Comité editorial de Lom Ediciones

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Contra todo orden patriarcal, la vida recupera su valor hasta que valga la pena vivirla. El dolor que siento, como un loop musical, me canta fuerte, claro y melodioso: sin justicia no hay paz.

Lo que mejor recuerdo de la fiesta es que Víctor cantó. Insistieron para que lo hiciera y al final se dejó convencer. Interpretó canciones del folklore chileno, en su mayoría nuevas para mí, pues él mismo las había recopilado en sus visitas a Ñuble y a otras partes del país y canciones argentinas de Atahualpa Yupanqui. Si todavía no estaba enamorada de Víctor, su canto puso fin a mi resistencia.

La Doctrina Schneider fue una reiteración de principios que adquirió carácter de histórica y que será una y otra vez recordada y analizada, tanto por sus repercusiones inmediatas en el ambiente nacional de entonces como por sus secuelas futuras.

El desaparecimiento puede haber ocurrido muchas veces en los conflictos, en las guerras; pero el desaparecimiento como una metodología del poder dictatorial -que existe en la época actual- no es producto del azar o de una desgracia, es una metodología pensada y fríamente ejecutada desde el poder, con crueldad, con soberbia, con desprecio. Ella constituye el paradigma de la Agresión Humana.

La comunicación segmentada pasó a ser hegemónica y, además, la prensa ya no está en el marco de una lucha ideológica por visiones de mundo y proyectos de sociedad, es decir, por «representar verdaderamente» lo real.

Las hijas se encargan de poner en circulación los archivos, de exponer ante una comunidad quebrada la memoria, verdad en vida de su padre, así como la verdad judicial sobre su muerte.

Andrés Valenzuela, alias «Papudo»: personaje controvertido. Se trata del único agente de la represión en Chile que, en plena dictadura, denunció a través de una entrevista con la periodista Mónica González los crímenes cometidos por el grupo del cual formaba parte: el «Comando Conjunto»

Para muchos observadores, las movilizaciones masivas de octubre de 2019 parecieron espontáneas; sin embargo, el trabajo de Bruey nos obliga a reflexionar sobre cómo los sectores marginados de la sociedad han mantenido la conciencia política y el activismo durante más de medio siglo, a pesar de la manera en que han sido retratados por la clase política y los medios de comunicación.

Porque, si es verdad aquello de que la fortaleza de una democracia se mide por la diversidad y pluralidad de un ecosistema de medios que dé cuenta de toda la riqueza de un país, en Chile, desde hace 50 años, estamos en problemas.

«Estos personajes y muchos otros, batiéndose cuerpo a cuerpo con las posibilidades y límites de la palabra, el lenguaje y el discurso, encarnan variaciones de una inquietud que animó el trabajo del escritor Juan Radrigán desde mucho antes de convertirse en Radrigán, un clásico del teatro chileno, tal como testimonian su primer cuento publicado y también su primera novela.»

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