Julio García Camarero | 

Creo que para abordar el tema de las guerras del siglo XXI de Ucrania y Rusia es
bastante necesario recordar un poco la ya demasiado olvidada Revuelta del Maidán y
Guerra de Ucrania del 2014, que fue originada fundamentalmente, entre otras cosas,
por las ansias de expolio del neoliberalismo occidental, la alucinación consumista de
buena parte de los ucranianos, introducida por el invencible marketing.

La agresión rusa a Ucrania ha provocado una clara escalada del apoyo militar occidental al país atacado, con la llegada de misiles antitanques y antiaéreos, y con ellos multimillonarios negocios de las 15 principales empresas armamentistas del mundo que, insuflando la guerra, siguen lucrando desmedidamente con la tragedia.

Las grandes convulsiones históricas, las crisis de las relaciones sociales, de producción, de vida y de trabajo junto con un inusitado desarrollo y despliegue de las fuerzas productivas materiales, sociopolíticas y militares anuncian el preámbulo de los cambios históricos en el sistema internacional para el surgimiento de un nuevo orden mundial multilateral y policéntrico.

Crisis bélica Ucrania-Rusia

Sergio Ferrari | 

El paradigma bélico se impone como prioridad “civilizatoria”

Ante innumerables artículos y reportajes sobre la situación que envuelve a Rusia, Ucrania, Alemania y la OTAN entre otros, plasmo algunas consideraciones en torno a este conflicto, que según algunos alcanzaría altura de guerra mundial, incluida la temible fase nuclear.

“La guerra es un asunto serio; da miedo pensar que los hombres pueden emprenderla sin dedicar la reflexión que requiere”

El mundo debe hacer lo que sea necesario para obtener un alto el fuego en Ucrania y hacer que se mantenga.

La dominación patriarcal estructural en toda la región ruso-ucraniana se ha apuntalado tras ocho años de guerra, y la migración y el refugio como violencias machistas también tienen que estar en el debate.

Si la UE sigue subordinada a los intereses geoestratégicos de Estados Unidos y opta por acorralar a una potencia nuclear autosuficiente en producción de una energía que Europa necesita, no nos va a ir nada bien

Algunos políticos estadunidenses ya están usando el conflicto para pedir más fondos para el presupuesto militar más gigantesco del mundo.