Recomiendo:
0

Perú

La inspiradora rebelión juvenil contra la Ley Pulpin

Fuentes: Rebelión

«El mundo será lo que la juventud quiera; si esta ama la verdad y el bien, eso habrá en el mundo»Werner Karl Heisenberg No surge repentinamente como un rayo que cae del cielo. Se da en un contexto de gran desigualdad social. Mientras que por un lado un puñado de jóvenes de la elite vive […]

«El mundo será lo que la juventud quiera; si esta ama la verdad y el bien, eso habrá en el mundo»
Werner Karl Heisenberg

No surge repentinamente como un rayo que cae del cielo. Se da en un contexto de gran desigualdad social. Mientras que por un lado un puñado de jóvenes de la elite vive en abundancia, la gran mayoría vive en carestía.

Según datos de la Encuesta Nacional de la Juventud del 2011 (realizada por el MINEDU), en el Perú, 27,5% de la población tiene entre 15 y 29 años de edad (8 171, 356 personas). «…De esta solo el 15,6% tiene educación superior universitaria, en tanto que en el área rural esta cifra se reduce a 2,3%. Los jóvenes que no asisten a un centro de educación superior, manifiestan que la razón principal por la que no asisten es por problemas económicos (37,7%) y por trabajo (24,8%). Respecto al empleo, más de la tercera parte de estos jóvenes (35,5%) desarrolla trabajos de baja productividad – trabajador no calificado, peón, servicios, vendedores ambulantes y afines-…», señala la encuesta (http://www.inei.gob.pe/media/MenuRecursivo/investigaciones/inclusion.pdf).

Según la misma encuesta un tercio de los jóvenes se encuentran en situación de pobreza (30,1%), siendo esta situación mayor en el área rural (54,0%) que en el área urbana (19,2%). En Loreto el 50,0% de jóvenes son pobres, en Amazonas el 52,6% y en Cajamarca el 50,7%; siendo Huánuco, Huancavelica, Apurímac y Puno, las regiones con más incidencia de pobreza con 60,7%, 72,5%, 64,4% y 54,2%, respectivamente (SENAJU, 2010).

Hay que destacar que solo el 4,5% de jóvenes del campo entre 25 y 29 años de edad se encuentran afiliados a EsSalud, a diferencia de Lima Metropolitana (31,0%).

Y si a esto agregamos el rechazo de la mayoría popular al sistema político en su conjunto, pues, podemos comprender porque la rebelión juvenil contra la ley 30288 del gobierno de Ollanta Humala.

El gobierno nacionalista ha tratado de mil formas de barnizar su ley diciendo que es para coadyuvar la formalización de la juventud trabajadora y que ésta será temporal. No obstante, existen varias leyes que se crearon «temporalmente» como la Ley de Exportaciones no Tradicionales (textiles, agroindustria, etc.), pero que tienen más de 30 años de duración sin haber logrado la formalización así como la Ley MYPES (6 años y solo formalizo al 8% a pesar que los derechos laborales no existen).

«…En cuanto al trabajo juvenil, en la última década el subempleo (trabajo precario) entre los 18 y 24 años se redujo de 65% a 28% y la tasa de empleo adecuado (por ingresos) se incrementó de 25% a 63%. Ello, sin necesidad de un régimen laboral «especial» para los jóvenes sino como efecto del crecimiento económico…», redacta IDEELE para demostrar la falacia de la Ley Pulpin (https://idl-reporteros.pe/verdades-y-falacias-de-la-ley-pulpin).

Al contrario, al amparo de la constitución fujimorista de 1993, no existe hoy ninguna clase de estabilidad laboral y ni siquiera se respeta el derecho a la libre sindicalización (casos Topy Top, Star Color, San Sebastián, etc.).

Entonces, es por estas razones, que decenas de miles de jóvenes están en las calles protestando contra una ley que consideran antidemocrática (nunca se les consulto a pesar de existir un Consejo Nacional del Trabajo), e injusta (porque les recorta derechos laborales históricos como las CTS, vacaciones, etc.).

El gobierno de Ollanta Humala a tratado de utilizar la estrategia del garrote (denuncias penales y persecución a los dirigentes) y la zanahoria (llamando a los jóvenes a dialogar para modificar la ley), a la misma vez. Pero el tiro les ha salido por la culata. Los jóvenes no quieren modificación sino derogatoria de la Ley.

Ollanta y sus asesores deben haber calculado que con esta ley podían, por un lado, congraciarse más con el poder económico de la CONFIEP (y contrarrestar los pedidos de vacancia como planteo el consultor minero Miguel Santillana y otros políticos), y por otro, pasar a un segundo plano el escándalo de corrupción vinculado a su amigo y ex asesor de campaña Belaunde Lossio, sin embargo, la crisis política tiende a profundizarse (divisiones en el partido oficialista y deserciones aliadas en un año pre electoral, corrupción, elementos de recesión económica, etc.).

Y es que si bien es cierto los líderes reformistas de la CGTP no tienen la estrategia de organizar un Paro Nacional y los estudiantes están de vacaciones de verano, pues, ya van cuatro marchas (18D, 22D, 29D y 15E), contra la Ley Pulpin (su origen proviene del jugo de néctar para niños llamado ‘Pulp’, que en jerga significa monse, ingenuo) y los jóvenes han comenzado a organizarse (por comités zonales en Lima y todo el Perú), a través de un Plan que les permita mantener el espíritu de lucha vivo hasta el inicio de clases con la participación de un nuevo sujeto que no se veía desde la lucha contra la dictadura : La combativa clase obrera juvenil.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.