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La migración cubana a USA, después del new deal

Fuentes: Rebelión

Durante más de medio siglo, USA ha desplegado infinitas iniciativas para desestabilizar y derrocar al gobierno cubano. Entre ellas está la llamada Ley de Ajuste o política de pies mojados/pies secos. Una política de dos caras. Una de las caras es impedir o restringir selectivamente, con criterios políticos, la migración legal de cubanos mediante el […]

Durante más de medio siglo, USA ha desplegado infinitas iniciativas para desestabilizar y derrocar al gobierno cubano. Entre ellas está la llamada Ley de Ajuste o política de pies mojados/pies secos. Una política de dos caras. Una de las caras es impedir o restringir selectivamente, con criterios políticos, la migración legal de cubanos mediante el otorgamiento de visas. Un atleta destacado, un artista famoso, un científico altamente calificado, o una bloguera disidente, pueden recibir visas para entrar a USA, particularmente si están dispuestos a dar declaraciones contra el régimen cubano. Pero para el cubano medio, la obtención de una visa es en la práctica imposible.

La otra cara, es la promoción de la migración ilegal de cubanos a territorio USA. Cualquier cubano sin visa que llega a suelo estadounidense, vía marítima («pies mojados») o vía terrestre («pies secos»), es inmediatamente acogido por la Ley de Ajuste que otorga privilegios insólitos que no se conceden a ningún otro migrante: permiso de residencia, subsidio de manutención durante un año, atención médica gratuita durante un año, derecho de ciudadanía al año de residencia.

Centenares de cubanos, incluyendo niños, mujeres y ancianos, han muerto en aventuras temerarias, especialmente por mar, en lanchas o balsas, tratando de llegar a territorio estadounidense como migrantes irregulares. El estímulo por USA de este tipo de migración ilegal, degradante de la dignidad humana, ha sido históricamente, y sigue siéndolo, un punto neurálgico de tensión en las relaciones entre Cuba y USA.

El new deal  

Con la mitigación de las puniciones establecidas por el gobierno usamericano, y el acuerdo de relaciones diplomáticas oficiales entre ambos Estados, se ha intensificado el flujo cubano migratorio ilegal hacia USA, sobre todo utilizando una nueva ruta para entrar vía terrestre. La ruta: volar legalmente de Cuba a Ecuador, país que había establecido el precepto de no exigir visa a ningún ciudadano latinoamericano y caribeño. Después el viaje continúa irregularmente. Por tierra a través de Colombia; de Colombia cruzando por mar el tapón del Darién hasta Panamá; de Panamá por tierra cruzando Centroamérica hasta el sur de México; del sur de México por avión hasta la frontera mexicano – estadounidense, para luego ingresar con los «pies secos» a la tierra prometida.

Según datos del gobierno mexicano, en el curso de este año habían ingresado a USA por la frontera mexicana aproximadamente unos 24 mil cubanos. Estos datos son muy próximos con los que registra el gobierno panameño de cubanos que habían transitado su territorio, vía USA, durante 2015: 21 mil 469. Conforme información suministrada por los propios cubanos migrantes el costo de la travesía de Cuba a USA, vía Ecuador, oscila entre 5000 y 15000 dólares. Si establezco un promedio que puede resultar conservador, de 10 mil dólares per/cápita, es posible inferir un costo global de más de 200 millones de dólares para hacer efectiva la migración de más de 20 mil cubanos que, aproximadamente, han ingresado irregularmente a USA por la frontera mexicana en el curso de 2015.

El cálculo que hago me plantea necesariamente el convencimiento de que existe una compleja y poderosa red, o red de redes, de traficantes de seres humanos, que ha venido operando desde Cuba y expande su presencia a Ecuador, Colombia, Panamá, los países centroamericanos y México. Con una infraestructura que incluye: operadores en cada país; nexos con jerarquías corruptas, más bajas o más altas, de los países en ruta; complicidad o control de centros de hospedaje y alimentación; y complicidad o control de medios de transporte terrestre, acuático y aéreo.

¿Huyen de la miseria?  

El impresentable plumífero Carlos Alberto Montaner, afirma: «Estos migrantes huyen de la miseria en Cuba».

Cabe preguntarse, ¿qué miserable dispone de 10 mil dólares como mínimo para financiarse un viaje?

