En aguas cálidas del Caribe y el Pacífico oriental, varios ataques militares estadounidenses contra embarcaciones sospechosas de narcotráfico han reavivado un debate global sobre los límites del poder presidencial, la legalidad internacional y el respeto de los derechos humanos.
Categoría: Territorios
El Operativo Contención en las favelas es en realidad la estrategia para contener, para pegarle debajo de la línea de flotación, al Brasil de Lula.
Nueva York está al borde de un terremoto político ahora que el socialista democrático Zohran Mamdani encabeza sorprendentemente las encuestas para la alcaldía. Sin embargo, su plataforma radical ha desatado una insidiosa campaña de desprestigio por parte de la élite establecida, que gasta millones para detener esta amenaza a su poder.
¿Qué tipo de lecciones nos proporcionan Rusia y China con su posicionamiento en contra del derecho a la autodeterminación del pueblo saharaui en el Consejo de Seguridad de la ONU?
Para el especialista en criminología Marcelo Bergman, las 130 muertes en Penha y Alemão dejan en evidencia que el operativo no fue un plan para resolver el problema de la criminalidad, sino una exhibición de poder frente a bandas delincuenciales. “Más que cubrir vacíos —escribe el autor—, estas bandas se instalan allí donde compiten con el Estado por el control de negocios significativos”. La problemática, que no es un fenómeno exclusivo de Río de Janeiro sino que se extiende por toda América Latina, responde a una demanda específica de las poblaciones: los primeros sondeos indican que el megaoperativo fue ampliamente apoyado, con niveles superiores al 60 por ciento.
El president se ha echado a un lado al estilo PP. Es decir, sin hacerlo, faltando a la verdad y torturando el relato hasta el punto de que parezca que hoy anuncia su dimisión la única víctima que hubo en aquella dana.
Pasados 14 años del fin de la acción de ETA, algo no ha cambiado: el polémico modo de actuar de la Ertzaintza [policía autonómica vasca]. A las cargas con heridos graves se suman oscurantismo, connivencia con la ultraderecha y chantaje a sus mandos políticos. Zupiria tampoco ha enderezado la deriva. Estos son los datos.