Neela Banerjee | 

Traducción y apéndice: Luis Lluna Reig

Ante el nuevo coronavirus

El presidente mexicano se resiste a aprobar medidas de apoyo económico para los trabajadores afectados por las disposiciones de distanciamiento social voluntario. Mientras tanto, el virus avanza en su país sin demasiados obstáculos.

Sanders transformó el debate político del país y por un tiempo, en la primera etapa de elecciones primarias, estuvo al frente del elenco de precandidatos demostrando que derrotaría a Trump. Sin embargo, después de triunfos en varias contiendas, la cúpula del Partido, Demócrata cerró filas alrededor de Biden, logrando frenar a Sanders y poniendo en duda su posibilidad de conquistar la nominación.

Voces de Guayaquil, epicentro de la pandemia en Ecuador (IV)

En la cuarta entrevista de «Voces de Guayaquil, epicentro de la pandemia en Ecuador», Walter I. Jiménez comparte sus vivencias desde el barrio del Guasmo Sur que ha sido duramente golpeado por la pandemia. Dice: «Creo que la realidad del país es mucho más oscura de lo que parece y más nos informamos por las redes sociales que por los canales de televisión. A pesar de toda esta calamidad creo que después de que pase todo esto, habrá un cambio muy significativo en las personas… Pero ¿cuándo acabará está pandemia?»

Responsabilizan a la naturaleza de la culpa de la depredación capitalista

Las calles de mi ciudad, Esmeraldas, y las de otras miles, están desoladas. Algún caminante necesario, por su función en esta crisis. Los sonidos se han evaporado por la amenaza. Desapareció la niñez, la juventud, las personas ancianas están al fondo de las casas y los partes de los Gobiernos angustian o sacan unas rabias individuales fratricidas.

La inexorable realidad de la enfermedad y la muerte no se para ante las proclamas narcisistas, y desgraciadamente, los norteamericanos están siendo azotados por el virus, que no entiende de fronteras, aunque claro que sí entiende de clases: las consecuencias no son las mismas para todos. Y he aquí otra paradoja: esta desigualdad en los efectos de la enfermedad es más sangrante para la población de la primera potencia mundial que para los habitantes de países más pobres, porque el 25% de los norteamericanos no se puede permitir el tratamiento médico que necesita.