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Desestabilizar a los gobiernos progresistas de Latinoamérica

Fuentes: Rebelión

Entre el patriarcado, la violencia de género y la deslealtad

Siempre me genera duda lo incomprensible que resulta lo obvio para algunos ilustrados, analistas reconocidos en Latinoamérica y el mundo, gente que se autodenomina progresista y de izquierda. Hablo de filósofos, periodistas, analistas políticos, estadistas, catedráticos de universidades reconocidas mundialmente, gente que conoce muy bien de dictaduras, de la historia y del presente. Gente que conoce por dentro y por fuera el entramado de lo que está hecha esta Latinoamérica herida y que lucha por reconstruir su tejido social y liberarse de la plutocracia que siempre ataca.

Nunca será igual para el patriarcado que la presidenta de un país sea una mujer, ella siempre será discriminada, desvalorizada, ella siempre tendrá que esforzarse el doble que un hombre para demostrar su capacidad: analítica y humana. Nunca estará a la altura aunque su inteligencia, su intrepidez, su honestidad y su consecuencia humana demuestren que está sobre capacitada para dirigir el gobierno de un país. La tacharán de emocional para descalificarla, nunca la reconocerán racional.

No podemos olvidar que sucedió en su momento con Michelle Bachelet presidenta de Chile, en su primer mandato la misoginia de muchos analistas que se sintieron heridos en virilidad machista la trató de desacreditar y minimizar, hoy en día la siguen atacando. Carentes de integridad y de humanismo, amparados por el patriarcado el ataque es personal. Es totalmente permitido que se cuestione el proceder de un gobernante, que se exija que se cumpla lo que prometió, que se investigue, que se pongan las cartas sobre la mesa, lo que no es permitido es la violencia de género. Tampoco desvalorizar el progreso de un gobierno, así sea mínimo. No se le puede tachar con ingratitud de un retroceso, eso es injusto. Hay que ser Latinoamérica en el pasado y en el presente, lo obvio por evidente tiene que entenderse con simpleza.

Y no hablo del los ataques fascistas, de los ataques que organizan y son financiados desde Estados Unidos pasando por las oligarquías latinoamericanas. Eso los hemos tenido siempre y para muestra están los ultrajes de la dictaduras y las heridas que aún no secan en nuestra Memoria Histórica. Hablo de los que decidieron bajarse antes de la parada, de los que encuentran cómodo atacar las partes débiles de un gobierno y que son incapaces de reconocer los logros solo porque es una mujer la presidenta. Hablo de esa izquierda latinoamericana que desde los últimos meses resulta ser el remedo de la derecha oligárquica. Y dejo muy claro que el amor que yo profeso por Bachelet, Cristina y Dilma no hace de este artículo un texto subjetivo ni parcial. Sé de los males y sé de las virtudes de sus gobiernos.

Bachelet no puede con todo, el cambio somos todos. Que el socialismo lo construimos todos. Le agradezco la El Proyecto de Ley de Aborto, la Ley de la Unión Civil. ¿Cuándo haría esto un presidente hombre en Chile? Y esto es de valorarlo porque es ir en contra total del patriarcado, de la iglesia y de una sociedad inhumana.

Se puede, se debe y se tiene que exigir honestidad a un gobierno, esa es nuestra obligación ciudadana. Lo que no es permitido es el ataque personal y la violencia de género. Yo le cuestiono al gobierno de Bachelet seguir con la represión al Pueblo Mapuche y el ataque de Carabineros a los estudiantes que salen con todo el derecho del mundo a manifestar.

Por un momento las izquierdas patriarcales dejaron en paz a Bachelet y ahora es la derecha la que ha tomado el mando completo de la mediatización, como siempre ha sido.

Ahora la izquierdas patriarcales atacan ferozmente a Cristina y Dilma. El ataque viene con esa misoginia tan bien marcada de quien tiene prejuicios en su cerebro, de quien no sabe reconocer a una mujer como jefa de gobierno. Esas izquierdas no critican, no cuestionan, no debaten, no analizan desde la postura política, social y humana el proceder de los gobiernos, lo que hacen es atacarlas por la espalda y en los costados.