A raíz de la decisión del gobierno de Nicaragua de impedir la entrada de una multitud de cerca de 1400 migrantes cubanos provenientes de Costa Rica, que pretendían ingresar sin permiso a su territorio, y de cerrar sus fronteras para el tránsito de migrantes cubanos que se dirigen a USA. A raíz de esta decisión, se encuentran actualmente concentrados en Costa Rica cerca de cinco mil cubanos que aspiran llegar a Estados Unidos. Cuando se observa este aglomerado, es perceptible que se trata de gente nada famélica, más bien con pinta de personas que ha crecido con buenas condiciones de salud y suficiente alimentación. Como promedio tienen un elevado nivel educativo. Los periodistas ticos que han hecho varios reportajes sobre el conjunto, insisten en relevar la existencia de un elevado número de profesionales universitarios en diferentes ramas. Poseen además un rasgo cultural que no se improvisa, y que ha impresionado a los reporteros ticos: una capacidad «casi instintiva» (frase de los periodistas) de organizarse eficazmente como grupo, estableciendo rápidamente divisiones funcionales en el colectivo, desplegando iniciativas de solidaridad entre ellos, y esforzándose por evitar una conflictividad interna que complique más la difícil situación en que se encuentran. A pesar de que antes del encuentro en Costa Rica, la mayoría no se conocía, provienen de diferentes ciudades, y viajaban separados en pequeños grupos. Evidentemente que este conglomerado no tiene el perfil de migrantes que huyan asfixiados por la miseria. Tampoco son en su mayoría una banda de delincuentes, como opinó inapropiadamente un diputado nicaragüense.

¿El financiamiento del viaje?

Si bien no provienen de un entorno miserable, el costo de su viaje resulta demasiado elevado considerando las condiciones de vida dominantes en la sociedad cubana. ¿Cómo obtienen los migrantes el financiamiento de su periplo? Los medios ticos han puesto énfasis en dos explicaciones: a) algunas familias han vendido su casa y todos sus enseres (la casa que el Estado cubano regaló a sus padres o abuelos); y b) que muchos reciben ayuda de sus parientes en USA. No niego la posibilidad real de estas fuentes, pero me resultan insuficientes para aproximarse a cubrir un monto de más de 200 millones de dólares en menos de un año.

El gobierno cubano, en una declaración señaló que esta migración está siendo estimulada, organizada y financiada por las ONG que reciben dinero de USA y la Unión Europea. No me parece cuestionable ni «conspirativa» la aseveración. USA y su furgón de cola, la Unión Europea, han organizado ONG mercenarias en todos los países con regímenes que no son de su agrado. Es muy probable que las ONG mercenarias de Cuba estén estimulando financiera e ideológicamente la migración, y tengan vínculos o controlen la red de tráfico humano.

Pero… ¿por qué huyen de Cuba?  

Si no huyen de la miseria ni son en su mayoría delincuentes, ¿por qué abandonan Cuba buscando llegar a USA? Mis tesis son las siguientes:

*) En las condiciones de la sociedad cubana, estos migrantes tienen satisfechas sus necesidades esenciales: empleo, alimentación básica, vivienda, vestuario, atención a su salud, educación, recreación deportiva y cultural… Pero más allá de lo esencial, les resulta muy limitado y difícil un mayor consumo, especialmente el consumo de status que promueve el capitalismo: celulares, tablas planas, DVD, ropa de marca, cosméticos, endeudamiento con tarjetas, implantes «estéticos», vehículos automotores, etc. Adquirir estos bienes les resulta muy fatigoso o imposible. La ideología del consumo dentro del capitalismo, sobre todo del consumo de status, es un mecanismo alienante pero poderoso para excitar los anhelos y la satisfacción de las poblaciones. En los países de nuestra periferia, los jóvenes son capaces de asesinar para obtener el último modelo de celular, y las chicas son capaces de convertirse en mercancías sexuales para obtener el financiamiento de un implante de tetas y/o trasero. La sociedad cubana no es invulnerable a la profusión de esta ideología de consumo, y seguramente debe haberse acentuado con la mayor apertura de los últimos años.

Esencialmente, lo que aspiran estos migrantes cubanos es lograr el sueño de un consumo de status, y creen que pueden alcanzarlo en USA.

*) Seguramente, existen otras variables para explicar el fenómeno, pero creo que tienen un peso mucho menor. Como pueden ser el acicate ideológico y financiero que reciben de las ONG mercenarias de Cuba; y el deseo de muchos de ellos, de unirse con familiares residentes en USA.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.