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Perú

La caldera del diablo

Fuentes: Rebelión

En la parte oriental de los Estados Unidos, en el Estado de Minessota, casi en la frontera con Canadá, en las inmediaciones del lago Superior, existe la Caldera del Diablo. Hasta lo que se sabe, el río Brule se divide en dos vertientes, una que sigue su rumbo natural, y otra que cae sin destino. […]

En la parte oriental de los Estados Unidos, en el Estado de Minessota, casi en la frontera con Canadá, en las inmediaciones del lago Superior, existe la Caldera del Diablo. Hasta lo que se sabe, el río Brule se divide en dos vertientes, una que sigue su rumbo natural, y otra que cae sin destino. Todo lo que va a esta segunda variante, se pierde definitivamente y nadie ha encontrado huella de su fin. Por eso se le llama, precisamente, la Caldera del Diablo. La leyenda cuenta que Satanás es quien recibe sus aguas, y les da por destino el quinto infierno, ese lugar del que no vuelve nadie.

En política, puede decirse que los acontecimientos que se mezclan en un escenario convulso y que no se sabe a dónde irán a parar, pueden tener como yaciente natural esa misma Caldera. De alguna manera, eso es lo que refleja nuestro escenario político en las últimas semanas.

Recientemente, los estudiantes de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional Federico Villarreal se apoderaron de local institucional en justa protesta por la actitud de las autoridades que, contraviniendo el mandato de la Ley, pretenden perpetuarse allí por afanes personales y partidistas. Apristas, ligado al cogollo Alanista ya descalificado buscan, a como dé lugar, sobrevivir y mantener sus cargos y prebendas en medio del masivo y legítimo descontento de los jóvenes.

Por otra parte, el Segundo Juzgado de Investigación Preparatoria Nacional a cargo de la jueza Zaida Pérez Escalante, resolvió desestimar el pedido presentado por Gregorio Santos, el ex candidato Presidencial de «Unidad Democrática», quien solicitó se le permitiera afrontar en libertad el proceso judicial que se le sigue por supuestos «delitos de función».

En su contra, la instancia resolvió más bien ampliar su carcelería por 18 meses más. Si nadie consigue enmendar ese entuerto, tendremos un caso inédito en la justicia peruana por lo menos en lo que va del siglo XXI: un acusado que purgará 44 meses de «prisión preventiva» dictada sin que medie sentencia alguna. Entre tanto, la izquierda formal, hace «mutis en el foro»

La «Prensa grande» movió todos sus resortes para hacer una multitudinaria «marcha» en apoyo a Rossana Cueva y los conductores de «Panorama», el programa político del Canal 5. No lograron su objetivo. Apenas decenas de personas se sintieron «convocadas». Y es que ni la periodista ni ese Canal convocaron Marchas contra el Narco Estado, la Corrupción o la Impunidad. No podría mostrarse una sola secuencia contra Keiko o García. Su catilinaria fue monotemática: las agendas de Nadine…

Adicionalmente, se armó la gorda en el Frente Amplio, porque los dueños de la inscripción electoral del Frente -«Tierra y Libertad»- resolvieron no compartir el privilegio con otras fuerzas, y más bien mantener la exclusividad del registro para nuevas contiendas.

Ese hecho -ciertamente formal y administrativo- ha sido elevado a la categoría de una «ruptura de la unidad» por parte de quienes creen que las alianzas sólo tienen propósitos electorales y no cubren un derrotero político.

En contrapartida, desde el Centro de Estudios «Democracia, Independencia y Soberanía» se esbozó la necesidad imperiosa de forjar una «confluencia popular», es decir un espacio político unitario que permita nuclear en un solo haz a distintas fuerzas que busquen luchar, y trabajar, por objetivos comunes.

Aunque el razonable planteamiento aún no ha sido considerado por «las cúpulas» de la izquierda, se debe admitir que cuenta no sólo con el respaldo de la realidad, sino también con la simpatía de todos los que «desde abajo» ven la necesidad imperiosa de «cerrar filas», y unir fuerzas, para enfrentar tareas concretas, de orden político y social.

Hasta hoy fracasaron los intentos de la «prensa grande» orientados a construir una falsa «unidad nacional» acercando a Pedro Pablo Kuczyniski y Keiko Fujimori bajo la premisa de una «indispensable concertación de fuerzas» para encarar las tareas de gobierno. Objetivamente, la soberbia de la chinita de la yuca, y el resentimiento que incuba frente a sus vencedores, hizo que ignorara ese requerimiento y se afirmara en la idea que ella es «dueña » de un Poder del Estado -es decir, el Congreso Nacional- y por tanto «no se doblega ante nadie».

