Artículos
En América Latina hay una larga historia de modernización y desarrollo a partir del Estado, de modo que el mito de la eficiencia empresarial privada en la región es aún más sostenido y fuerte.
Ecuador conmemora el aniversario 199 de la Batalla del Pichincha del 24 de mayo de 1822, cuando las tropas patriotas de Antonio José de Sucre derrotaron a las realistas comandadas por Melchor Aymerich, logrando con ello la definitiva independencia de la Real Audiencia de Quito.
México y Perú fueron el centro de dos poderosas civilizaciones indígenas: los aztecas en México y los incas en Perú.
En América Latina, los tres siglos coloniales afirmaron economías primario-exportadoras sustentadas en sistemas de acumulación beneficiosos para los “blancos” propietarios, pero explotadores sobre la enorme población de trabajadores urbanos, mineros o rurales.
Definiéndolo con sentido histórico, Ecuador tendrá una segunda época plutocrática, bajo los ideales oligárquicos de la primera, que rigió en el país entre 1912-1925, cuando los bancos privados y los “gran cacao” aherrojaron al Estado.
Hace varias semanas, el presidente Joe Biden acordó el “American Rescue Plan”, con la movilización de 1.9 billones de dólares para atender la situación económica y social generada por la pandemia del coronavirus.
El neoliberalismo sirvió para deslegitimar la institucionalidad pública y “criminalizar” las capacidades estatales.
El neoliberalismo ecuatoriano, como ocurrió en toda Latinoamérica, profundizó las desigualdades sociales en beneficio de las capas ricas y los grupos económicos privilegiados.
En el artículo anterior, me referí a los orígenes históricos del neoliberalismo latinoamericano, vinculado a dictaduras sanguinarias (https://bit.ly/3kYnODt). Durante las décadas de 1980 y 1990, los gobiernos democráticos de América Latina, con distintos ritmos, entraron en la era del neoliberalismo. Las condiciones para ese proceso derivan de varios factores: 1. La crisis de la deuda […]