David Brooks | 

El estallido social contra el racismo que sacude a Estados Unidos desde hace tres semanas ha transformado el debate nacional, provocado reformas y está por reinventar el futuro. Todos están asombrados por las dimensiones de este levantamiento cívico, el cual ya no trata sólo sobre el aparato de seguridad pública, sino que tiene que ver también con la violencia de la injusticia económica.

Cristóbal León Campos | 

El 28 de agosto de 1963, Martin Luther King, pronunció su histórico discurso “Tengo un sueño”, delante del monumento a Abraham Lincoln en Washington, DC, capital de los Estados Unidos, durante una de las más grandes y memorables manifestaciones por los derechos civiles a favor de los afroamericanos con la participación de por lo menos doscientas mil personas.

Traducido del inglés para Rebelión por Sinfo Fernández

Genocidio Made in USA

Renán Vega Cantor | 

La crisis generada por el Covid-19 ha sacado a relucir lo peor de lo peor del imperialismo estadounidense. Los crímenes que siempre lo han caracterizado, en estos momentos se despliegan al unísono y una tras otro, como si estuviéramos asistiendo a una película de terror, en la que cada escena es más escabrosa que la anterior.

Estallido social en EE.UU.

Las palabras del título las pronunció el pastor bautista y activista por los derechos civiles Al Sharpton en el homenaje a George Floyd en Minneapolis.

“Dejen de financiar a la policía”

Las protestas contra la violencia policial en Estados Unidos, que ya llevan más de dos semanas ininterrumpidas, están comenzando a generar cambios. El asesinato de George Floyd a manos de la policía de Minneapolis impulsó a cientos de miles —o quizás millones— de personas a salir a las calles, para exigir justicia para Floyd y otras víctimas de la policía, así como un cambio fundamental en el sistema policial.

Entrevista al profesor y activista afroamericano Cornel West

Amy Goodman, Nermeen Shaikh | 

Cornel West, filósofo y activista por los derechos humanos y miembro de Socialistas Democráticos de América, dice: «…me gustaría establecer la conexión entre lo local y lo global, porque cuando se siembran las semillas de la avaricia: en la arena doméstica, desigualdad y, en la arena internacional, los tentáculos imperiales, con 800 unidades militares en el exterior, la violencia y AFRICOM en África, cuando se apoyan diversos regímenes, algunos dictatoriales en Asia, y todo lo demás. Hay una relación entre las semillas de la violencia que siembras fuera y también dentro».

El asesinato de George Floyd por la policía de Minneapolis ha desencadenado masivas protestas en más de 75 ciudades de Estados Unidos, respondidas con una salvaje represión de los cuerpos policiales y de la guardia nacional.

No es solo el asesinato de Floyd, sino el largo historial y la práctica continuada de acoso, maltrato y asesinato policiales de las personas negras el que motiva las protestas.

David Brooks | 

Estados Unidos está en el precipicio entre lo que se llama democracia y algún tipo de estado autoritario con tintes fascistas. Eso advierten generales y almirantes, ex altos funcionarios, líderes religiosos, figuras públicas e intelectuales progresistas y conservadores, un coro que tal vez no comparte otra cosa más que la necesidad urgente de sonar la alarma.