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Puerto Rico

¿Quién le teme a Casa Pueblo?

Fuentes: Rebelión

Se movieron rápido. Se suelen mover rápido. Están mejor comunicados de lo que pensamos y son y actúan como una manada. No hicieron nada más verlos venir, que bajaron al terreno del juego a hacer su trabajo de campo, ocupar espacios. Son, están y siempre han sido y estado muy duchos en eso. Ah, pero […]

Se movieron rápido. Se suelen mover rápido. Están mejor comunicados de lo que pensamos y son y actúan como una manada. No hicieron nada más verlos venir, que bajaron al terreno del juego a hacer su trabajo de campo, ocupar espacios. Son, están y siempre han sido y estado muy duchos en eso. Ah, pero sus caras tristes les dejaron más que delatados aún en su propia foto.

Tenían la foto del encuentro. La tenían para cuando tan pronto alguien les señalara, sacarla, y eso hicieron, le sacaron a pasear. Pero esa foto suministrada no es otra que la foto de tres seres tristes que -a manera de agregados- llegaron ya que no fueron invitados a Casa Pueblo, sino que se presentaron dentro del contexto de una visita de sobre una docena de congresistas estadounidenses y demócratas para conocer desde el terreno del juego el trabajo por la recuperación energética realizado en Adjuntas, Puerto Rico, por su director asociado, el Dr. Arturo Massol Deyá (Delgado Robles 2018).

Resulta, sin embargo, que cuando la gente no está cómoda ante quien le hace sombra, se nota, y eso se nota aun cuando los agregados trataron de sonreír para la foto que tenían preparada para suministrarla de lo bien que les fue cuando todos los ojos apuntaran hacia los tristes tres que nunca se habían interesado por conocer los trabajos de recuperación promovidos y gestionados por Casa Pueblo. Y si una cara vale por dos, esa es la del señor de las gafas negras y los ojos ocultos, el Alcalde de Adjuntas, el viernes 27 de julio de 2018.

Se movieron rápido. Se suelen mover rápido. ¿Quién le teme a Casa Pueblo? Quien le teme a Casa Pueblo le teme a Kilómetro 0. Y ese no es otro que el cuerpo policial del país cuya Procuradora del Ciudadano preside la Federación Iberoamericana del Ombudsman (FIO 2018). Entiéndase, dígase: El Estado que reclama por el respeto de los derechos humanos en Nicaragua y Venezuela, les viola en Adjuntas, Puerto Rico con gusto y desprecio a los derechos civiles del Dr. Massol Deyá y su familia, incluida su hija menor de edad. Veamos, pues el contexto de su secuestro el pasado 27 de julio de 2018.

El 5 de junio de 2018 se hace público que se ha organizado Kilómetro 0. Se anuncia que su directora lo ha de ser la escritora y periodista Mari Mari Narváez. Se sabe que los tristes tres no tienen las experiencias de vida y trabajo investigativo que Mari Narváez sí tiene. De hecho, la pregunta con la que Kilómetro 0 responde a su razón de ser es más que reveladora del incidente, no chisme, el del secuestro del Dr. Massol Deyá frente a su hija el pasado 27 de julio de 2018. Se las comparto:

Mari Narváez no sólo lo sabe ahora, sino porque su hermano Santiago Mari Pesquera fue secuestrado y asesinado el 24 de marzo de 1976:

«Una buena parte de nuestro álbum familiar consiste de decenas de fotos junto a la tumba de Chagui.

Si se quiere ver cómo ha progresado la familia, puede tomarse el álbum y, en las fotos de cada 24 de marzo, allá estamos todas y todos junto a la tumba, escuchando hablar a mi papá, alzando el puño para cantar La Borinqueña antes de despedirnos impotentes, desolados, y dirigirnos a la catedral de San Juan» (Mari Narváez 2006).

Kilómetro 0, contrario a los tristes tres, trae un trasfondo de participación ciudadana y denuncia que trasciende al entorno familiar de su directora:

«Nuestro trabajo inició en 2014 desde Espacios Abiertos (EA), que entonces era una organización recién nacida. La ACLU de Puerto Rico participó en la creación de Espacios Abiertos, trayendo a nuestra atención la necesidad de que la ciudadanía se insertara en el proceso de reforma de la Policía de Puerto Rico, cada quien desde su perspectiva. Así fuimos capacitándonos y desarrollando un trabajo de supervisión y denuncia ciudadana desde el ángulo de la transparencia y la rendición de cuentas. Participamos en la creación y desarrollo del Grupo Comunitario de Trabajo de la Reforma de la Policía (GRUCORPO), establecimos redes amplias de colaboración y desarrollamos algunos proyectos» (Kilómetro 0 2018).

