10 National Archives and Records Administration, RG 59, Central Files 1964-66, POL DOM REP. Confidential.
11 Fue analizada en Washington como una Guerra de Liberación Nacional que podían aprovechar los marxistas-leninistas dominicanos para crear otro Estado socialista en la región del Caribe. Tomado del libro Golpe y Revolución de Victor Grimaldi, pag 279.
12 Tomado del folleto editado sobre la Primera Conferencia de los Pueblos de América Latina. La Habana, Cuba 1967
13 National Archives, Nixon Presidential Materials, NSC Files, NSC Institutional Files (H-Files), Box H-29, NSC Meeting, Chile, 11/6/70. Secret.
14 National Security Council, National Security Decision Memorandum 93. Top Secret; Sensitive.
15 Los ejercicios navales UNITAS eran realizados anualmente por la Marina de los EE.UU de conjunto con las latinoamericanas de los países del cono sur y se realizaban en el marco del Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca (TIAR). .
16 Asumió por segunda vez la presidencia desde octubre 1973 hasta el 1 de julio de 1974
17 Source: National Archives, RG 59, Central Files 1970-73, POL 30-2 ARG. Confidential.
18 Las cifras fueron tomadas del libro De Golpe, en el artículo titulado Argentina: de la Crisis social al Golpe de Estado de marzo de 1976, edición de septiembre del 2013, pag.125.
19 Ocupó la presidencia de facto del Perú entre 1968 y 1975 al frente del Gobierno Revolucionario de las Fuerzas Armadas. Velasco fue el máximo representante del llamado socialismo militar latinoamericano,
20 Fue Presidente de facto de la República del Perú desde 1975 hasta 1980. Había egresado del National War College, en Estados Unidos.
21 Source: National Archives, Nixon Presidential Materials, NSC Files, Box 794, Country Files, Latin America, Peru, 21 January-31 March 1969, Secret.
22 Miembros de la GN que habían intentado expulsar al General Omar Torrijos del poder. National Archives, Nixon Presidential Materials, NSC Files, Box 790, Country Files, Latin America, Panama, Vol. 1, January 1969-February 28, 1970. Secret.
23 El General William C. Westmoreland en ese entonces era el Jefe del EM del Ejército de los EEUU, había sido uno de los Jefe de las tropas norteamericanas en Viet Nam.
24 Source: Nixon Presidential Materials, NSC Files, Box 790, Country Files, Latin America, Panama, Vol. 1, January 1969-February 28, 1970. Secret; Sensitive
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