¿No es obvio el avance de Argentina con el gobierno de Néstor y posteriormente con los dos de Cristina? ¿Acaso se les tiene que explicar con manzanas?

¿Qué dicen de los juicios a torturadores y criminales que gracias a Cristina son una política de Estado? ¿Se recuerdan cuando existía la amnistía? No, las Madres y Abuelas de la Plaza de Mayo no apoyan a Cristina porque sean comadres, la solvencia es porque su gobierno se ha comprometido con la Memoria Histórica del país y en la reconstrucción del tejido social. La ley de Identidad de Género (26.743 -23 de mayo 2012) también es obra del gobierno de Cristina. Esta Ley la apoyó la Comunidad LGBT y es triunfo no solo de Cristina sino de quienes lucharon por obtenerla. «La Patria es el otro.»

La Ley de Matrimonio Igualitario (15 de julio de 2010). También en el gobierno de Cristina, siendo Argentina el primer país en Latinoamérica en legalizarlo. El mundo celebró cuando Estados Unidos lo legalizó hace unos meses, pero antes fue Argentina y en el gobierno de Cristina, de ningún tirano. El aumento del 30% a la Asignación Universal por Hijo. De 39 universidades públicas que existían en el país, en el gobierno de Argentina aumentan a 54. El Centro Cultural Kichner, el más grande de Latinoamérica y uno de los 6 más importantes en el mundo. El gobierno de Argentina ha invertido en educación, en la cultura. La economía de Argentina tuvo un cambio visible, y es imposible que no lo notemos, que no lo note la derecha que por eso la ataque día y noche y que no lo note la izquierda que debería valorar tener una presidenta como ella. Repito sí es obligatorio cuestionar pero también es obligatorio valorar los avances. A Cristina yo le reclamo la Ley de Aborto, la necesitamos en Argentina. Se va ir y nos deja con ese yugo a las mujeres. Una cosa es que ella no esté de acuerdo con el aborto y otra es que nos niegue ese derecho a las mujeres. Es una incoherencia de género y humana no apoyar una Ley de Aborto. En este caso en Argentina no se aprueba la Ley de Aborto porque Cristina está en contra y no la apoya. Habráse visto…

Una más y reciente del gobierno de la genial Cristina, la victoria contra los Fondos Buitres ante la ONU. Y a esta no le pueden tirar piedras, ni llamarle yegua, bruja, con esta victoria se tienen que tragar sus palabras quienes ven en Cristina el reflejo de una dictadura. Con 136 votos a favor, 4 en contra y 41 abstenciones la ONU votó el tratamiento de un marco legal para la reestructuración de deuda y los Fondos Buitre. Este documento adoptado en el mes de julio por el Comité sobre Procesos de Reestructuración de Deuda de ONU (que es por supuesto un plan argentino sobre las restricciones a los fondos buitres) contiene los principios sobre soberanía, buena fe, transparencia, imparcialidad, tratamiento equitativo, inmunidad soberana, legitimidad, sostenibilidad y reestructuración de la mayoría. Es un triunfo de 40 millones de Argentinos, en palabras de Cristina. Y sin lugar a dudas marca un precedente mundial. Esto fue señoras y señores en el gobierno de Cristina. Estados Unidos como siempre se opuso pero hoy no pudo salirse con la suya.

Mucho se habla del escándalo de corrupción en el gobierno de Dilma Rousseff, pero es impronunciable para la derecha internacional y para la izquierda patriarcal el Programa Más Médicos en Brasil implementado por Dilma en el año 2013, en él participan médicos brasileños tanto como cubanos. Este programa atiende a 63 millones de personas. En 34 distritos especiales indígenas y en 4 mil 58 municipios. Estamos hablando que este programa cubre el 72.8% de las ciudades de Brasil. Por supuesto atendiendo a la población más pobre, la que sobrevive en la desigualdad social. ¿No es un logro inmenso del gobierno de Dilma, acaso? ¿Qué gobierno «democrático» había pensando en la salud de la clase marginada en Brasil? ¿Qué gobierno «democrático» ha entrado a las favelas y no para atemorizar? Tuvo que venir un gobierno progresista.