Se movieron rápido. Se suelen mover rápido. Y si alguien les conoce, es Mari Narváez, la única periodista del país de cuatro pisos que le ha llamado por su nombre a lo que el resto de los periodistas llaman arresto, o a lo sumo, cuando tienen noticia de que el Departamento de Justicia de Puerto Rico no ha prevalecido en los tribunales -los de una dictadura colonial sin separación de poderes y exceso de comunicaciones judiciales ex-parte-, detención ilegal:

«Aparecen muy machotes esos policías para meterse con estudiantes. Se visten de civil y los bajan del auto donde van con su familia después de participar en una protesta. Los arrestan y los meten en un carro no identificado. Jóvenes seleccionados aleatoriamente, sin razón válida la mayoría de las veces. No lo digo yo, lo dicen los tribunales cuando no encuentran causa para los arrestos. Lo dicen los mismos policías cuando aceptan que desconocen las razones por las cuales hicieron los arrestos. Otras veces esas razones son realmente risibles como pintar con aerosol, acto directamente vinculado a la expresión y que suele resolverse mandando a la persona a pintar la pared en cuestión; no secuestrándola por más de un día y negándole su derecho a hablar con un abogado.

Así ocurrió el domingo pasado. Una vez más, la pandilla de «Arrestos especiales» secuestró durante 30 horas a tres jóvenes que habían acudido a una manifestación independentista (qué casualidad, ¿no? Siempre es en lugares donde la gente ejerce su derecho protegido a la libertad de expresión). A Adrián Robles, Jean Rosario y Víctor Rodríguez no solo les negaron su derecho a hablar con un abogado todo ese tiempo sino que también le negaron atención médica a uno de ellos, que es asmático crónico» (Mari Narváez 2017).

Así las cosas, la historia volvió a repetirse el pasado viernes 27 de julio. Nadie mejor que el propio secuestrado frente a su hija para narrarla. En sus palabras, las del Dr. Massol Deyá, éstos son los hechos:

«En la noche de ayer, después de un arduo día de trabajo en Casa Pueblo, fui a la pizzería Lucy’s en el pueblo de Adjuntas a comer un pedazo de pizza con mi hija menor. Consumí un refresco con mi comida. Estacioné mi Jeep de 1952 en la acera de la plaza pública. En Adjuntas mucha gente conoce mi Jeep porque es muy peculiar pero es un vehículo que, por su antigüedad, utilizo poco y mayormente en la finca.

Saliendo de la pizzería, casi frente a Casa Pueblo, el oficial Lamboy, de la Policía de Puerto Rico, me detuvo y, sin motivo fundado, alegó que yo me encontraba en estado de embriaguez. Sabiendo que su alegación era falsa, accedí a hacer la prueba de aliento. El Policía, sin embargo, alegó que arrojé «8.1» (sus palabras) pero, al solicitarle que me mostrara los resultados, se negó rotundamente afirmando que «ya no se veía el número». Inmediatamente comenzó a acusarme de no querer «cooperar» y me puso bajo arresto. Es completamente falso que no haya querido cooperar y prueba de ello es que accedí a hacerme la prueba de campo.

La Policía me esposó y me llevó al cuartel de Adjuntas, donde no querían permitirme hacer una llamada. Apretaron las esposas fuertemente a pesar de que les pedí que las soltaran un poco pues me estaban lastimando. Luego insistían en que firmara un documento. Yo, defendiendo mi derecho a un abogado, les expliqué que no podía firmar documento alguno sin consultar con un abogado. Solo cuando ya estábamos en el cuartel, me presentaron el supuesto equipo con el registro de «8.1». Desconozco de dónde salió esa lectura, dado que nunca se me mostró en la escena donde se me hizo la prueba.

Le pregunté al oficial Lamboy quién lo había mandado a arrestarme y, de inmediato, el sargento Irizarry reaccionó desde otro escritorio muy sobresaltado e interrumpió la conversación diciéndole al Oficial: «¡No contestes eso! ¡Tú no tienes que contestar eso!».

Al ver la forma ilegal y caprichosa en que la Policía me detuvo, sin motivo fundado alguno, inmediatamente me percaté de que era un arresto selectivo. No es la primera vez y seguramente tampoco será la última. Desde que tengo memoria, la Policía acosaba a mi familia, intentaba intimidarnos e incluso penetraba en nuestra casa dejando nuestras mascotas ahorcadas a la entrada del hogar, el tiempo de las carpetas. Durante años recientes, las autoridades de inmigración me bajaban de los aviones, me interrogaban durante horas y me confiscaban pertenencias, publicaciones, libros y hasta mi teléfono. También en años recientes he recibido amenazas anónimas. A Casa Pueblo y a mi familia nos han acusado de todo, han tratado por todos los medios de amedrentarnos, de minar nuestro espíritu de lucha y nuestra reputación. Nunca han podido ni podrán porque nuestro expediente lo construimos a diario, con las puertas abiertas a todos y todas los que deseen escuchar y unirse, todos los días actuando, haciendo, construyendo por el País.

