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Nuevas perspectivas en América Latina

Fuentes: Barómetro Internacional

El caso de Bolivia En nuestra nota anterior, del 4 de setiembre, expresamos nuestra opinión general sobre el XX Encuentro del Foro de Sâo Paulo efectuado en Bolivia a fines de agosto, valorando su contenido esencial, referido a los avances de la nueva América Latina en el mundo de hoy, así como sus amplias repercusiones […]

El caso de Bolivia

En nuestra nota anterior, del 4 de setiembre, expresamos nuestra opinión general sobre el XX Encuentro del Foro de Sâo Paulo efectuado en Bolivia a fines de agosto, valorando su contenido esencial, referido a los avances de la nueva América Latina en el mundo de hoy, así como sus amplias repercusiones internacionales. En ese cuadro, de agudo contraste con la crítica situación imperante en otras regiones del planeta, expresamos nuestra opinión sobre el curso progresista asumido por el país anfitrión bajo la dirección de Evo Morales-Álvaro García Linera, y las posibilidades abiertas de que continúe por esa senda tras las elecciones del próximo 12 de octubre, en que auguramos la reelección de los actuales gobernantes. En dichas elecciones, y las que en fechas cercanas se efectuarán en Brasil (5 de octubre, con las candidaturas de Dilma Rousseff y Michel Temer) y de Uruguay (26 de octubre, con Tabaré Vázquez y Raúl Sendic), la disputa es intensa entre izquierda y derecha y, como se dijo en el Encuentro de La Paz, «nuestra victoria es vital para la continuación del proceso de transformaciones económicas, sociales y políticas en la región latinoamericana y caribeña».

En el último aspecto deseamos insistir hoy, en particular en el caso de Bolivia. Ya reseñamos los avances registrados por este país tras 9 años de gestión de los gobiernos de izquierda, que Evo Morales resumió ante la Asamblea Legislativa Plurinacional en los siguientes términos: «En lo político la refundación (a través de la Asamblea Constituyente), en lo económico la nacionalización (de los hidrocarburos), en lo social la redistribución de la riqueza para bien de todas y todos».

Los índices respectivos refieren al crecimiento económico (6,8% en 2013), la mayor renta petrolera para el Estado, mayor inversión extranjera directa, empleo y salario dignos, caída del desempleo, crecimiento de las reservas internacionales, disminución de la pobreza extrema (cero pobreza extrema en 2025 es el objetivo), y de la desigualdad, créditos y ahorros en bolivianos, bono Juancito Pintos para los niños, aumento de los depósitos del público al sistema financiero, lucha contra el narcotráfico, desarrollo energético potente, elevación de la industria alimenticia, integración vial de oriente a occidente y de sur a norte, integración ferroviaria y fluvial, construcción de los mayores puentes del país, aeropuertos internacionales en los 9 departamentos, industrialización de recursos naturales, industria del medicamento, reducción de la edad de jubilación para trabajadores de industrias insalubres, aguinaldo para las personas de mayor edad. La renta petrolera alcanzaba en 2005 a 600 millones de dólares y en 2013 se elevó a 5.459 millones de dólares. «Esa es la lucha del pueblo boliviano y la conciencia del pueblo boliviano», afirmó el presidente.

Lo destacable es que esta obra progresista prosiguió sin interrupción tras el Encuentro del FSP. El 8 de setiembre el presidente anunció la reactivación del proyecto siderúrgico Mutún, una de las mayores reservas de hierro del planeta, situada al este del país y que había quedado paralizado desde 2011. El Mutún tiene una reserva calculada de 40.000 millones de toneladas de hierro y 10.000 millones de toneladas de manganeso, está cercano a la frontera sudoriental con Brasil y colinda con el macizo brasileño de Urucum, otro enorme yacimiento de hierro actualmente en operación. Evo declaró que «tenemos planificado la industrialización, avanzar con la construcción de una planta llave en mano y en 2020 no seguir exportando materia prima sino más bien exportar para la construcción», existiendo al respecto propuestas de Rusia y de China y también de empresas nacionales.

Otro aspecto se refiere a las exportaciones de energía eléctrica boliviana, «que parecen hoy muy cercanas -dice un cable- tras el anuncio de que una delegación argentina negociará en próximos días la compra de 100 megavatios». Bolivia se convertirá en centro energético de la región, expresó Morales. Argentina es su segundo socio comercial por la compra de 20 millones de metros cúbicos de gas natural por día, al tiempo que Brasil adquiere 33 millones diarios. Bolivia trabaja en la construcción de modernas termoeléctricas con el objetivo de producir en 2025 más de 6 mil megavatios de electricidad, el doble de lo que se prevé será la demanda interna a esa altura.

Bolivia celebró el lunes 8 el Día Internacional de la Alfabetización con 3,5% de iletrados, la tasa más baja alcanzada en el país y que corresponde a mayores de 65 años residentes en zonas intrincadas. El 96,2% de los ciudadanos está alfabetizado, un aumento de 1,3% respecto a 2012. El viceministro de Educación Noel Aguirre recordó que con la cooperación de Cuba se implementó en 2006 el programa «Yo sí Puedo» para enseñar a leer y escribir, proyecto culminado el 20 de diciembre 2008 con la declaración de Bolivia como territorio libre de analfabetismo.

Fuente: http://barometrointernacional.bligoo.com.ve/niko-schvarz-nuevas-perspectivas-en-america-latina