
El gobernador de Nueva York, el demócrata Andrew Cuomo, renuncia por acusaciones de haber tocado a mujeres sin permiso y se suma a una larga y aburrida lista de distracciones públicas. Los poderosos del mundo civilizado caen siempre por algún escándalo sexual o por alguna otra razón de carácter personal. Hasta ahora, ninguno ha tenido que renunciar por alguna de esas guerras que dejan cientos de miles de muertos.