Ella, y los suyos, tendrán que «doblegarse» en algún momento ante la justicia. Y es que no sólo se confirmaron los vínculos de su socio Joaquín Ramírez con clanes investigados por la DEA; sino que aparecieron también las 22 empresas de «la familia» entroncadas con capitales nipones, y dedicadas a negocios obscuros. Los 4 hijos de Alberto Fujimori en la candela.

El Presidente Kuczynski, de visita al complejo metalúrgico de La Oroya, paralizado ya varios años por trapisondas empresariales, tuvo un encuentro multitudinario con los trabajadores y la población. Ante todos, se comprometió a dar pasos seguros por la recuperación del complejo, pero explicó que parte del tema estará en manos del Parlamento Nacional. Para exigirle atención, sugirió el nuevo Mandatario la necesidad de realizar Marchas ante el Congreso de la República a fin de sensibilizar al Poder Legislativo y encontrar un camino de salida a la crisis.

Los «políticos tradicionales» -de alguna manera hay que llamar a los corruptos y envilecidos sicofantes de la burguesía- pusieron un grito en el cielo por la iniciativa que consideraron «audaz » y «temeraria». Que un Jefe de Estado convoque al pueblo incitándolo a luchar por sus derechos, les luce «insólito», «peligroso» y hasta «intolerable». Ellos quisieran -claro está- que el Presidente se calle la boca, y que los trabajadores peleen solos, para así decir que son «revoltosos» y «subversivos». Objetivamente, todo lo que sume a la causa popular, les huele a «terrorismo».

Este fin de semana se conocerá oficialmente el nombre del Presidente de Consejo de Ministros, pero ya la agencia alemana de prensa -la Reuter- entregó la primicia: será el economista neo liberal Fernando Zavala. Algunos ilusos han derramado lágrimas por su desencanto. ¿Esperaban otra cosa? Suele ocurrir, por cierto, que la ingenuidad no tenga límites. En los próximos días se conocerá la identidad de los ministros. Pero lo sensato es admitir que este cielo plomizo e invernal de la capital no trae sino humedad y frío. Nada calienta el modesto hogar de los peruanos.

Como parte de las novedades, sin embargo, se supo que para las Fiestas Patrias y la asunción del nuevo gobierno, vendrán al Perú «distinguidos invitados». Unos serán, por cierto, bienvenidos y otros, malvenidos. Habrá de todo.

Estará entre nosotros un hombre ilustre y encomiable: Rafael Correa, uno de los Presidentes más exitosos del mundo, registrado así por encuestadoras internacionales de reconocida solvencia. Será saludado con entusiasmo por el pueblo, pero también combatido por los áulicos de la Mafia que en sus columnas de opinión lo agreden acusándolo falsamente de «no respetar la libertad de prensa». Ninguna novedad, por cierto. La única «libertad» que ellos conocen, es la de mentir, engañar y embolsicarse millones.

Estará también Michelle Bachelet, la Presidente de Izquierda de Chile, acosada por los «Momios» en su país y por el Clan Edward; y el Presidente Colombiano Juan Manuel Santos, quien vendrá con aires habaneros luego de haber dado pasos firmes por la paz en su país, poniendo fin a una guerra de más de medio siglo.

Serán los bienvenidos, por cierto, pero no lo únicos. Arribaran también capituleros del imperio, entre los que sobresalen dos: Enrique Peña Nieto, de México, y Michel Macri, de Argentina.

El primero carga una mochila pesada: los 43 normalistas de Ayotzinapa secuestrados y desaparecidos; y los maestros fusilados recientemente en las calles de México. Crímenes despiadados y crueles. Impunes, además. Alguien se los habrá de sacar en nuestra tierra.

Y al segundo, habrá que recordarle sus «negocios» a la sombra del régimen asesino de Videla, sus turbiedades en la gobernación de Buenos Aires y lo que es hoy, el mentor de una política que se traduce en el despido masivo de no menos de 200 mil argentinos, el desconocimiento de los derechos laborales de los trabajadores, la eliminación de importantes programas sociales y la burla contra las Madres de Mayo defensoras legitimas de los derechos humanos en su país. Como se puede apreciar, la Caldera del Diablo también corre el Perú. Solo que el torrente de sus aguas no se pierde en el infinito, Se queda entre nosotros y amenaza desbordarse para hacer un infierno la vida de los peruanos.

Gustavo Espinoza M., dl Colectivo de Dirección de Nuestra Bandera / http://nuestrabandera.lamula.pe

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.