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Nicaragua

Movimiento sindical de la mano con las trabajadoras del hogar

Fuentes: Rel-UITA

Se pide al Estado reglamentar e aplicar el Convenio 189 de la OIT

En octubre de 2012, Nicaragua se convirtió en el primer país de Centroamérica y el Caribe, y el cuarto a nivel mundial, a ratificar el Convenio 189 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), sobre el trabajo decente para las trabajadoras y los trabajadores del hogar. Dos años después, el Movimiento Sindical Nicaragüense (MSN) alerta sobre la urgencia de su reglamentación e aplicación efectiva.

De acuerdo con el informe presentado por el bufete Donald Alemán Consultores, sobre la propuesta de reforma al Código Laboral nicaragüense para eliminar las barreras que impiden la aplicación plena del Convenio 189, los y las trabajadoras del hogar de Nicaragua siguen sufriendo graves y reiteradas violaciones de sus derechos laborales.

El estudio, que fue presentado este 24 de octubre en el marco del evento «Movimiento sindical nicaragüense frente a la aplicación del Convenio 189», evidenció la urgencia de que el Estado tome cartas en el asunto y garantice la real implementación de esta herramienta jurídica.

«El Convenio 189 es un instrumento valioso, pero por sí solo, no es suficiente. El Estado debe reglamentarlo e implementar políticas públicas para su aplicación y cumplimiento efectivo», dijo a La Rel, Miguel Ruiz, secretario general de la Confederación Sindical de Trabajadores «José Benito Escobar» (CST-JBE).

El derecho a un contrato escrito y a una jornada laboral de 8 horas, al pago de las horas extra, a recibir el salario mínimo de ley y a tener acceso a la seguridad social, así como el derecho a organizarse, a que se realicen inspecciones laborales y a la definición, clara e inequívoca, de las tareas y mansiones, son algunas de las principales demandas incumplidas por los empleadores y las autoridades del trabajo.

«Hemos trabajado mucho, nos hemos articulado con organizaciones, tanto nacionales como internacionales, y somos parte de un proceso que no se va a detener. Y en esta lucha nos acompaña el movimiento sindical, con su compromiso político, moral e ideológico.

Ahora debemos exigirle al Estado la implementación de políticas públicas, que garanticen a las mujeres trabajadoras del hogar la dignificación de su trabajo», instó Andrea Morales, coordinadora del Comité Nacional de Mujeres Sindicalistas de Nicaragua(CNMSN).

Somos millones las trabajadoras del hogar: A organizarse a nivel mundial

Se calcula que son más de 100 millones las personas que laboran en este sector a nivel mundial, 17 millones de las cuales en América Latina. Según datos no oficiales, en Nicaragua existirían unas 280 mil asistentes del hogar y la familia. Solamente el 10 por ciento está afiliado al seguro social y tiene un contrato escrito. Unas 80 mil mujeres desempeñan su trabajo en la vecina Costa Rica.

En octubre del año pasado, en Uruguay -primer país en ratificar el Convenio 189-, bajo la consigna «Trabajadoras y trabajadores del mundo, únanse», unos 187 delegados de 80 organizaciones de 55 países desarrollaron el congreso fundacional de la Red Internacional de Trabajadoras y Trabajadores Domésticos (IDWN).

Durante la actividad, coorganizada por la UITA, se creó la Federación Internacional de Trabajadoras y Trabajadores del Hogar (FITH).

Para Barbro Budin, coordinadora de Género, Equidad y Proyectos de la UITA, esta decisión fue «un paso fundamental» hacia el reconocimiento a nivel mundial de una profesión particularmente explotada.

Hicimos sentir nuestra voz: ¡Basta ya de explotación y marginación!

«El movimiento sindical nos ayudó a hacer historia. Nos organizamos a nivel mundial para reclamar y defender nuestros derechos. Detrás del Convenio 189 hay mucho esfuerzo, lucha y compromiso.

Nos levantamos contra la situación de marginación, explotación y semi-esclavitud que vivimos en carne propia.

Finalmente hicimos sentir nuestra voz en todo el mundo. Dejamos de ser invisibilizadas y dijimos ¡Basta ya!», recordó Ernestina Ochoa, vicepresidenta y representante para América Latina de la FITH, durante la actividad en Managua.

Para ella, continuar con este proceso de organización, intercambio y reivindicación de derechos es la única forma de lograr que las cosas cambien.

Fuente: Rel-UITA