Dilma en el 2013 aprobó y convirtió en Ley el Decreto PLC3/2013 que autoriza la distribución de un fármaco abortivo en todo el sistema sanitario del país. Se trata de la Píldora del día después. Es una ley que busca prevenir el aborto en mujeres que han sido víctimas de una violación. No es una Ley de Aborto como la que quisiéramos, como a la que tenemos derecho, pero también sabemos que Dilma no puede hacer todo sola, que todos somos el socialismo, que todos somos la humanidad y que los Derechos Humanos es obligación de todos hacerlos valer. Aplaudo esa Ley porque es un paso en el avance de los Derechos Humanos de la mujeres. Falta mucho por hacer, pero con el 70% de la sociedad brasileña en contra del aborto, es prácticamente imposible.

Pronto olvidan algunos, (cuando les conviene) y en la historia quedó el frente que le hizo Dilma al ataque feroz de los fondos Buitres a Petrobas que fue al mismo tiempo en que esos mismos Buitres querían dar un golpe blando al gobierno de Cristina cuando la embestida del caso Nisman. ¿Quién sacó la cara por Brasil? Fue Dilma que con uñas y dientes defendió a Petrobas. ¿Qué pensador izquierdoso se lo agradeció? Ninguno. En economía internacional viene la creación del BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica) como una bloque que busca un intercambio comercial alternativo. Que por cierto en la reciente visita de Lula a Argentina la semana pasada, Cristina le propuso también formar parte de BRICS que de hacerse realidad sería BRICSA con Argentina entre ellos. Si después viene Venezuela y se anima, aquello pasaría de ser prosa a copla. BRICS no es visto con buenos ojos por Estados Unidos ni por las potencias mundiales capitalistas. Y la izquierda patriarcal no es capaz de ver la inmensidad que esto significa para Latinoamérica y propiamente para Brasil y es incapaz de reconocer a Dilma al mando.

Dilma es atacada por las oligarquías brasileñas que quieren en los huesos a Petrobas y a Brasil fuera de los BRICS. El escándalo de corrupción es parte de la estrategia. Además no olvidemos que dentro de los gobiernos progresistas están legisladores que ha escogido la sociedad clasista y la oligarquía y esto es un impedimento para cualquier avance y sin embargo estos gobiernos han logrado cambios significativos.

Por supuesto que es evidente el ataque del gobierno a los Pueblos Indígenas y esto hay que decirlo, se debe denunciar y con voz fuerte. El pueblo tiene todo el derecho a exigir respeto, cuidado de sus tierras y el cuidado a la vida.

Pero es inhumano y desleal decir que estos gobiernos no han creado cambios significativos para sus pueblos porque los hechos demuestran lo contrario. Si queremos cambios exijámoslos y seamos parte de ellos. Ya es suficiente con el ataque mediático, económico y con amplia estrategia política de los Estados Unidos en conjunto con las oligarquías latinoamericanas, como para que la izquierda venga y se ponga de alfombra y les limpie el camino. Si no son tienen la capacidad de asimilar la inteligencia y la capacidad de una mujer como jefa de Estado, tampoco es necesario que las ataquen demostrando con esto su deslealtad a todo un pueblo que las eligió en absoluta democracia. No seamos parte de la destrucción, seamos parte del cambio.

No olvidemos jamás que Cristina, Dilma y Michelle Bachelet han hecho historia en Latinoamérica y no tienen por qué estar bajo la sombra de ningún hombre ni sus capacidades ponerse a prueba de ninguna sociedad misógina. No tenemos ningún derecho a descalificarlas por su género, combatamos todos este patriarcado que no nos deja crecer como humanidad.

@ilkaolivacorado

Blog de la autora: Crónicas de una Inquilina.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso de la autora mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.