Lucía Guadagno | 

El sector privado y los gobiernos impulsan la producción, compra y venta de «créditos de carbono», un mercado donde las empresas contaminantes prometen compensar sus emisiones de gases de efecto invernadero con proyectos que absorban o remuevan carbono. Organizaciones y comunidades advierten que no benefician al ambiente y, por el contrario, tienen impactos negativos. La crisis climática y sus falsas soluciones.

La observación de Mario Draghi es compartida: la economía europea se enfrenta a un «riesgo existencial». Pero los remedios propuestos obedecen al mismo software que en el pasado. La justicia climática y la justicia social están totalmente olvidadas.

Es la nueva epidemia que asola el planeta, el sumun de la falta de respeto al hogar común de los habitantes de esta Tierra. Las formas y especialidades en que se concreta este desprecio van en aumento y las consecuencias que de ello se derivan se multiplican en progresión geométrica.

Seguro que los líderes mundiales, reunidos esta semana en la ONU, aprueban una resolución muy contundente, tan contundente como las que en el último año han pedido el alto el fuego, o las muchas resoluciones que Israel lleva décadas incumpliendo

Reseña de Yo lo que quiero es el castigo, de Rafa Poverello (Dyskolo, 2024)

Jesús Aller | 

Si bien pudo estar justificado en algún momento por la pujanza económica de Estados Unidos, el uso actual del dólar como moneda de reserva se ha convertido en un gran peligro para la economía mundial.

Los expertos ya hablan de una nueva era geológica: el Antropoceno. Es decir: un período marcado por la acción humana que está cambiando radicalmente el medio natural. Lo está cambiando no en términos positivos, sino alterando en forma muy negativa las condiciones de vida del planeta, tanto que podrá hacer imposible la sobrevivencia de todas las especies vivas -el ser humano incluido, obviamente- si no se modifica el curso de los acontecimientos.

Lo digo ya en las primeras líneas de este artículo: para las personas que practican el activismo medioambiental, el ecologismo es, en primera instancia, una permanente construcción de principios de precaución que ponen en entredicho los «principios» comúnmente establecidos.