En relación a la ausencia de marbete en mi Jeep de 1952, es cierto que no lo tenía. Pero esa infracción administrativa no es causa para arresto en nuestro sistema jurídico. Mi marbete se venció en octubre, y en medio del caos y el inmenso trabajo en que hemos estado sumergidos en estos últimos diez meses, la verdad es que, en momentos, se me ha olvidado renovarlo y, en otros, lo he pospuesto por no tratarse de mi vehículo principal.

Sobre mi niña, que atestiguó y sufrió el momento, no se preocupen. Ella está muy bien pues está muy educada sobre los excesos en que habitualmente incurre la Policía.

Aunque nunca comunico sobre la represión que vivimos, me toca en este momento salirle al paso a esta agenda de intimidación. Como siempre, estos sucesos no hacen más que alimentar nuestra convicción de continuar construyendo autosuficiencia y defendiendo nuestros recursos naturales.

Es evidente que los estilos históricos de intimidación política no están superados en la Policía de Puerto Rico. Es por esto que responsabilizaré al mando de la Policía por cualquier ataque que puedan sufrir miembros de mi familia o de nuestra organización comunitaria» (Massol Deyá 2018).

Yo no tengo por qué alguno por el cual creerle o no al Dr. Massol Deyá, sin embargo, le creo todo. Sé que su relato es cierto y ni con una sentencia venida del cielo en su contra por este incidente cambio de opinión. Sabemos que en un sistema judicial en el que las comunicaciones ex-parte son la norma, la sentencia contra el Dr. Massol Deyá podría ya estar escrita. Ya, no obstante, hay un hecho básico que los delata. Hoy el Dr. Massol Deyá está libre y citado para finales de agosto de 2018. No quieras tú estar en su situación, de modo alguno. Se trata de estar por segunda vez expuesto a ser arrestado luego de haber sido secuestrado frente a su hija menor.

Y es ese hecho el que refleja que el Dr. Massol Deyá fue secuestrado frente a su hija el 27 de julio de 2018. Si hubieran tenido claro que el Juez del Tribunal Municipal de Adjuntas, Puerto Rico, estaba claro y dispuesto a ordenar su arresto, hoy no estaría citado. Se movieron rápido. Se suelen mover rápido, pero también saben cuándo y dónde moverse rápido. Están tratando de hacer lo que bien siempre han sabido hacer, ganarle al tiempo muerto. Lo tienen todo, adolecen de una cultura de respeto por los derechos humanos, no sólo se valen de comunicaciones ex- parte; ojalá les vuelva a faltar un Juez Municipal en Adjuntas, Puerto Rico.

Referencias

 

José A. Delgado Robles, «Nancy Pelosi encabezará delegación de 15 demócratas que irá a la isla», en El Nuevo Día, 25 de julio de 2018 (https://www.elnuevodia.com/noticias/politica/nota/nancypelosiencabezaradelegacionde15democratasqueiraalaisla-2437537/, accedido: 2 de agosto de 2018).

Federación Iberoamericana del Ombudsman, «Federación Iberoamericana del Ombudsman (FIO) se une a reclamo de la ONU por cese de violencia en Nicaragua», 17 de julio de 2018 (http://www.portalfio.org/federacion-iberoamericana-del-ombudsman-fio-se-une-al-reclamo-de-la-onu-por-cese-de-violencia-en-nicaragua/, accedido: 2 de agosto de 2018).

Mari Mari Narváez, «Chagui, a 30 años de su muerte», en Santiago Chagui Mari Pesquera, 24 de marzo de 2006 (http://www.santiagomaripesquera.com/index.php/voces/opiniones/176-chagui%20su-vida-a-30-anos-de-su-muerte, accedido, 2 de agosto de 2018).

__________________, ‘Los secuestradores de «Arrestos Especiales'», en El Nuevo Día, 15 de junio de 2017 (https://www.elnuevodia.com/opinion/columnas/lossecuestradoresdearrestosespeciales-columna-2331259/, accedido: 2 de agosto de 2018).

Kilómetro 0, «Nuestra historia», 5 de junio de 2018 (https://www.kilometro0.org/, accedido: 2 de agosto de 2018).

Arturo Massol Deyá, «Massol denuncia intimidación policíaca», en 80 Grados, 29 de julio de 2018 (http://www.80grados.net/massol-denuncia-intimidacion-policiaca/, accedido: 2 de agosto de 2018).

Wilkins Román Samot, Doctor de la Universidad de Salamanca, donde realizó estudios avanzados en Antropología Social y Derecho Constitucional.

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